Me había quedado sin palabras, pero él seguía mirándome, expectante.
-Digamos que es para demostrar amor. En este caso, lo usé para callarte
-¿Sólo para... Callarme?... ¿No me-me quieres?- preguntó desilusionado, pero lo miré directamente a los ojos.
-Puede que te conozca desde hace menos de un día, Ty, pero te quiero más que a cualquier otra persona. Y puede que suene loco. Pero en estos momentos eres lo único que me queda, literalmente.
Y espero que con eso recupere un poco de auto-confianza.
Me lanzó una tímida sonrisa y sus mejillas se tornaron casi rojas, por lo que escuchó de mi boca y por lo que él iba a decir.
-También te-te quiero. Y eres lo más importante... Que tengo.
Sonreí y lo abracé. Ambos cerramos los ojos, y Tyler me devolvió el abrazo. Estaba sorprendida por todo el avance que habíamos hecho en un par de horas solamente. ¿Se imaginan en un par de años?
-¿Me das... Otro de esos?- dijo escondiendo su cara en mi pelo.
Entendí lo que trató de decir luego de unos segundos y no pude evitar reír. Entonces él me miró.
-¿No-no puedo tener otro...?- preguntó, a lo que reí un poco más.
-Sí, Ty, todos los que quieras- le contesté.
Nos separamos del abrazo y busqué sus labios para unirlos con los míos. De nuevo, apenas los toqué, pero era suficiente para ambos. Era tan delicado...
-¿Cómo dijiste que se-se llamaban?- preguntó cuando me separé.
-Besos- dije sonriendo.
-Me gustan...- susurró.
-A mí también- le contesté.
Me acurruqué con él y no se quejó ni nada parecido.
-Si me hubiera acercado así ayer, probablemente me hubieras matado
Él asintió.
-Porque te-te quiero ahora. Y me gustan tus... besos...
-Qué precioso eres- no pude evitar decir, sonriéndole.
-Tú-tú también- dijo antes de volver a ocultar su cara detrás de sus palmas.
Gracias, destino, por juntarme con un ser tan maravilloso como él.
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¡Me atrae un demente! • Tyler Joseph
Romansa¿Qué pasa si escapas de una pesadilla y entras a otra? ¿Qué pasa si una de ellas te gusta? ¿Qué pasa si mezclas el amor con la locura? Esta es mi historia con un tal Tyler.