Parte 14: Lo que mi corazón desea.

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Luffy se quedó de piedra, solo debía mencionarlo, nada más, era tan simple como para pedir una de las dos cosas. Su boca se movió pero las palabras no querían salir de su garganta, deshecho, cayó al suelo de rodillas, con las lágrimas corriendo por su rostro, miró a cada uno de sus nakamas, pero su mirada se concentró en Zoro, su primer oficial y su confidente. Este se acercó a él y le colocó una mano en el hombro, comprendía el dilema de su capitán, ayudar a esas criaturas o revivir a la persona que más amaba.

- Solo tienes una oportunidad, lo que escojas, lo aceptaremos, Luffy – dijo con tono de consuelo.

- Zoro... yo... no puedo olvidarle – comenzó a sollozar con más fuerza – pero no es lo que debo hacer... -

Todos miraban la escena sin saber mucho de que hablaban, Robin instintivamente entendió el motivo y la situación, esbozó una sonrisa triste y se acercó a los demás.

- Bien, esto puede sonarles raro, pero capitán-san esta en un problema, ustedes saben que cuando se decide a hacer algo nadie lo para, esa es la razón que estemos aquí, pero Luffy no contaba con que le colocaran esta decisión – suspiró al ver que todos comprendían esa parte y continuó – al parecer, capitán-san ha estado enamorado de su hermano y ha guardado su secreto desde hace tiempo, contándoselo solamente a espadachín-san, por lo que el realmente desea revivirlo pero también quiere salvar esa isla –

- vaya, ese Luffy siempre nos mete en problemas – sonrió Nami - ¡Luffy! –

El nombrado se giró para ver a la peli naranja, quien tenía si puño extendido con su pulgar arriba. Pronto todos los demás la imitaron, Robin sonrió y los imitó, formulando unas suaves palabras que llegaron a oídos de su capitán

- te apoyamos –

Luffy sonrió comprendiendo lo que decían, se secó las lágrimas y miró a la chica de blanco, quien aun esperaba respuesta. Luffy inspiró hondo y luego suspiró.

- Le quiero a él – dijo simplemente.

- concedido – dijo la muchacha.

Tocó uno de los cristales de la pared, donde poco a poco fue apareciendo el cuerpo de Portgas D. Ace. Luffy miró con asombro todo, su pecho dolía insoportablemente, solo la mano de Zoro en su hombro le impidió correr a su lado. La chica mientras tanto, tomó lo que parecía ser una burbuja muy brillante y la acercó a la boca de Ace, esa burbuja se fue introduciendo automáticamente en su interior. Poco a poco el cuerpo de Ace comenzó a tomar color, Chopper no creía lo que veía, estaba asombrado, eso no se parecía a lo que había visto en Thriller Bark, eso realmente traía de vuelta un alma ya perdida.

La chica se separó del cuerpo que comenzaba a respirar y les indicó que podían acercarse. Luffy corrió a su lado, con el miedo de que desapareciera en cualquier momento. Miró a la chica y le agradeció con la mirada, volvió a mirar a Ace quien dormía plácidamente.

- Te debo hacer una advertencia – dijo la muchacha – su cuerpo estará limitado, puede estar débil los primeros meses, puede también tener una perdida en sus recuerdos, lo único que te digo es que disfrutes esta nueva oportunidad –

- Entendido... muchas gracias – le sonrió Luffy con las lágrimas agolpándose en los ojos.

- Esto... ¿es real? – Se preguntó Chopper – ¿esto no es como lo de Thriller Bark?

- No – aseguró la chica – en estas aguas se concentran las almas y deseos de todos aquellos que partieron y partirán, sus mismos deseos llegaran aquí algún día, mi deber es protegerlos, con el poder de hacer realidad cualquier deseo de un corazón puro, muchos han llegado aquí con malas intenciones y han muerto debido a sus egoístas deseos –

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora