Capítulo 35

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- ¡¡¡Eres un idiota Simon Konecki!!! - aventó el vaso contra el suelo.
- Ese infeliz malogró todo - dijo Jhosep aún furioso - ¡Dijiste que lo tenías todo controlado! - gritó.
- ¡¡Se supone que tú ya la habías conquistado, pero claro eres tan inutil que ni eso pudiste hacer bien!! - respondió enojada Sofia.
- ¡Ten cuidado de como me hablas! - la tomó con fuerza de los brazos.
- ¡Te cuidado tu idiota! - lo empujó - ¡¿Acaso ya olvidaste gracias a quien estas libre?!... Si yo quiero en este mismo instante hago que te vuelvan a encerrar por muchísimos años o no, mejor para siempre!.
- Lo siento, esque perdí la cordura, todo por culpa del imbesil ese.
- Tenemos que hacer algo para separarlos o todo se irá al tachó, ellos no pueden estar juntos, hay mucho de por medio.
- A mi lo único que me importa es que ella sea mía...
- No me digas que te enamoraste de ella - lo miro con desconcierto.
- Es, es difícil no hacerlo - miró a otro lado.
- ¡Si serás idiota!... Ese no era el trato... Pero que demonios le ven a esa gorda estúpida...
- ¡No la insultes! - la fulminó con la mirada.
- ¡¿La vas a defender después de que te botó como a un perro y se quedó con Simon?!... Valla que eres idiota - soltó una carcajada.
- Eso no importa, ahora tenemos que hacer algo pero ¡ya!

Se quedaron en silencio por unos instantes.

- ¡Espera! - soltó de pronto Sofia.
- ¿Que pasa? - preguntó Jhosep.
- Tú... Tú eres el profesor de arte del mocoso ese ¿no es así? - se acercó.
- Si, tuve que hacerlo aunque no soporto a todos esos mocosos fastidioso y grit... Espera, no estarás pensando en... - puso cara de sorpresa.
- Les daremos en donde más les duele, tanto que Simon vendrá de rodillas a suplicarme - añadió Sofia con firmeza y odio en su mirada.

......

- Tenemos que denunciarlos, esto no puede quedarse así - dijo Adele molesta.
- No podemos, no tenemos pruebas para eso - Añadió Simon.
- Si, el barbón tiene razón, primero tenemos que buscar pruebas para hacer que paguen por lo que han hecho - habló Laura sentándose.
- Por ahora tenemos que ir con cuidado, si fueron capaces de hacer todo esto pueden hacer cualquier cosa - dijo Simon abrazando a Adele quien se encontraba sentada con la cabeza entre sus manos.
- Bueno, yo tengo que volver, Daniel esta esperándome.
- Esta bien Laura, cuidate si, esos desquiciados pueden hacerte algo con el fin de hacernos daño - se miraron fijamente y quedaron en silencio un par de segundos - ¡Angelo! - exclamaron Adele y Laura de pronto.
- ¿Que pasa con él? - preguntó Simon pero de inmediato entendió lo que ambas estaban pensando.
- ¡Tengo que ir por él ahora! - dijo Adele desesperada.
- Tranquilizate, todo estará bien, vamos los dos, voy por las llaves de auto - Simon salió en busca de las llaves.
- Voy con ustedes... ¡Como se le ocurra a hacerle algo a mi pequeño príncipe se va arrepentir toda su puta vida! - gritó Laura.
- Aquí están, vamos - salieron de inmediato de la casa y subieron al auto.
- Si le pasa algo a mi bebé...
- Calmate Adele, nuestro hijo estará bien - Simon la miró mientras conducía lo más rápido que podía.

......

- ¿Lo tienes? - preguntó por el teléfono Sofia.
- Si, tal y como me dijiste - respondió Jhosep.
- Muy bien, ahora lo que sigue - sonrió de lado con malicia.
- Bueno te veo allá - colgó.

...

- ¡Maldición! - dijo Simon golpeando el volante pues estaban atorados en medio del tráfico.
- ¡No no no!... No puedo quedarme a esperar, tengo que ir, además no estamos muy lejos - dijo Adele bajándose del auto.
- Tienes razón vayamos... - Simon la siguió.
- En un momento los alcanzo - gritó Laura quedándose allí.

Adele y Simon corrieron en busca de su pequeño, faltaban aún diez cuadras, cuadras que parecían eternas, corrieron sin descanso con el miedo que causaba saber que su pequeño hijo podría estar en peligro.
Al fin llegaron y Adele y Simon se dirigieron al aula del pequeño Angelo pero no encontraron a nadie. Simon vio a un maestro y le preguntó en donde estaban los niños de ese aula a lo que el maestro les informó que estaban en el Auditorio pues había un espectáculo sorpresa organizado por los niños de grados superiores. Les indicó por donde y salieron de prisa.
- ¡Angelo! - gritó Adele entrando al auditorio seguida por Simon - ¡Angelo! - volvió a repetir causando que todos la miraran.
- Señora Adkins, ¿sucede algo? - le preguntó la directora acercándose a ella mientras Simon empezó a buscarlo con la mirada.
- ¿Donde esta mi hijo? - preguntó agitada.
- Tranquilicese, Angelo debe estar junto a su grupo con su maestra en la parte de adelante.
- Sra. Directora tenemos un problema... - dijo la maestra de Angelo entrando en escena sin percatarse de que Adele estaba allí.
- Maestra, que bueno que la encuentro, la sra. Adkins quiere ver a su hijo - dijo la directora.
- Esque... - dijo nerviosa.
- ¡¿Que pasa?!... ¿Le paso algo a mi hijo? - preguntó Adele alterada.
- Sra. Adkins yo... Angelo no esta... Le juro que lo tenía vigilado como a todos pero no lo encuentro, ya busque por todos lados y no aparece - dijo la maestra desesperada, nerviosa y al borde del llanto.
- Espere, ¡¡¡nos está diciendo que no tiene idea de donde carajos esta mi hijo!!! - interrumpió Simon.
- Señores, vayamos a otro lugar si, los niños nos están viendo - dijo la directora - maestra, que todos lo busquen en este momento, se suspende la función y que todos vuelvan a sus aulas - le dio instrucciones - Siganme por favor.
- ¡No!... Yo misma buscaré a mi hijo y usted señora directora tenga presente que si mi hijo no aparece yo misma me encargaré de cerrar esta escuela - Adele la miró fulminante y salió del lugar para buscar a Angelo.

Simon estaba impactado por lo que acababa de escuchar pero no más que la directora quien se puso pálida ante tal amenaza pues sabía que Adele tenía el poder para cumplir con lo que había dicho.
Simon fue tras Adele y ambos decidieron separarse para buscar al pequeño Angelo.

- Deberíamos seguir buscando pero afuera, quizá salió y está perdido por allí - dijo Simon.
- Esta bien, vamos - respondió Adele con lágrimas en los ojos pues ya habían pasado 2 horas y Angelo no aparecía.
- Lo vamos a encontrar Adele, te lo juro - le dijo Simon y ella sólo asintió.

Salieron del lugar y empezaron a llamar a Angelo y a preguntar a las personas si lo habían visto pero nadie daba razón de él.
¡Angelo! ¡Angelo! ¡Angelo! Gritaba Adele mientras recorrían todo el perímetro cerca a la escuela de Angelo.
- ¡Angelo! ¡Mi amor ¿donde estás?! - Adele cayó al suelo llorando desesperadamente.
- Adele ¿estas bien? - Simon trató de levantarla.
- Mi hijo Simon... ¡¿Donde esta mi hijo?! - empezó a golpearlo.
- Tranquila, tranquila - la abrazó con fuerza para evitar que lo siga haciendo - lo vamos a encontrar, lo vamos a encontrar - repetía mientras lloraba también.
- ¡Angelo!... Mi pequeño, ¡¿donde estas?! Mami quiere verte - gritaba mientras seguía llorando a mares - ¡Sueltame! - dijo de pronto empujando a Simon.
- Adele calmate por favor - Simon trató de abrazarla nuevamente pero ella se lo impidió.
- ¡No me toques! - gritó - No te atrevas a tocarme... Todo esto es tu culpa... - sollozó.
- No me digas eso... - suplicó entre lágrimas.
- ¡Tú te metiste con la tipa esa, es tu culpa que se lo haya llevado!... Mi bebé debe estar asustado preguntando por mí... Soy.. Soy una estúpida, no debí aceptarte de nuevo... - se limpió las lágrimas - Si esa mujer se atreve a tocar a mi hijo te juro que tu la vas a pagar...
- Adele por...
- ¡No!... No me digas nada, aléjate de mí...
- Por favor Adele no me pidas eso, también es mi hijo, crees que no me importa lo que le pase, yo lo amo y lo voy a encontrar...
- Entonces no te me vuelvas a acercar a menos que me entregues a "Mi hijo"... ¿Escuchaste?... Mío... - se fue de allí dejando a Simon atrás.



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Hello guys, a pedido de ustedes aquí está el capítulo 35, espero que lo hayan disfrutado y ya saben, comenten y voten... Nos leemos luego lectores, cuidense. 😉

Gracias por leer. 😊

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