Capítulo 30.- Decepcionate y regresa.

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-Es hora de decir adiós-murmuraron en mi oído. Me sobresalté y volví en sí, estaba en mi cuarto sentada en una esquina, con la respiración agitada y sin procesar bien las ideas.

-Tan pronto-respondí mirando a Adam, mis ojos se cristalizaron en segundos pero mi mente seguía en alguna otra parte, empecé a rasguñar levemente mi cuello, como un signo de nerviosismo, pero no me dolía, algo estaba mal.

-Un auto nos espera... Ven con nosotros-insistió mi amigo mirándome preocupado- La gente es igual que nosotros allá, vengan los tres...

-Los Maximoff se niegan a una escuela-dije sin dejar el ademan de nerviosismo en mi cuello- y yo no puedo ir allá.

-¿No puedes o no quieres?-preguntó tomándome de las manos, mi cuello ya estaba rojo y con marcas, Adam las miró preocupado pero no dijo nada.- ¿Es por Stark? 

-Me calma cuando nadie mas puede- susurré mirando al piso.

-Te aferras demasiado a alguien y eso te romperá-dijo soltando mis manos y levantándose, quizás estaba enojado, no tenía mis cinco sentidos puestos como para averiguarlo.

-El problema es que ya estoy rota-respondí tomando su mano para levantarme, caminamos fuera de mi habitación, recorrimos todo el lugar hasta la salida. Todos estaban ahí, listos para despedirse de Caleb y de Adam.

Les di un muy fuerte abrazo, no hubo mas "adiós" que escuchar. Ellos van a un lugar en donde sus poderes serán moldeados y controlados, sus familias los mandaban allá y no había que nada que hacer para tenerlos aquí, simplemente se iban; como todos. 

-¿Quieres hablar de esto?-preguntó Tony al llegar a la cocina.

-No hay nada de que hablar, se han ido-le respondí sin ánimos, no me sentía yo misma, era como si alguien me controlara, desde adentro. Él me miró fijamente analizándome y caminó hacia mí, no me moví pensando en que era lo que veía, se acercó y retiró mi cabello dejando a la vista mis marcas recientes.

-¿Qué es esto?-su tono de voz cambió, no quiero admitir que lo veo como un padre porque no es mi padre, pero se notaba ese tono paternal que usaba. 

-Son marcas-susurré apartándome.

-No se si lo sepas niña pero en las noches cuando duermes, gritas y lloras, estas como en un estado de donde no te puedo sacar, Jarvis me lo dice, voy a tu habitación y me quedo sentado en la cama hasta que te calmes, vigilando tus signos vitales y que nadie te haga daño-explicó preocupado tomando una taza y poniéndole un poco de café.

-Me tratas como un bebe-dije para aparentar normalidad, pues no, no sabía que hacía eso en las noches pero si sabía que no dormía bien hace días.

-Soy tu "tutor"-respondió enseguida mirándome.

-Pero no mi padre-le corté enseguida, empecé a frotarme las manos. Tony dejó la taza de café sobre la mesa.

-No, no soy tu padre, pero te cuido- se acercó a mí.- Dime como te ayudo, dime lo que tengo que hacer y lo hago- me quede en silencio y entonces suspiró- Quizás con tus hermanos estés mejor...

-No-interrumpí mirándolo- Ellos... Wanda, quiere buscar a su padre, yo no quiero y no es nada egoísta, pero no quiero buscarlo... No puedo estar cerca de ellos, porque tengo miedo de hacerles daño.

-Entonces, ¿Qué hacemos? Porque no planeo quedarme despierto otra noche más porque gritas y tienes pesadillas-respondió tratando de comprenderme. No respondí y me fui de ese lugar, evite esa conversación todo el día para que en la noche pase lo mismo que según Tony pasaba cada noche. Pero esta vez fue diferente, esta vez logre despertarme.

-Ryan-dijo tocándome la frente, apenas lo veía con la obscuridad de la noche y me levanté y lo abracé por primera vez en mucho tiempo. Estaba hecha un desastre, yo era un desastre.

Se escucharon pasos, no era Pepper pues ella estaba de viaje. Abrieron la puerta de mi habitación. Era Wanda pero Pietro no venía con ella. 

-¿Qué quieres?-pregunté con mi voz quebrándose, casi sin ánimos, últimamente lo único que Wanda quería era buscar a su padre. 

-Encontrar a mi padre-respondió directa- No duermo pensando en eso.

-Te dije que si quieres te digo todo lo que sé y que lo busquen ustedes pero conmigo no cuenten-respondí, Tony se quedo callado y salió dejándonos solas. -Es la mitad de la noche, ve a dormir- dije molesta

-Eres una egoísta- murmuro- podemos encontrar a nuestra familia, estaremos juntos de nuevo, yo quiero una familia, quiero un padre-se quejó acercándose. 

-¿Por qué debe ser conmigo?- pregunté casi ronca de tanto gritar- no necesitas ni mi permiso para buscarlo, solo vayan, encuentren lo.

-Eres nuestra hermana-respondió enojada.

-Lo más penoso es que no te conformas, tienes toda una familia aquí, esto es mejor de lo que yo soñé en toda mi vida, ¿Por qué no puedes verlo así?

-No te das cuenta, no quieres ayudarnos porque tu ya tienes una familia aquí, tú tienes a Stark como tu padre idealizado, pero él no es tu padre, ni Steve es alguna especia de tío tuyo, ellos no son tu familia y mucho menos mi familia.- explicó alzando la voz. 

-Te aseguro que Tony es mucho mejor que el padre que quieres buscar-dije sin fuerzas- Qué curioso que digas eso de las personas que estuvieron dispuestas a darte una casa y comida, y no, no son nuestra familia, pero los preferiría mil veces antes que Erik...

-Tú no entiendes nada-respondió aún más enojada, mas se aumentaba su ira y más débil me sentía.

-Tú eres la que no entiende-negué con la cabeza- ve, búscalo, decepcionate y regresa.  




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