Importante: Decidme si el capítulo se ve entero. La frase final es "Despacho de Kornell". Os agradecería la ayuda.
Esa noche no pude dejar de pensar en los documentos que había visto en el despacho de Kornell. Si mis sospechas eran ciertas, ¿no debía un Alpha proteger a su manada? Entonces, ¿por qué ocultaba lo que le había ocurrido realmente a aquellos que habían sido asesinados brutalmente? ¿Qué ganaría escondiéndolo? ¿Sabría de quién se trataba? Otra de las dudas que nacía en mí era, ¿debía investigar? A fin de cuentas aquella no era mi manada y tampoco sabía si un día llegaría a serlo por lo que no tenía muy claro si merecía la pena gastar el tiempo en indagar. Por otra parte, tampoco podía ignorar el hecho de que existía una posibilidad de que sí que acabara siendo mi manada y si eso ocurría, ¿estaría dispuesta a dejarlo correr? No. La respuesta era sencilla, y supe desde el primer momento que no podría dejarlo ir, ya fuese por hacer justicia o por mi curiosidad.
Lo había decidido, ese día tenía libre ya que no había ninguna clase programada con ninguno de los dos hermanos. ¿Por dónde podría empezar a buscar? Estaba claro que la principal fuente de información era el propio despacho de Kornell, pero no tentaría a la suerte de nuevo. Tantear el terreno con Clay sonaba como una buena idea, así que puse rumbo a la mansión, esta vez andando para poder disfrutar de la naturaleza que me rodeaba allí.
El día estaba nublado y las copas de los árboles se mecían a merced de la suave y fría brisa del día. Amaba aquel tiempo, aunque lo hubiera amado más si lloviese. Tomé una bocanada de aire puro y noté como llegaba hasta mis pulmones. Mis manos empezaban a enfriarse así que las metí en los bolsillos de mi sudadera y comencé a trotar hacia la casa Foster. No debía tardar mucho si continuaba a ese paso.
Cuando ya estaba por llegar me dio la sensación de ver algo moverse a mi derecha entre los árboles y me detuve, pero al observar bien no encontré nada. Me acerqué al lugar, pero tampoco pude ver a nadie. Entonces oí una rama romperse y supe que algo o alguien se encontraba allí conmigo. Me puse en posición de defensa y retrocedí un par de pasos para tener una mejor visión.
-¿Quien anda ahí?
No obtuve respuesta así que puse en práctica mi entrenado olfato para localizar su olor y posición.
Sin duda se trataba de un animal, pero no uno cualquiera, sino un cambiante ya que su olor se entremezclaba con el de un humano. Me giré completamente y a pesar de que sabía perfectamente que de allí provenía el olor, no conseguí ver nada. Entonces fue cuando le vi. Un puma notablemente más grande de lo normal me observaba desde lo alto de un árbol con sus ojos verdes penetrantes, mientras movía su cola y se lamía una pata, muy tranquilo al parecer.-Solo lo preguntaré una vez. ¿Quién eres?
El animal desvió la mirada y bajó de aquella rama para dar vueltas alrededor de mí. Al parecer sentía curiosidad. Únicamente pude seguir observándole atenta a cualquier movimiento que hiciera. No parecía que tuviera interés en atacarme y sin duda no podía negar que era realmente precioso, o quizás fuese que jamás había visto uno tan cerca. Pude ver como movía su nariz por lo que deduje que estaba intentando saber quién era o si era humana así que le ahorré la molestia.
-Soy una cambiante. Deberías haberlo deducido cuando te pregunté quién eras. -A pesar de observar que no tenía intención de atacarme continué alerta.- ¿Estás solo?
Su mirada me dijo exactamente lo que ya sabía que contestaría, ya que hubiese sido mi respuesta en su misma situación: " ¿De verdad crees que se lo diría a un extraño?"
-¿Qué quieres de mí entonces?
El animal se giró mientras me miraba de soslayo y se dirigió hacia la parte de atrás del árbol para acto seguido agacharse y mostrarme en su boca un conejo muerto. Me observó esperando mi respuesta.
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The Big Bad Wolf must die
Werewolf[Jueves o Viernes días en los que publico] Ni el bueno es tan bueno, ni el malo tan malo. Eso es lo que aprende Freya, una chica Canadiense, a coste de muchas cosas al volver a casa con su manada junto a sus padres adoptivos y su huérfana mejor ami...