Capítulo 28

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-Ninguno de los personajes me pertenece.-

-Fanfic dedicado a Captain Swan, Érase una vez-

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-Bueno, esto es un tanto.. pintoresco- Dice Gold, con las piernas extendidas y el bastón apoyado frente a él, con las manos descansando en él mientras observa el garaje.

Killian levanta la vista de su micrófono, mirando el traje oscuro y los ojos aun más oscuros de su némesis, su propio maldito cocodrilo, como lo diría Henry. Tiene una mirada de estar juzgándolo todo y Killian se obliga a tragar la réplica con le que le gustaría responder.

-Sr. Gold- dice, dando un paso por detrás del micrófono y yendo hacia Gold con la mano extendida en señal de bienvenida. Se estrechan las manos, soltándolas de forma rápida y Killian enfrentándose a la necesidad de restregarse la mano por el pantalón a modo de disgusto. -Espero que no le importe el alojamiento, pero es lo mejor que podía tener en un plazo de tiempo tan corto. Deje que le presente a los chicos.-

-No hay necesidad, señor Jones. Estoy aquí para escucharle tocar no para conocer a gente nueva. - se mueve hacia la silla que Killian había colocado ante el improvisado escenario.

Killian no pierde el tiempo y vuelve a instalarse detrás del micro una vez que Gold se ha sentado. Allá vamos, piensa mientras dice en voz alta el nombre de la primera canción , sabiendo que Gold no necesita más florituras. Killian cuenta la introducción y la música comienza, llenando la sala. Coge aire, cierra los ojos y ve a Emma en su imaginación diciéndole - a por ellos, tigre!- e instantáneamente está a gusto.

Los chicos son geniales, lo están haciendo mejor de lo que les ha escuchado nunca. Él se pierde a sí mismo, tocando, olvidándose de todo menos la música. Cuando está terminando la última canción, está agotado pero se siente tan condenadamente satisfecho que no hace caso de lo cansado que está.

Cierra los ojos para disfrutar de las últimas notas de la música, y cuando ha terminado vuelve el silencio. Abre lentamente los ojos para encontrar a Gold mirándole con cara de estar calculándolo fríamente.

Tan pronto como Killian fija su mirada en él, lo sabe. Lo han hecho. Se lo han ganado. El hombre ha oído lo suficiente como para saber que la banda es buena, que la música es buena, y lo más importante , al menos para Gold, es que Gold.ltd. Va a ganar mucho dinero.

Killian se aleja un poco del micrófono, cogiendo una toalla para poder quitarse el sudor y va de camino hacia donde se encuentra Gold, que está de pie y apoyado sobre su bastón, de nuevo. Ellos se miran el uno al otro, sabiendo que Gold nunca dirá que Killian tenía razón, pero todavía con la esperanza de que aparezca alguna variante de esa declaración.

-Me quedo con la música.- dice Gold y Killian espera el resto.

Cuando no dice nada más, Killian hace un gesto dramático con su mano y dice - y ¿qué pasa con la banda? Ya ha oído lo buenos que son los chicos.-

-La banda es buena, le concedo eso, pero simplemente no creo que pueda vender a un cantante manco a los consumidores, ni aunque tenga su aspecto, señor Jones. Sin embargo, puedo vender su música al mejor postor.-

-Ese no era el trato que teníamos- Killian dice, aguantando la rabia.

-El acuerdo era que les iba a escuchar tocar. Lo he hecho. Nunca estuve de acuerdo con nada más que eso.

-¡Tiene que estar bromeando!- grita Killian de repente, ya no es capaz de mantener su ira bajo control. Gold sabe que la banda es buena, que suenan increíbles. Y que su música va a sonar diez veces mejor si la toca esta banda en particular que cualquier otra que encuentre, pero Gold se ha quedado atascado en el pasado, en conseguir su venganza contra el hombre que le robó a su mujer, de todas las formas posibles.

El Encuentro Que Lo Cambió TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora