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Alex besaba con todo. Y yo. Que no sabía ni como tomar de una botella, ni sabía besar. Incluso podría decir que no sabía lo que hacía.

Luego un ruido se escuchó, era el teléfono de Alex. Estaba retumbando desde su bolsillo. Yo paré el beso, pero él sólo quería más y más.

Me separé salvajemente de él - Contesta. Debes hacerlo - Nuestras cartas estaban unidas. O mejor dicho nuestras frentes. Aunque me había separado del beso, él no me soltaba.

El teléfono aún sonaba. El bajó su mano derecha a su bolsillo y tomó su móvil el cual lo dirigió inmediato a su oreja.

- ¿Hola? - dijo Alex.

Se escuchaba una voz. Una voz dulce. Pero se que no era de una mujer, era de un chico. Y aunque fuese dulce, yo lo reconocería.

- Esta bien, ya voy para allá. - Alex tomó su móvil y lo introdujo en su bolsillo. - perdona. Mi madre me dijo que tengo que hacer algunas cosas... Personales. - Sus ojos mentían. Pero si lo estaba haciendo. Seguro no era con mala intención.

- Está bien... No vemos luego - Alex besó mi mejilla y yo sonreí. Y mis cachetes tornaron de color rojo.

(...)

¿Que? No puede ser... Él no... No entró... En... ¿Que? No lo creo... ¿Que pasa? ¿Me mintió?

...

Tus Ojos EncantadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora