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¿Que hacía el aquí?

Esa frase me recorría mi cabeza una y otra vez. Hasta que la puse en acción.

- ¿Que estás haciendo tu aquí? - se que pregunté muy bruscamente. Pero no tenía otra opción.

- Como dije. Necesito hablar algo contigo. - su mano estaba apollada junto al marco de la puerta, haciendo que sus músculos se marcaran. Y las venas que habían en ellos se sobresalieran también. Y su cara, su cara era lo más notable que se podía visualizar. Mostraba un enojo interno.

- ¿Sobre que quieres hablar? - Hice una mueca de pensativa. - Ya no tenemos nada de que hablar. O a caso ¿No recuerdas cuando me dejaste sola en la banca del parque? ¿Ah? - junté mis cejas.

- Como te dije, sólo tenemos que hablar...

Tus Ojos EncantadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora