Como te extraño mi amor, si tan solo pudiera retroceder el tiempo aún estarías conmigo, debí detenerte, tú no merecías eso, todo fue mi culpa y eso es algo que jamás podré perdonarme.
Te necesitamos tanto, Angelo ya tiene 4 años, ya es todo un hombresito, lamento no haberte dicho que lo estábamos esperando, quería que fuera una sorpresa, te lo iba a decir cuando regresarás pero eso nunca sucedió.
Cuando lo veo no puedo evitar recordarte, es cierto que se parece a mi físicamente pero en todo lo demás es como tú, tiene tu carácter, tus gestos, tu forma de mirar, tu sonrisa... Me hubiese gustado tanto que lo conocieras, que lo sostuvieras en tus brazos cuando nació, que lo vieras dar sus primeros pasos, escucharlo decir sus primeras palabras, oirlo llamarte papá.
Esto es tan difícil sin ti, cuando te fuiste te llevaste contigo la mitad de mi vida, desde ese día no he vuelto a cantar, en cada canción te recuerdo, he escrito muchas canciones pero en todas estas tu, en cada cosa que veo estas presente, ya no se que hacer, después de todo este tiempo no he podido superar la noticia de tu partida, quisiera que todo sea un sueño...
- Mami mami - escuché su hermosa voz sacandome de mis pensamientos.
- Dime mi cielo - lo tomé entre mis brazos sentándolo en mis muslos.
- ¿Estas triste? - preguntó mirándome con preocupación.
- No mi amor - respondí - sólo estaba recordando.
- mmm pero ¿qué recordabas que te puso triste? - preguntó nuevamente.
- Ya te dije que no estoy triste mi cielo - le apreté sus cachetitos haciendo que soltara una pequeña risita - Sólo recordaba a tu papá, el estaría tan orgulloso de ver que eres un niño maravilloso y valiente - solté un suspiro.
- Mami, ¿el no volverá?, yo quisiera jugar con él, porque no le pedimos a Diosito que nos lo mande de regreso, tu siempre dices que el puede hacer muchas cosas - me miró entusiasmado, tanto que no pude evitar soltar lágrimas.
- No mi amor, eso no se puede, Diosito lo necesita por eso tuvo que irse con él - respondí en un sollozo, tratando de no llorar frente a mi hijo, aclare mi voz y lo abracé con todas mis fuerzas.
- No llores mami - dijo mi pequeño Angelo separándose de mi - aquí estoy yo, yo te voy a cuidar de los monstruos - hizo una mueca tratando de imitar a uno de ellos - Te quiero mami - definitivamente mi pequeño es lo mejor que me pudo dejar Simon, no se que hubiese sido de mi si él.
Sonó el timbre y Angelo me miró tiernamente y con su pequeña manito limpió una lágrima que recorría mi mejilla. El es mi fuerza para seguir adelante.
- Mi amor, deben ser tu abues, ¿quieres abrirles la puerta?
- Siii - gritó emocionado.
- Entonces ve - lo hice bajar y corrió hasta la puerta, me puse de pie y limpie mis lágrimas, no quería que mi mamá se diera cuenta de que estuve llorando.
- ¡¡Abueee!! - gritó Angelo al ver a mi mamá y a Carlos del otro lado de la puerta.
- Mi pequeño - lo abrazó mi madre y después lo cargó - ¿como te has portado?
- Bien, mi mamá dice que soy un buen hijo - dijo orgulloso.
- jajaja eso es cierto, es el mejor hijo - dije acercándome - Hola mamá, hola Carlos ¿como estas?- sonreí tratando de ocultar mi tristeza.
- Bien, felices de verlos de nuevo - respondió él.
- Hola mi cielo - añadió mi madre, me miró y aunque trate de evitarlo se dio cuenta de mi estado, a ella no puedo ocultarle nada - Pequeño, ¿me haces un favor? - Le dijo a Angelo.
- Si abue..
- Que te parece si le muestras tus dibujos al abuelo Carlos, ¿te gustaría?
- ¡¡Si...!! - exclamó feliz.
- Bueno vamos - dijo Carlos cargando a Angelo y llevándoselo a su habitación.
- Ahora si, ¿me dirás qué pasa? - preguntó.
- Nada mamá - miré a otro lado.
- Hija, es por lo de siempre ¿cierto? - me tomó de las manos y no pude evitar abrazarla y llorar de nuevo - tranquila cariño, todo va estar bien, ven, sientate - sin soltarle las manos asentí y nos sentamos.
- ¿Porque duele tanto mamá? - dije en un sollozo - ¿porque no puedo simplemente olvidar?
- Cariño, no te hagas esto, debes seguir siendo fuerte como hasta ahora, por Angelo que es tu hijo y por ti. No te sigas martirizando por lo que pudo o no haber pasado, la vida sigue, mira ¿porque no vuelves a cantar? Eso te ayudaría mucho, yo soy testigo de como olvidas al mundo y te vuelves parte de la melodía, estoy segura que eso te ayudaría muchísimo.
- No puedo mamá, no creo que sea buena idea - me paré y saque mi ya acostumbrada libreta en donde solía escribir canciones y se la mostré.
- Hija esto es hermoso - dijo sorprendida, la verdad no se porque si solo son fantasías mías.
- No mamá, acaso no te das cuenta, todo lo que dice allí habla sobre él, ¿no entiendes? No puedo dejar de pensar en él.
- ¡Adele ya basta! - exclamó - él, aunque duela aceptarlo esta muerto y tú sigues con vida, ¿crees que él hubiese querido verte así?... Simon fue un gran hombre pero por cosas del destino ya no está con nosotros, tienes que buscar tu felicidad, sal a algún lado, distraete, ya fue suficiente, no es sano que sólo vayas a trabajar y luego vuelvas como si no tuvieras vida, esto también daña a Angelo.
- No lo se mamá, si no fuera por mí hijo no se que hubiese sido de mi, él es por lo único que me levanto todos los días y creo que así será hasta que me muera, su felicidad es lo más importante ahora.
- ¿Y tú qué?, ¿tu felicidad donde queda?... Hay tantos que han tratado de acercarse a ti pero tu simplemente los has Alejado, aún no puedo entender como es que Jhosep aún sigue tratando de acercarse a ti, se ve un buen hombre, ¿porque no le das una oportunidad? Yo sé que...
- ¡Mamá basta!... - grité - lo siento, lo siento es que me irrita que me digas cosas como esa y lo sabes, Jhosep es sólo un amigo, solo eso - me puse de pie y caminé hacia un stand en donde estaba una foto mía con Simon, la tomé y no pude evitar recordar ese día.
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- ¿Falta mucho? - pregunte impaciente y ansiosa por saber donde estábamos, Simon me preparo una sorpresa y supongo que es algo grande porque me ha vendado los ojos.
- Tranquila hermosa ya llegamos, te prometo que te va encantar.
- ¡Ayy que emoción!... Dime una pista de lo que es siii...
- no no no, si ya esperaste todo el trayecto hasta aquí pues un poco más no hará la diferencia - me dio un pequeño beso y luego bajó del auto, no sin antes advertirme que no haga trampa y la verdad quiero hacerlo pero no malograré la sorpresa.
- Bien, déjeme ayudarla señorita - tomó mi mano y bajé del auto, hacia mucho frío por lo que Simon de inmediato me puso mi abrigo y luego cerro el auto - ¿estas lista? - preguntó.
- Eso creo - respondí aferrándome a él ya que no podía ver nada.
- Bueno entonces vamos - me abrazó de lado y caminamos unos metros - justo aquí - susurró en mi oído y luego se puso detrás mio.
Me sentía como una adolescente en su primera cita, la emoción, los nervios, el frío, todo lo volvía tan intrigante, quería saber ya de que se trataba. Sentí como la venda iba cayendo delante de mis ojos pero no los abrí, continué cerrándolos esperando a que Simon me diera la orden de poder hacerlo, quería que todo salga perfecto.
- Ya puedes abrirlos - susurró detrás mio rodeándo mi cuerpo con sus tan confortables brazos.
Al abrir mis ojos, descubrí lo maravilloso que es Londres de noche, jamás había estado en este lugar, es increíble y más con Simon a mi lado.
- ¡wouu! Esto es increíble, jamás lo había visto así, es fantástico, gracias, gracias por mostrármelo... - giré y lo besé, era un momento tan romántico, me separé de el y por encima de sus hombros pude ver una mesa decorada con velas y pétalos de rosas.
- ¿Te gusta? - pregunto con una sonrisa.
- No - respondí.
- ¿que? - dijo decepcionado.
- no, no me gusta - añadí tratando de estar lo más seria posible.
- Oh, lo lamento, creí que te gustaría - dijo caminando hacia la mesa.
- Jajajajaja Simon - empecé a reír.
- No es necesario que te burles - dijo dolido, creo que se me pasó la mano.
- Amor - lo abracé por detrás - No me gustó, me fascinó, es la mejor sorpresa que me han podido dar, esto es realmente hermoso - me puse frente a él y acaricié su rostro - Sólo bromeaba.
- Pues no me gustó tu broma - se alejó de mi, ¿en serio se molestó tanto?
- Lo siento, amor en serio no fue con mala intención.
- jajaja sólo bromeaba - empezó a reírse - la venganza es un plato que se come caliente - dijo jugando pegandome a su cuerpo.
- ¿ah si? ... ¿Y ya terminaste?
- mmm fíjate que no, aún no me como el plato - me guiñó el ojo.
- ¡¡Oye!! - le di un golpe en el hombro.
- jajaja Te amo hermosa.
- Y yo a ti mi hombre lobo.
- ¿Me haría el honor de cenar conmigo esta fría noche? - preguntó con una voz galante.
- El placer sera todo mio - respondí imitándolo.
Aquella noche Simon y yo bailamos, reímos, cantamos y después nos amamos como si fuese la primera vez.
- Te amo - dije abrazándolo, estábamos echados en la cama, desnudos después de entregarnos el uno al otro.
- Hermosa ¿puedo hacerte una pregunta? - dijo de repente.
- Claro - respondí y lo mire confundida.
- Si yo desapareciera ¿me buscarías?
- ¿A que se debe la pregunta? - quizá sea porque va a viajar por una conferencia que tiene que dar - amor si es por lo del viaje, todo va estar bien, sólo será una semana.
- Lo sé, pero necesito que me respondas, si yo llegara a desaparecer ¿me buscarías? ¿Estarías dispuesta a esperar a que yo vuelva aún así ya no hayan esperanzas de que lo haga? - sentí una sensación extraña recorrer por todo mi cuerpo, no entendía porque dudaba de eso, pero al verlo con tantas ansias esperando por mi respuesta aclaré sus dudas.
- Iría hasta el fin del mundo por ti, siempre te voy a esperar, Simon tu eres la persona más importante para mí después de mi madre, Te amo y te amaré toda la vida.
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Volví a la realidad cuando sentí la mano de mi mamá en mi hombro derecho.
- Jamás voy a amar a alguien como amé y aún amo a Simon - dije en un sollozo.
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Hello, dejaré esto aquí y desapareceré en 3...2...1...
Gracias por leer (no me odien) 😊
