10. Enfermería

98 11 0
                                    

Al parecer hubo un error en el capítulo y no se vio completo, y para más inri tuve que volver a escribirlo de nuevo ya que tampoco se me guardó :( 


Desperté en lo que parecía ser una sala de enfermería. Paredes y cortinas blancas, camillas, estantes llenos de medicamentos y utensilios médicos... Sí, sin duda lo era, pero no había nadie allí o al menos eso parecía con la poca visibilidad que tenía con la cortina que separaba una camilla de otra.

Intenté ponerme en pie pero en seguida me mareé, por lo que tuve que quedarme a medias incorporándome en la camilla.
Esperé un par de minutos más para retomar fuerzas y poder ver si aparecía alguna enfermera pero nadie lo hizo, por lo que retomé mi objetivo de levantarme y salir de allí.  Esta vez me aseguré de no caerme en el intento, cosa que logré mejor de lo que pensaba.

Mientras caminaba miré hacia los lados, más camillas se extendían con blancas cortinas que no me dejaban ver si realmente había alguien o no en ellas. Continúe caminando y observando todo a mi alrededor cuando noté un fuerte dolor de cabeza y tuve que apoyarme en un archivador para evitar caerme. Segundos después me sobresalté al oír algo metálico caer al suelo provocando un gran estruendo, pero al mirar alrededor de mí para encontrar aquello que había tirado todo estaba en orden.

Continué buscando aquello que había originado el ruido y tras deambular por casi toda la enfermería, casi estaba segura de que no lo encontraría pero al fijarme en una de las últimas camillas, vi tras la cortina una bandeja tirada en el suelo con varios objetos alrededor y unos pies. Aparté la cortina y para mi sorpresa no pude evitar reír.

-¿Alhan?

Éste se encontraba sentado y con la cabeza inclinada hacia atrás para evitar que su nariz continuase sangrando y empapase aún más los algodones que tenía puestos. En cuanto me oyó me dirigió una mirada de odio de soslayo.

-¿Qué haces tú aquí?

-Eso debería preguntarte yo, creo que dijiste bien claro que no necesitabas venir aquí a que te curasen. -A lo que él refunfuñó.

-Y no lo necesito, es solo que no paraba de sangrar y estaba estropeándome mi cazadora favorita, por lo que no me quedó más remedio.

-Ya, claro. -Sonreí.- ¿Y la bandeja?

-Tengo  que cambiarme los tapones ya e intentaba hacerlo sin mover la cabeza, ya que si la agacho no habrá servido de nada todo el rato que llevo aquí. Pero como puedes ver, no tuve éxito.

Sonreí de nuevo al ver lo torpe que era, me agaché para recoger la bandeja y el resto de cosas, y lo puse todo en la mesa para disponerme a curarle yo misma. Al fin y al cabo, había sido culpa mía. Alhan se apartó en cuanto apoye mi cuerpo en lo que sobraba de camilla entre sus piernas.

-¿Se puede saber qué haces?

-Ayudarte, ¿o es que también estás ciego?

-No necesito tu ayuda.

-Igual que tampoco necesitabas venir a la enfermería ¿eh? -No contestó así que agarré su cabeza y volví a ponerlo frente a mí.- Ahora quédate quieto o te aseguro que seré yo misma quien te haga sangrar. -Reí pensando en aquello.- Aunque, la verdad es que ya lo he hecho.

-Tampoco te vengas arriba, hiciste trampas. -Contestó de mala gana.

-¿Trampas? Yo solo aproveché mis opciones. No es mi culpa que seas tan básico como para que solo necesite tener una vagina para bajar tu guardia, yo que tu intentaba evitarlo. - Ya casi acababa de curarle.

-La próxima vez te daré una paliza.

-Esa fue tu intención hoy y mira donde acabamos. -Esta vez él también rió acompañando mi risa.- Túmbate, ya he acabado además así será más cómodo el mantener la conversación sin que tengas dolor de cuello.

Para mi sorpresa, hizo exactamente lo que le ordené sin siquiera un mínimo atisbo de reproche.

-Y tú, ¿cómo es que estás aquí? -Preguntó mientras se acomodaba.

-Creo que me desmayé por agotamiento. -Me encogí de hombros.- En realidad no lo sé a ciencia cierta ya que lo único que recuerdo es estar almorzando con Clay y después...nada. Me desperté aquí.

-¿Estabas almorzando con mi hermano? -Aquello inspiró curiosidad en él.

-Sí, bueno fue él quien me buscó después de nuestro entrenamiento y se ofreció a traer la comida. Yo simplemente le seguí hacia una mesa, no me había dado cuenta si quiera del hambre que tenía.

Aquello pareció no gustarle, ya que todo en su lenguaje corporal cambió. Aquel momento de relax se había esfumado.

-Ten cuidado Freya. Mi hermano no es tan bueno como parece, que no te engañe una cara bonita. - Su cara estaba totalmente seria.

-No te equivoques. Sigo sin confiar en nadie aquí, pero eso no quita que me relacione con los demás. Ya ves, lo hago contigo ahora y acabamos de intentar matarnos hace un rato. -Bromeé para quitarle importancia al asunto. Él desvió la mirada.

-Tú eres más lista que las otras.

-¿Acaso acaba de salir un cumplido hacia mí del todopoderoso Alhan? -Fingí sorpresa.- Ahora es cuando cuando saltas a mi cuello y me arrancas la garganta de un mordisco, ¿no?

-Puede que lo haga. -Rió.

-Pues entonces tendré que arrancarte los ojos justo antes de que eso pase.

-¿Es que acaso no tienes más repertorio de amenazas? ¿Tengo que enseñarte? -Se burló.

-Te aseguro que no has visto ni la punta del iceberg, querido Alhan. -Y le golpeé la nariz, a lo que él se quejó.

-Y ahora soy querido... la relación prospera. -Volvió a burlarse.

-La única relación que existe aquí es la de asesino-víctima y ya sabes perfectamente qué papel te toca. -Aquello provocó su risa una vez más, que me contagió segundos después.

Al parecer aquel Alhan no era tan malo como creí al principio, a pesar de que aún seguía asqueada por lo ocurrido en la mañana. Y pensé que aquel era el mejor momento para sacarlo a flote.

-Sobre lo de esta mañana...

-¿Qué? -Se incorporó un poco ya que su nariz estaba mucho mejor. Eso de la regeneración era todo ventajas.

-Te excediste.

-¿Y?

-¿Cómo que 'y'? Casi le matas Alhan. 

-Sí, ¿qué esperas que te diga exactamente? Lo que viste es lo que soy. No esperes de mí un príncipe azul con el que jugar a las casitas Freya, para eso ya tienes a Clay.

Sin saber porqué la forma en la que dijo aquello me molestó. ¿Quién coño se creía para hablarme así? La tonta era yo que encima le había ayudado. Me levanté y me dispuse a salir de allí.

-Al menos a él puedes darle la espalda sin preocuparte de que te apuñale. -Aparté la cortina.- Algún día alguien como yo te partirá la cara.

Apenas pude oír su respuesta al casi salir de la enfermería.

-Estoy deseando ver cómo lo intentan.

_________________________________________________________________

¡Hoooola! Aquí tienen otro capítulo más que espero que les guste. Ya saben, no se olviden de votar, comentar y compartir que siempre se agradece.  ^^

Avísenme si ven cualquier error y si tampoco esta vez se ve el capítulo completo. 

¡Nos vemos en el próximo! Byeeee <3 <3 <3 <3


The Big Bad Wolf must dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora