*Narra Simon*
Había pasado una semana desde que día, decidí darle tiempo pero ya no puedo más, hoy iré a buscarla, sólo termino de revisar estos documentos y voy, necesito tenerla cerca.
Termine y salí de la empresa, subí a mi auto y me puse a pensar en lo que le diría, tengo que ser lo más sincero posible, tiene que entender que ella lo es todo para mí, la miro y siento que el tiempo se detiene, cuando me sonríe es como si estuviera en el cielo, amo sus labios, su piel tan suave, su aroma, sus hermosos ojos verdes, su cabello dorado, su fragilidad, su ternura, es tan apasionada, cielos!! Me tiene loco...
Llegué a su departamento y me detuve, no me atreví a tocar, tenía miedo a que me rechace, pero de pronto escuche su voz pidiendo ayuda, no lo pensé dos veces y abrí la puerta de una patada, volteé a todos lados y ahí estaba él sobre ella, forcejeando; era el hombre que vino a buscarla aquel día; me enfurecí, sentí que mi sangre ardía y lo jale y le golpeé en la nariz, este cayó al piso y la sangre empezó a salir, quería matarlo, que pagara por lo que estaba haciendole a mi niña hermosa; es un puerco asqueroso; lo levante y saque de allí, sin antes advertirle de que no se le acercara más y que si lo hacía lo mataba, cerré la puerta furioso y escuche que me amenazó pero no me interesa, nadie se mete con mi amor sin salir lastimado, yo la protegeré así ella no quiera nada conmigo.
Me acerqué hasta donde estaba ella, se estaba cubriendo y tenía los ojos rojos y una marca en la cara, supongo que ese desgraciado se atrevió a golpearla.
- ¿Estas bien? ¿Se atrevió a acerté daño? Dime que llegué a tiempo por favor...!! - dije sentándome a su lado y abrazándola.
- Gracias por llegar a tiempo.. - dijo con la voz en un hilo.
- shhh... Tranquila hermosa, todo va estar bien, yo me encargaré de que no vuelva a acercarse a ti - bese su frente con delicadeza, me mataba verla así, tan vulnerable, ese idiota se va arrepentir, lo juro!!
*Narra Adele*
Cuando pensé que ya todo estaba perdido llegó Simon como un ángel para rescatarme, vi como lo golpeó y no dije nada, me sentía tan sucia y con miedo que sólo atiné a cubrir mi cuerpo.
Simon me abrazó y así estuvimos un rato, cuando se estaba alejando de mi, me aferré a él y no lo quise soltar, sólo siguió abrazandome y me cargó, me llevó a mi recamara y me piso sobre mi cama.
- No te vayas..!!! - dije con miedo y lágrimas en los ojos.
- No pienso hacerlo - respondió viéndome a los ojos con una sonrisa triste - te prepararé un te para que te calmes y traeré un poco de hielo, no me tardo - yo solo asentí, me dio un beso en la mano y salió.
Me eché abrazando mis rodillas y las lágrimas empezaron a salir sin control nuevamente.
- ¿donde?¿donde quedó el hombre dulce y amoroso que conocí? ¿A caso sólo lo idealice?¿como pudo hacerme esto? - pensaba sin hallar respuesta alguna. Me paré para cambiarme de ropa ya que la que traía estaba rasgada y no quería seguir teniendola puesta, luego volví a la cama sin dejar de llorar.
Después de unos minutos Simon entró con una charola, me vio la dejó a un lado rápidamente para acercarse a mi.
- Hey hey hey, no llores, ya pasó, estoy aquí contigo, nada te pasará, lo prometo - dijo tomandome de las manos.
- Gracias, si tu no hubieras llegado el... - no me dejo terminar.
- shhh no pienses en eso ahora, lo importante es que no logró su cometido.
- Tienes razón pero no puedo evitar sentirme así.
- Bebe este té, te sentirás mejor - dijo dándomelo.
- Esta bien, gracias - dije y tomé un sorbo.
- Eso es, tomalo todo.
- lo terminé de un solo sorbo y luego me puse el hielo en la cara.
- Dejame ayudarte - dijo tomando el la bolsita con hielo.
- Yo puedo, no te preocupes - respondí.
- No seas terca, yo puedo hacerlo.
- Esta bien, gracias por lo que haces por mí - dije triste.
- oohh!! Cariño, no me agradescas, lo hago con mucho gusto, yo te amo.
- Simon yo...
- No, no me digas nada, ya hablaremos de eso luego, ahora tienes que descansar.
- mmm.. - asentí - ¿puedes quedarte conmigo por favor?
- Con mucho gusto hermosa.
