Capítulo uno.

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-¡MICAELA! ¿Ya llegaste? -Gritó su madre desde la cocina. A pesar de ser una persona de clase alta, Marcela Viciconte siempre fue independiente y trató de ser servible y amable con los empleados, los ayudaba y participaba a la hora de cocinar; era su hobbie favorito.
-Sí mamá, ¿qué pasa? -Respondió la rubia.
-Quiero que te prepares porque hoy viene toda la familia Gravano.
-Sergio salía hoy.
-Sergio no es toda la familia, el resto viene.
-Quiero salir con mis amigas.
-Sabes que soy muy estricta con el tema de las cenas mensuales con ellos. Que él no venga no significa que vos no tengas que participar.

había algo que le molestaba a Micaela era que la manden, que arreglen sus horarios. Le gustaba ese tipo de cenas, pero cuando Sergio era parte. No le interesaba ver la cara de Mirtha, Fabián y Gonzalo. En , eran sus suegros y su cuñado, pero hoy iban a ser 'los amigos de papá y mamá'.
Almorzaron juntas y Micaela se recostó a dormir, durmió toda la tarde y a las 19 pm. exactamente una hora antes de que llegara la familia se despertó, se ducho y se terminó. Se puso un vestido escote V que le llegaba a las rodillas con sus converse negras favoritas, le encantaba el estilo informal.

Cuando quiso darse cuenta la familia Gravano estaba en su casa, así que bajó al living.

-Buenas noches. -Saludó Micaela lo más simpática posible.

-Hola hermosa. -Correspondió el saludo Fabián. Él no era serio, ni un poco, se notaba en su cara. Le tenía un gran aprecio a Micaela, todo lo contrario a Mirtha, que se notaba que desde que salía con su hijo más grande había tomado distancia de la rubia. Ella sólo le dedico una sonrisa y le dio un beso.

-Hola.- Dijo el menor de los Gravano, no se llevaban bien, él por alguna razón también había tomado distancia de Micaela, antes eran grandes amigos, pero el tiempo pasa y la gente cambia.

La cena fue bastante tranquila, risas por acá, comentarios por allá, nada fuera de lo normal para las familias.
A la hora del postre y la parte melancólica de la cena, Micaela codeó a su cuñado.

-¿Qué pasa? -Preguntó el serio y desinteresado.
Ella ignoró su rostro y le hizo una seña para que lo siguiera. Se levantaron y fueron al patio trasero.
-¿Me podes decir que pasa?
-¿No me vas a agradecer?
-¿Por qué tendría que hacerlo?
-Te acabo de salvar de la cena más aburrida que podrías tener en la vida.
-A mi me parecía interesante.
-Este es el momento en que a mi me gustaría saber que es lo que pasa. -Acto seguido la rubia apoyó su helado de gusto flan en el borde de la piscina hermosa y delicada que tenía la familia, sacó sus converse, metió sus pies en el agua y siguió comiendo el helado mirando al fondo de la pileta.
-¿Qué pasa con qué?
-Con vos y tu estúpida manera de tratarme.
-¿Manera de tratarte?
-Sí, me ignoras, a penas me saludas y es solamente por educación. Me hablaste mal. ¿Desde cuando te gustan estas cenas tan estúpidas Gonzalo?
-Desde que empezaste a salir con mi hermano y solo lo codeabas a él para venir al patio. Era mas lindo cuando éramos todos amigos.
Gonzalo peinó su flequillo, se dio la vuelta y volvió a ser parte de la cena, en el comedor de la casa, dejándola a la rubia sola y con la palabra en la boca.

La consecuencia de amarte [Gonzaela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora