Capítulo XXIV

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Les conté lo sucedido por lo que Carlos terminó siendo el más sorprendido debido a que no sabía nada de lo que estaba sucediendo, sin embargo no dijo nada solo miró a mi madre confundido quizá hable con ella en privado.

La hora de visita había terminado y tuvieron que irse, se despidieron de mi y luego salieron a excepción de Simon que insistió en quedarse conmigo por si necesitaba algo, no sé cómo lo logró pero lo dejaron quedarse y me agrada que lo haya hecho.

Había pasado una semana en el hospital y Simon siempre se quedaba conmigo por las noches y parte de la tarde y por más que le dije que no era necesario no hacía caso.

- Que bueno verla despierta - dijo el médico entrando en la habitación, Simon había salido por un café así que estaba sola  - ¿cómo se siente?
- Me duele todo el cuerpo pero ver a mi familia me hace sentir mejor - respondí.
- Es normal después de lo que vivió - dijo revisando mi historia médica.
- Lo sé - dije triste al recordar lo que había sucedido.
- Lo bueno es que ya pasó y ahora está a lado de su familia como dice usted, además hay buenas noticias, mañana podrá irse.
- ¿En serio? - dije sorprendida.
- ¿Acaso no quiere? - me miró sonriendo de lado - nosotros estaríamos encantados de tenerla aquí por más tiempo.
- No, no es eso, sólo que pensé que me quedaría más tiempo pero me agrada la idea de irme ya - respondí.
- ¿Tan mal la hemos tratado? - dijo con una sonrisa pícara, ¿acaso me está coqueteando? No, no lo creo - Bueno sólo tiene que estar en reposo, aún está delicada, mañana le daré con más detalle todo los cuidados que debe tener.
- Gracias doctor - sonreí pero dejé de hacerlo cuando note que Simon iba entrando.
- ¿Interrumpo? - preguntó Simon serio.
- No amor, el doctor acaba de decirme que mañana puedo irme a casa - note que el doctor cambio su expresión, su sonrisa desapareció cuando llamé amor a Simon.
- Que bueno hermosa - dijo Simon poniendo su café en la pequeña mesa y luego me dio un beso.
- Hasta luego señorita Adkins - dijo el doctor saliendo de la habitación.
- Hasta luego y gracias por todo - respondí y luego se fue - ¿que fue eso? - pregunté.
- ¿a que te refieres? - respondió haciéndose el desentendido.
- Simon... Ignoraste al doctor, ¿que paso?
- Ah... Yo no lo ignoré...
- Simon...
- Ok ok, esta bien, ¿no te diste cuenta como te miraba?
- Como su paciente, como más podría verme... - sabía a lo que se refería pero hice como si no.
- Adele por favor, ese doctor te miraba como si quisiera algo contigo y ...
- ¿ Y ? ... No me digas que estas celoso... - quería reírme pero me aguanté.
- ¿Celoso yo? No, como crees y menos de él...
- Ujummm estas celoso - dije riendo pero al hacerlo mis costillas me dolieron tanto que paré de hacerlo para soltar un quejido de dolor.
- ¿estas bien? - dijo preocupado.
- Si, sólo que me dolió cuando me reí.
- Es por burlarte de mi - me dio un beso en la mejilla.
- Tu tienes la culpa.
- ¿Yo? ¿Porque?
- Pues por ponerte celoso del doctor, no niego que está guapo ...
- ¡Adele!
- jaja.. ¡Auch! - me quejé otra vez.
- Pues si, si me puse celoso, no me gusta que te vean de ese modo.
- Simon, que importa si me ven de esa manera, yo solo te quiero a ti, te amo, acaso no te ha quedado claro aún - tomé su mano.
- Lo sé, solo que no puedo evitarlo, lo siento hermosa.
- Bueno ya, ya pasó, dejemos de hablar del doctor y mejor dame un beso.
- Mmmm suena interesante - dijo con una voz pícara.
- Pero ten cuidado - dije ya que me dolían los labios por la cachetada que Alex me dio, bajé la cabeza al recordarlo.
- ¡Hey! Jamás te haría daño, Te amo - dijo tomando mi rostro con delicadeza y me dio un beso tierno, no cabe duda de que lo amo.

Salimos del hospital tal y como me dijo el doctor, me dio indicaciones de cómo tenía que cuidarme porque aún estaba delicada.
Simon me ayudó a subir al auto, mi madre y Laura también estaban allí pero Carlos tuvo que regresar por cosas de trabajo.

- Tengo que volver hoy - dijo mi madre cuando Simon arrancó el auto.
- Lo entiendo mamá, no te preocupes por mí, estaré bien.
- Si, lo sé - respondió viendo a Simon y Laura - estarás en buenas manos.
- Claro, desde hoy te cuidaremos - dijo Laura guiñando el ojo, Simon sólo sonreía.

Llegamos a casa y vi en la sala unas maletas, pero esperen no son los de mi madre, ¿que esta pasando? Volteé a ver a Simon confundida.

- Viviré contigo - dijo con una sonrisa nerviosa.
- Yo sé lo pedí - dijo de repente mi madre - hija no es bueno que estés sola y Simon puede estar contigo, quien mejor que él mmm.
- Si Delly - intervino Laura - yo me ofrecí pero lo mejor es que este barbón este aquí, además se que tu también quieres estar con él - hizo una mirada pícara.
- Pero si no te parece la idea, no pasa nada, igual vendré a verte todos los días - dijo Simon mirándome.
- Ok ok ok... Esperen yo no he dicho nada - todos me miraron en silencio - Claro que me agrada la idea Simon - dije sonriendo.
- ¿en serio? - preguntó Simon.
- Hay Simon, claro que es en serio, ¿acaso no notas que está mujer está enamorada de ti hasta los huesos? - dijo Laura graciosa.
- ¡Laura! - dijo mi madre riendo - ven, ayúdame a hacer mis maletas - la tomó del brazo y se la llevó entre risas.
- ¿Es eso cierto? - preguntó Simon acercándose más a mi.
- mmm no sé, ¿tu que crees? - sonreí traviesa.
- Yo pienso mm que ... Yo pienso que te amo - me dio un beso.

Mi madre se fue y Laura la llevó al aeropuerto, así que Simon y yo nos quedamos solos, es extraño jamás había vivido con alguien que no fuese mi madre pero es Simon y me encanta tenerlo conmigo todos los días.

Los días han pasado muy rápido y ya me siento mucho mejor, hablé con mi productor para fijar la nueva fecha del lanzamiento de 21, ya que lo tuvimos que cancelar por lo ocurrido, quedamos que sería en una semana y eso la verdad me puso muy feliz, ya quiero volver a cantar y sentir esa sensación tan reconfortante que siento cuando mis fans cantan mis canciones.
Por otro lado no hemos vuelto a saber de Alex, el detective dijo que estuvieron a punto de atraparlo pero que escapó, pensar en él hace que no tenga paz, no puedo sentirme tranquila sabiendo que está por ahí libre y que en cualquier momento puede encontrarme y tratar de lastimarme más.

- Buenos días hermosa - dijo Simon entrando con el desayuno, desde que empezamos a vivir juntos lo ha echo.
- Buenos días amor, pero no era necesario, ya estoy bien.
- Que estés bien no quiere decir que no pueda engreirte - dijo poniendo la bandeja en el velador.
- Ven, acuestate a mi lado - dije tomándole de la mano.

Simon obedeció y se acostó a lado mío, me abrazó y yo a él.

- ¿estas bien? - preguntó.
- Si, es sólo que... Simon ¿tu crees que atrapen a Alex?
- Mmm era eso, no lo sé amor, eso espero por el bien de todos, pero ahora estoy aquí contigo y no voy a volver a exponerte por ningún motivo, ya no.
- Gracias... Te amo - lo besé tiernamente, es uno de esos besos que te hacen sentir segura y amada.

Sin dejar de besarlo me puse sobre él, hacia mucho que no estábamos juntos.
Subimos el nivel de los besos, de tiernos a apasionados y con deseo, le quite la camisa que traía y empecé a besar su cuello, se que eso le encanta, dejó que yo tomará el control y así lo hice. Ambos estábamos desnudos en la misma posición, no dejábamos de besarnos y acariciarnos, me acomodé y dejé que entrara en mi, al sentirlo no pude evitar gemir de placer, mi corazón se aceleró y mi piel se erizó por esa sensación, cerré mis ojos y empecé a moverme despacio de adelante hacia atrás, esto me hizo arquear la espalda y gemir aún mas, teníamos nuestras manos entrelazadas disfrutando del placer que sentíamos, Simon me tomó de la cintura y en un giro rápido ya estaba sobre mi. Sin dejar de entrar en mi Acaricio mis pechos mientras los besaba, aumento la rapidez de sus Embestidas hasta que sentí como si una corriente eléctrica recorriera cada parte de mi cuerpo, había llegado al climax de satisfacción, Simon también llegó sólo un par de segundos después y se dejó caer sobre mi, ambos estábamos exhaustos por aquella entrega, extrañábamos entregarnos el uno al otro y eso se vio reflejado ahí, en ese acto de amor entre los dos.
Nos quedamos dormidos durante dos horas y tal vez hubiese sido más si no fuese por el sonido de mi celular que nos hizo despertar, lo tome y era un número desconocido, dude en contestar pero al final lo hice.

- ¿Hola? - contesté.
- Hola mi amor, ¿me extrañaste? Por que yo si y te aseguro que pronto estaremos juntos otra vez y ahora nadie nos va a separar.
- ¿Alex? - dije nerviosa y empecé a temblar, Simon me quitó el celular y antes de que pudiera hablar la llamada ha había terminado.



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Hola lectores, pasaba por aquí y decidí dejarle es capítulo 24, espero que les guste... Esperaré sus votos y comentarios... Nos vemos luego 😉

Gracias por leer 😊

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