Capitulo 13: Mis objetivos, mis motivaciones.

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¿?: Vamos muchacho inutil, ¡el desayuno está listo!

Zero: ...

¿?: ¡Zero! ¡Cuando te llamo, tu vienes!

Zero: ¡ahí voy p, papá!

Habían pasado ya 4 años, 96 largos meses desde aquel día en el hospital, la cual fue la última vez que Zero supo de su amigo, el anciano Will.

Además de ser el último día en el que vio a aquel viejo de más de 60 años, también fue la última vez que pudo tener un contacto con sus ¨poderes¨ ya que desde entonces, aquella chispa que despertaba su fuerza interna, se vio apagada por un baldazo de agua fría, hablando metafóricamente ya que su segundo padrastro, o más bien, el hermano de su madre, había hecho de su vida un infierno.

Zero: (llegando a la mesa) Buenos días!

A pesar de las palabras del chico, no obtuvo respuesta siquiera de sus abuelos, y como si no fuese suficiente, todos los allí presentes, le marcaron con una mirada fría y vacía.

Sucedieron tantas cosas en estos últimos años, que sería imposible contarlas todas, pero en resumen, Zero ahora vivía con su familia ¨millonaria¨ sí, aquella familia que había desterrado a Verónica debido a la adopción del pequeño Zet, y es por ello que este, es tan odiado entre las personas de la casa.

Después de todo, viviré bien de ahora en adelante, esto fue lo que pensó el chico mientras miraba por la ventanilla del coche, aquella enorme casa la primera vez que llego allí, vaya...menuda decepción.

Zero: Supongo...que podre ir a jugar al soccer mas tarde, ¿no? (esto mientras pinchaba un poco un homelet extraño que le sirvieron de desayuno)

Zoren, era el nombre del hermano de Verónica, y por así decirlo el nuevo padre de Zet, era un hombre alto muy parecido al papá de Lon, solo que este tenía el cabello largo y de color morado oscuro, además de unos ojos naranja penetrantes cual águila, su temperamento estricto y su voz fuerte de oso, le daban un arsenal indicado para callar a cualquier persona.

Zoren: Supongo, que ya terminaste tu tarea, limpiaste tu habitación, le diste comida a Cochi (el perro de Zero) y sobre todo, doblaste tu ropa?

Zero. Claro que sí Zo...digo, ¡papá!

Zoren: En otro momento y en otra circunstancia, no te dejaría ir por el simple hecho de haberme llamado por mi nombre, pero como hoy estaré ocupado, puedes tomar el balón, y divertirte un rato, siempre y cuando no salgas de la maldita mansión, como la ultima vez...

Zero: Gracias...papá, ¡ya...ya no quiero comer más! (dejando medio homelet en el plato) A.. Por cierto, gracias "Nee"! (la cocinera)

Al ver que sus abuelos y su ¨padre¨ lo atrapaban con la mirada, se devolvió, recogió el plato y dio gracias a la cocinera, prácticamente la única persona que le caía bien en toda la casa, ya que a veces el daba comida normal, en lugar de todos esos platillos con poquísimas porciones, a las cuales llamaban comida ¨lujosa¨

Sin dudarlo un segundo más, Zero subió al segundo piso de la mansión y con el corazón en la garganta, entro a su cuarto y saco de debajo de su cama, aquel hermoso balón de color blanco, aquellas rayas doradas tan bellas, y todo su resplandor.

Estaba listo para entregar cuerpo y alma en aquel juego, que más que un juego era lo único que distraía al chico de su pasado, sus problemas y de pensar en su sinceramente incierto futuro, sentir como su respiración se aceleraba, como el sudor bajaba por sus mejillas y sus rodillas temblaban era la mayor diversión para Zero.

Zero: Algún día, seré tan fuerte como Lon o Zak, pero...por ahora solo debo concentrarme en seguir mejorando y no quejarme de mi debilidad, ya que, si sigo haciendo esto yo jamás tendrá la fuerza para volver a encontrar a Will, ese...es mi objetivo.

Zero no tenia el permiso para ver televisión o tocar nada caro en la casa, así que suele escuchar la radio mientras esta encerrado en su cuarto, allí puede oír con atención cada jugada de su equipo favorito el FC Barcelona, pero a pesar de esto durante un viaje por Madrid, pudo asistir al entrenamiento del Real Madrid donde vio por primera vez en vivo a su ídolo de la infancia, aquel era el guerrero mas poderoso del multiverso, Zak.

A pesar de seguirlo con atención cuando era un niño pequeño, después del accidente se distancio mucho de todas aquellas actividades que lo llenaban de nostalgia, e inminente mente le provocaban un a tristeza incontrolable. Con solo recordar aquella escena donde su madre lo abrazaba para protegerlo, la sangre del muchacho junto con su pecho se calentaban, literalmente quería explotar.

Tras dos años, llegó el momento del que hablaba antes, en un viaje de ¨vacaciones¨ de su familia asistieron al entrenamiento del Real Madrid, esto debido a la afición de toda la familia por este equipo, el no estaba muy contento ya que en gustos...el prefería el equipo contrario.

¨Menudas vacaciones¨

Exclamo el chico cuando le dieron la noticia, pero...pasaron las horas y en el momento en el que vio por primera vez aquel majestuoso estadio, un colosal tazón mágico donde se produce la mayor magia del universo, eso, fue exactamente lo que grito Zak tras realizar una chilena fuera del área y anotar en el ángulo, ese tanto llamo la atención del aburrido Zero, quien no hacía mas que negarse así mismo, el hecho de que le gustaba ver el futbol del equipo rival a su favorito, pero rápidamente y dejando de lado el orgullo, se dispuso a observar las jugadas de jugadores como Douglas Henrickson, el delantero brasilero y número nueve, Baren Zwiglinge, el motor y número 10 del medio campo, o de la estrella dorada del club, número 7, heredero de Cristiano Ronaldo y máximo goleador, Zak.

Zoren: Y bien...no es impresionante?

Comento Zoren interrumpiendo los pensamientos del asombrado Zero, este al no querer demostrar su fascinación únicamente asintió con la cabeza, pero por dentro, tenia un creciente impulso que lo hacía querer saltar al campo y practicar soccer con aquellas maquinas, era tan emocionante.

Zero. Y...si yo practicase mucho, entrenara aún más y me esforzara, crees que algún día podría jugar como ellos?

Zoren: A que viene esa pregunta?

Zero: No lo se, solo que yo, quiero, quiero ser jugador de futbol!

Zoren: Entonces ese es tu sueño...vaya, tan ridículo como mi hermana...

Zero: No te atrevas!....quizá, quizá tengas razón. (bajando la mirada, y apretando fuertemente su puño)

En ese instante y sin que Zero se diese cuenta, sus ojos se tornaron morados por un pequeño momento, pero alguien presente en el estadio pudo darse cuenta de ello...

+Saludos y Paz :3

+Dios mio, me quedo sorprendido con la cantidad de lecturas que tiene esta historia a pesar de estar tan descuidada, me da vergüenza, así que...vamos a esforzarnos para que tenga aún mas! (y pa publicar mas seguido)

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Sendokai Champions: Ciclo Zero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora