La tarde se teñía de un gris triste y el cielo amenazaba con una fuerte tormenta. El instituto estaba abarrotado de estudiantes. Algunos ansiosos por salir ya, otros preocupados por los deberes que no cumplieron. Era ya la hora del almuerzo, Alec, compañeros de clase y sus amigos se encontraban desayunando en una mesa que se podía encontrar justo en el centro del pequeño recinto. Ambos comían su fruta picada, uno que otro probaba las galletas de avena que según Cho, la gran cocinera del instituto, había preparado, pero todos sabían que las había comprado en el supermercado a un precio justo, ya que eran más de 90 cajas que contenían diez sobres con seis galletas. A los estudiantes de ese instituto no se les escapada ningún chisme.
Cuando al fin termino su descanso de media hora, todos regresaron a sus salones, a excepción de los que tenían la clase de Educación Física. Alec y sus amigos regresaron a su salón después de cinco minutos. Todos ocuparon sus lugares habituales. Cuando ya estaban en sus asientos y bien organizados, la maestra Araceli entró al salón con una hoja blanca en la mano izquierda y en la derecha tenía sus cosas . La clase empezó con el tema de la gran importancia que tuvo la Segunda Guerra Mundial en los países. Faltando quince minutos para que la clase acabara, la maestra empezó a escribir algo en la pizarra.
-Chicos, el proyecto final consiste en elaborar un proyecto redactando algo que les guste. Ésto es la mitad de su calificación, así que no hay escusas para decir que no lo hicieron. Formaran equipos de seis integrantes. El tema es libre, como mencione antes, es sobre algo que les llame la atención- miró la hoja que traía-. No quiero trabajos mal elaborados, quiero algo bien redactado-. Tomó sus cosas y justo cuando iba salir del salón dijo:- Tienen un mes para hacerlo. Más detalles en la pizarra.
La ultima clase que les tocaba era matemáticas. El tiempo pasaba lentamente y los alumnos se impacientaban por salir. Su clase favorita no era, sin duda alguna, matemáticas, la mayoría de los estudiantes se dormían en ella, parecía una tortura. Cuando al fin termino la terrible clase, Alec les preguntó a sus amigas:
-¿Qué se hará para lo del proyecto?
-Hay que hablar de las drogas, es un buen tema y hay un mundo lleno de información en la web -propuso su mejor amiga.
Todos le dijeron que no, ya que el tema lo utilizaría otro equipo, necesitaban algo más interesante.
-Mañana traigan propuestas y aquí las discutimos - dijo su amiga Wendy que tenía el pelo ondulado enredado en los lentes de cuadro.
Alec se despidió de sus amigas y se fue caminando a su casa, la cual no quedaba a más de seis cuadras de la escuela. Las nubes se tornaban de un gris más intenso, así que empezó a caminar más rápido. Llegó a su casa faltando diez para las tres de la tarde. Subió a su habitación, se quito el uniforme, se puso unos jeans ajustados y una playera color blanco un estampado de un ovni. Tendió su cama, hizo un poco de sus deberes escolares, guardo sus cosas y se acostó. Justo cuando estaba por quedarse dormido, sonó su celular. Lo cogió y observo que tenía un mensaje de Merci, su amiga.
Nos vemos en el parque
de siempre a las 5:00.
Él le respondió con un okey. Observo su reloj de mesa que marcaba las cuatro con diez minutos. Teniendo tiempo suficiente para ver a su amiga ordeno su mochila y su librero, el cual estaba un desorden total. Bajó a comer algo, su mamá había preparado espagueti verde y puré de patatas. Como el espagueti no era su favorito solo probó un poco y un poco de puré de patatas. Cuando termino de comer recogió su plato y salió de su casa al quince para las cinco. Aún saliendo ha esa hora se le estaba haciendo tarde, así que empezó a correr. A lo lejos pudo ver a Merci con su pelo corto y rubio natural, vestía unos tejanos gastados pero ajustados, una blusa rosa y llevaba consigo su bolsa de Chanel . Al parecer platicaba con alguien. Entre más se acercaba pudo ver que se trataba de su mejor amiga.
-¡Hola!- saludó y ellas le respondieron igual. -¿A dónde vamos?- preguntó confundido.
-Aún no les diré. Solo faltan las demás.
A lo lejos pudieron ver a tres figuras acercándose, una era alta y delgada, la otra era de estatura baja y con lentes y la última era Wendy, se podía distinguir por su forma rellenita y su cabello ondulado. Se acercaron.
-¿A dónde vamos?- la de estatura baja con lentes hizo la misma pregunta, pero Merci no respondió.
-Solo tememos un taxi.
Tomaron el taxi y los llevo a las afueras de la ciudad. Para los cinco amigos el lugar era extraño, pero no para Merci, pues el lugar estaba desierto y casi no había árboles. Merci los condujo por un sendero que los llevo aun lugar más desolado y triste, a lo lejos podían ver una casa en malas condiciones. Conforme se fueron acercando el lugar cambiaba de forma y, al parecer, no era una casa, sino que tenía forma de una mansión o de un hospital, ya que si estaba demasiado grande. El lugar tenía una mala pinta, la fachada horrible, paredes derrumbadas, manchas negras, ramas de arboles por los lados, por las paredes corrían redes de hojas, la puerta principal estaba abierta y una mitad de ella rota hacía dentro, las ventanas estaban rotas y una que otra tenía barrotes partidos a la mitad o simplemente no tenían.
-¿Dónde estamos?- preguntó la mejor amiga de Alec.
Merci giró sobre si y le dijo:
-¿No es obvio? A las afueras de la ciudad tonta.
-No- dijo Alec. -Esto no es una casa, ni un hospital, aunque tiene una pinta de serlo, tal vez sea un orfanato.
La chica de estatura alta, llamada Nohemi dio un paso hacía Merci y dijo:
-Es un Reclusorio abandonado.
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EXPEDIENTE PESADILLA
HorrorSeis amigos deciden adentrarse al oscuro mundo de un reclusorio abandonado desde 1989. La etapa final de su trabajo esta por llegar. Nadie sabe lo que les depara el centro de reclusos. Sus vidas están por cambiar. Nadie estará a salvo... Adentrate...