Tácticas de seducción

Parte Ten

ChanYeol caminaba distraído hacia la terraza del instituto... Bueno, en realidad caminaba expectante. Ya que quería hablar con YiFan y este parecía no querer hacerlo. Kris había estado evitándolo desde que lo encontró en la entrada. Pero no era solo eso, también le dedicaba miradas frías, cada vez que se cruzaban. ChanYeol estaba molesto.

- ¿Donde estás?... - Susurró ChanYeol mirando el paisaje desde la terraza. Allí podía ver una gran parte del instituto.

Especialmente al club de porristas que estaba practicando. Lugar donde siempre podías encontrar a Wu YiFan, pero por mas extraño que esto pareciera, al susodicho no se le vio un pelo en ese lugar. ChanYeol soltó un suspiro y se apoyo en el barandal airado. ¿Donde podía estar?... En ese momento su mirada divisó la silueta de YiFan.

ChanYeol sonrió y se encaminó hacia aquel lugar poco habitado. Nunca se le cruzo por la cabeza ir al edificio viejo del instituto. Allí donde se juntaban los alumnos mas rebeldes y escandalosos. ChanYeol bajo las escaleras con una linda sonrisa en su rostro y de la misma manera iba saludando a las personas que le devolvían el gesto. Mas de una chica quiso retenerlo con conversaciones amenas, pero el no tenia ánimos de estar con ellas. Así que amablemente las rechazaba y seguía andando.

Debía darle las gracias a YiFan por ayudarlo el día anterior. Aunque estaba un poco incrédulo por ese asunto. El oficial de la mañana le había dejado bien en claro quien lo había informado de su situación. ChanYeol estaba feliz, no sabía realmente el porque, pero lo estaba. Tenia muchas cosas buenas para estarlo. Yulli le había llamado antes de entrar al instituto disculpándose y cortando con el. Estaba libre.

Al llegar al antiguo edificio ChanYeol frunció su ceño con desaprobación, al ser recibido por el horrible olor a juerga del lugar. No comprendía como los jóvenes arruinaban sus vidas con esos vicios... ChanYeol formo una sonrisa sarcástica, cuando sus ojos captaron la imagen de YiFan llevando un cigarrillo a sus labios. ¿No había algo mal qué este no hiciera?.

ChanYeol observo como el mayor se sentaba en el marco de la vieja ventana. Tan guapo... ChanYeol negó con su cabeza y comenzó a caminar hacia el aula donde se encontraba Kris. Solo debía dar la vuelta para llegar a el... ChanYeol estaba cerca, pero se detuvo cuando escucho hablar a los amigos de YiFan. No los había visto desde el otro lado.

ChanYeol rezongo con fastidio. Ahora tenia tres opciones; Esperar a que Kris saliera, a que sus amigos lo hagan o irse y esperarlo en la salida. (Donde seguramente también esté con sus amigos). Finalmente decidió espiar por una de las ventanas hasta tener una chanse de hablar con Kris. ChanYeol se asomo por la ventana y vio a los cinco chicos reunidos en la esquina del salón. Allí donde se encontraban las ventas.

- ¿Qué pasa, gigantón?. - Le preguntó un chico de apariencia traviesa y se colocó junto a el. YiFan lo miro de reojo y volvió a mirar hacia fuera de la ventana. - Ehh... ¿Por qué esa actitud conmigo?. - Le cuestionó el chico, con una perfecta sonrisa gatuna.

- No estoy de ánimos, Cheshire. - Le gruñó Kris dándole otra calada a su cigarrillo y atravesándole el alma con una rápida mirada.

JongDae silbo divertido y sonriendo, dio vuelta una silla, para sentarse en ella de manera despreocupada.

- Creo que eso quedó claro, Amigo, pero ¿por qué?, ¿una tía te rechazó?. - Lo instigó JongDae apoyando su barbilla en el respaldo de la silla.

- Dejalo en paz, Chen. No quiero estar haciendo de escudo para ti cuando Kris quiera matarte. - Le advirtió YiXing mirándolo airado.

En ese momento los labios de JongDae formaron una sonrisa traviesa y malvada. Tanto que ChanYeol le dio el visto bueno a su apodo Cheshire.

- Todos aquí sabemos que nunca dejarías que el gigante lastimé lo que mas amas, cariño. - Canturreo Chen mirándolo insinuante. YiXing lo miro y soltó un bufido incrédulo. - Vamos Xing, ¿por qué no solo admites qué estas loco por mi y te lanzas a mis inmortales brazos?. - Le preguntó giñandole un ojo coqueto y extendiéndole sus brazos.