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Me escape del salón sin que nadie me viera, para visualizar se habías leído mi carta.

Y lo puedo saber ya que la mayoría de las veces siempre las dejo en tu casillero.

Estaba por cruzar el pasillo hacia tu casillero, pero luego te vi a ti, lo abriste y la carta calló lentamente al suelo.

Bajastes un poco para poder tomarla, la abriste y luego la leíste.

Me gustó ver cómo tu cara, sobre todo tus cachetes, se tornaban de color rojo.

Y se que no era tu maquillaje, ya que se que nunca usas porque te ves tan bella que no lo necesitas.

Para: La Chica de los ojos Encantadores.

De: El Chico Encantador.

Tus Ojos EncantadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora