Capítulo 4 //niñita.

408 41 1
                                    

Alonso.

Después de un día normal de clases, bueno no tan normal. De hecho la ___ se acercó a hablarme, tan inocente, no duró ni un minuto, espero que no esté intentando algo conmigo porque pierde su tiempo.

Llegué a casa y lo primero que hice fué subir a mi habitación, puse música y comencé a cantar, como de costumbre, el único gran detalle era que dejé mi ventana abierta, entonces supongo que se escuchaba todo o de otra forma esa niña no se me hubiera quedando viendo de esa forma. Ella estaba en el edificio de enfrente, mi ventana da hacia su ventana, hablamos de que había unos 5 metros separandonos.

—¿Que miras? —pregunté

—A ti.

—¿Y porque?

—Porque estas cantando.

—¿Y?

—¿Estás enamorado?

—No.

—Pues parece.

—¿Porque lo dices?

—Porque mi papi dice que cuando las personas están enamoradas, cantan como venados con dolor de estómago.

—Pues tu padre no tiene razón, no estoy enamorado.

—Claro que si lo estas —insistió

—¿Porque estas tan segura?

—Porque mi papi nunca se equivoca —una voz de mujer le grito que bajara a comer.

—Corre o tu papi te regañara....

—Ella no es mi papá —dijo y por fin se fue.

Hablando de señoras que preparan comida...yo no había comido.

Entonces fuí a Sunday por algo.

Cuando iba caminando unas 3 o 2 calles antes de llegar, choque con Archie, él es un niño enclenque, y bastante estúpido, no me agrada su forma de ser, es muy... ¿presumido?, si presumido.

Cuando ya iba a llegar, ___ salió corriendo de la cafetería como si hubiera una explosión, se veía tan linda...O sea no, bueno si, pero no tanto.

Cuando paso justo de mi lado izquierdo tropezó, tuve que aguantar la carcajada para evitar que su hermosa cara.....dejemoslo en cara, para evitar que su cara se estrellara en el pavimento, la tome de la cintura, ya que fue lo único que alcance a sostener antes de que azotara como res.

—Gra.....gracias.

—De nada.

—Bueni nos vemo... —mientras decía ésto caminaba de espaldas, lo cual hizo que tropezara y cayera en el piso pero esta vez con el trasero y ahora si no pude evitar reír al igual que ella lo hizo, observe como se ruborizaba, sinceramente se veía tan tierna, parecía un conejito......¡Alonso!.....deja de pensar en conejitos y ayudala. Obedecí a mi conciencia y le tendí mi mano.

—¿Todo bien? —dije aun riendo

—Eso creo

—Esta bien señorita roja —me di cuenta de lo que había dicho segundos después— yo... Adiós.

Entre a la cafetería y me senté en la barra para ordenar algo de comer

—Con que ___ ¿eh? —Ariadna (la mesera) me miro con una ceja alzada después de decirme eso.

—¿Que? No, como crees, ¡no!

—Por favor Alonso, vi por la ventana todo lo que paso.

—Pero...pero yo solo evite que se estrellara en el piso, además, yo a acorde no volverme a enamorar y así lo haré.

—No puedes sólo decidir no enamorarte, eso no lo puedes controlar tu.

—¿Según quien? Lo siento, tome una decisión y ya lo tengo planeado.

—Ella te hará cambiar de planes.....te lo aseguro.

—¿Quieres traerme el menú?

—Aquí lo tienes.

—Gracias —comencé a verlo.

—Ya no tengo cervezas, te prevengo.

—No iba a pedir una cerveza —Rayos— uhmmm dame el paquete tres.

(...)

Despues de comer, me dirigí a casa de mi tía, donde se encontraba Braulio, lo rescataría de una tarde de clases de tejer y bordar.

Toqué.

Mi tía abrió la puerta y me saludo como siempre.....me apretó los cachetes y los beso dejando su labial por toda mi cara, pobre Braulio, yo no duraría un día aquí.

—¡Mi niño! ¡Que grande estas! Y mira que flaco, ven te preparare algo de comer....

—No, no ,no tía, dejalo yo solo vengo por Braulio.

—¿Porque? nos la estamos pasando muy bien, Braulio acaba de aprender el remate de 3 con estambre —okey, me lo llevare de aquí de inmediato, unos ojos se asomaron por detrás de mi tía.

—¡Gracias a Dios, Alonso! —me abrazó— ¿que haces aqui?

—Vine a rescatarte...a llevarte...a casa —corregí rápidamente.

—¡Perfecto! Empacare mis cosas.

— Un momento ¿Tus padres autorizan esto?

—Uhmm aja

—De acuerdo, nos vemos mi amor, luego continuaremos con esa clase.

La miro mal y se despidió de ella.

Caminamos hasta mi coche, bueno el de mis padres

—Alonso.

—¿Que pasa?

—No me dejes volver con ella.

Conduje hasta llegar a mi casa, cuando baje del coche, pude ver a la niñita que me vio hacer el ridículo mientras cantaba. Me miro y se acerco a nosotros.

—Hola enamorado.

—¿Enamorado?

—¿Cuál es tu nombre?

—Soy Alonso, niña.

—Soy Male.

—¿De Malena?

—No, Male de Male.

—¿De acuerdo?

—¿Y tu eres su hermano? —Preguntó hacia Braulio y el habló tartamudeando.

—Este...yo, ujum s-si.

—¿Como te llamas?

—Braulio.

—Bueno Alonso solo vine a saludarte y a tu hermano, adiós.

—Adiós niña.

—A...adiós —se despidió tímido.

Yo solo lo mire con una ceja alzada y una sonrisa de lado

—¿Que?

—Te gustó —afirmé

—¡No me gusta, Alonso! ¿Y porque no entramos? me estoy muriendo de frío.

Reí.








Editado.
17|03|17

Sin planes →avc. editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora