Bajo la luz de la luna. (Pausada)

Capítulo 15

Concejo de ancianos, formado por hombres que representaban cada uno de ellos una especie felina, como un león, un leopardo o un puma, entre muchas otras. Un grupo de cambiantes que estaban al servicio del líder supremo, siendo el apoyo en las decisiones del Alfa, aunque muchas veces difieren en opiniones. Y ese día no sería una excepción.

- Mi señor, lamento el no estar de acuerdo con usted, pero no puede ejecutar a la hija menor de los Brown -habla uno de los tantos ancianos que se encontraban sentados alrededor de una gran mesa rectangular.

- Dame una muy buena razón del por qué no puede morir Andrea -entrecierra los ojos, mirando amenazador al adulto.

El pobre anciano traga saliva nerviosamente.

- Porque... si usted lo hace, habrá una guerra con la otra manada.

- ¡Me estás queriendo decir que tengo que permitir que ataquen a mi familia! -alza la voz enojado- ¡No me quedaré de brazos cruzados!

- No le estamos pidiendo que deje sin castigo a la señorita Brown -responde otro anciano. Este era mucho más fuerte de carácter que el primero- Sin embargo, no podemos notar una decisión si no está presente el padre y líder de la manada del sur.

- Padre que en estos momentos se encuentra desaparecido.

Murmullos se escuchó por todo el lugar.

- Si no aparece de aquí en una semana, el primogénito de los Brown debe de tomar el lugar de su padre -habla el vocero del concejo.

- No. Héctor no está preparado para tomar tal responsabilidad -responde Jonathan.

Todos se observaron entre unos y otros. Ninguno daba una solución definitiva. Por otro lado, Jonathan quería justicia y aunque los miembros del concejo entendían y apoyaban a su líder, ellos no podían permitir que se realizara una guerra.

De pronto, uno de los ancianos interrumpe el tenso silencio, ganándose la atención de todos los presentes en esa sala.

- Hay otro método para castigar a su ex prometida -involuntariamente el rubio hace una mueca de desagrado al escuchar la última palabra.

- Prosigue.

- Mi señor, existe un hechizo antiguo y poderoso que fue creado por el clan de los brujos. Este hechizo hace que un cambia-forma pierda permanentemente el derecho de transformarse, convirtiendo a la persona en un débil ser humano; y no solo es eso, mi Alfa, también elimina todo recuerdo relacionado con el mundo sobrenatural.

Un duro y cruel castigo. El poseer a un animal interior, independiente de su estirpe, es lo que te define como un cambiante y te diferencia de los demás seres sobrenaturales. Al ya no tener el privilegio de transfórmate te convierte en nada.

En la antigüedad se utilizaba ese método para castigar a los miembros de alto linaje ya que estos infringían gravemente las leyes. Para no asesinarlos, los familiares del acusado optaban a que le practicaran ese hechizo, (que para muchos lo consideraban como prohibido) dándole, por así decirlo, otra oportunidad en la vida, obviamente olvidando todo tu pasado. Una medida drástica pero efectiva, que Jonathan consideraba seriamente en implementarla

- De aquí en dos días tiene como límite en aparecer el Alfa Brown. Si no aparece en el tiempo estipulado, se realizará el hechizo contra Andrea.

La aceptación se hizo escuchar en la habitación.

***

- ¡Busquen por todo el perímetro de este bosque!

- ¡Si señor!