Capítulo IX

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*Narra Adele*

Simon iba manejando y yo veía como poco a poco nos alejábamos de la ciudad, volteaba de vez en cuando a mirarlo y él a mí, hasta que decidí romper el silencio.

- ¿Tienes hermanos? - pregunté
- no, soy hijo único, mi madre falleció cuando tenía 12 años y mi padre no se volvió a casar - dijo tranquilo.
- oh! Lo siento, no quería ser imprudente - dije arrepintiendome de haberle hecho recordar sobre su pasado.
- No te preocupes, entiendo que quieras saber más de mí - respondió con la mirada fija en el camino y una sonrisa de lado - ¿tú, tienes hermanos? - preguntó.
- No, yo también soy hija única, mi padre nos abandonó a mi madre y a mi cuando era aún una niña, luego nos enteramos que murió pero bueno ya no importa - dije algo triste.
- Las cosas pasan por algo ¿no lo crees? - dijo mirándome.
- Si, tienes razón - le dedique una pequeña sonrisa y volteé hacia la ventana.
- Cuentame que es lo que haces, que te gusta, hablame de ti, aún falta para llegar y pues no querrás que me duerma manejando ¿o si? - dijo con una mueca chistosa que me hizo reír.
- jajaja ok, pues tengo 21 años y amo la música, soy cantante y estoy trabajando en mi próximo disco, ya lanzamos el primero "19" así se llama porque lo escribí cuando tenía esa edad, ha obtenido buenas ventas, es increíble que a la gente le guste lo que hago, por eso la disquera me propuso hacer otro y pues aún no lo termino - Simon me escuchaba y sonreía al escucharme, me encanta su sonrisa.
- Pues felicidades por tus logros, sé que llegarás lejos, cantas como los ángeles, anoche cuando tuve el honor de escucharte me dejaste hipnotizado, eres increíble - dijo tomando mi mano mano.
- Gracias - fue lo único que pude decir y solté mi mano de la suya, me sonroje y no quería que lo note - ¿y tú? Pregunté - ¿a que te dedicas?
- Yo trabajo en la empresa de mi padre, nos encargamos de ayudar a pueblos que sufren de escazes de agua, ahora estamos en un proyecto que espero y se apruebe, ayudaríamos a mucha gente con el.
- Eso es estupendo, es una extraordinaria labor - dije entusiasmada, su trabajo en realidad era increíble.
- Gracias - respondió.

El resto del camino no hablamos más, yo iba viendo por la ventana el hermoso paisaje y poco a poco me quede dormida.
Desperté por el sonido de una voz que me llamaba, era Simon, habíamos llegado, bajamos y quede fascinada con la vista, ese lugar era como el paraíso, había una casa no muy grande pero hermosa que hace contraste con el bello lago que está cerca de allí, del otro lado se pueden observar árboles y un camino que no se exactamente a donde lleva, se que aquí podré encontrar paz.

- Sígueme - dijo Simon dirigiéndose a la casa con las cosas que sacó del auto.
-Claro - respondí y fui tras el.

Simon tocó el timbre y después de unos segundos esta se abrió, la mirada de aquella señora se iluminó y cristalizó al ver a Simon, se nota que lo ha extrañado y él ni que decir, la abrazo y le dio un beso en la frente.

- Mi niño cuanto tiempo sin verte, mirate, ya eres todo un hombre, te extrañamos tanto!! - le dijo mientras se separaba para verlo de pies a cabeza.
- También los extrañe - dijo sonriente, me miró y me tomo del brazo para acercarme y presentarme.
- Mira, ella es Adele y pasará unos días con nosotros - dijo mirándome a los ojos, se acercó un poco a ella y le dijo algo que no pude escuchar pero la señora sólo asintió y me tomó de las manos.
- Bienvenida mi niña, soy Anna la abuela y está es tu casa - se ve tan sincera, ahora se de quien sacó Simon esos hermosos ojos que transmiten paz.
- Gracias, es usted muy amable - dije tratando de sonreír y de no mostrar mis nervios.
- Oh.. Pero no me trates de usted, dime Anna - yo solo asentí y luego entramos.

La casa es mucho más hermosa por dentro, hay cuadros de ángeles por doquier y es tan cálida que recordé a mi madre y lo mucho que la extraño.

- ¿Y donde está el abuelo? - preguntó Simon.
- no debe tardar, fue por unas cosas a la ciudad - respondió Anna.
- Bueno, nos avisas cuando vuelva, iré a mostrarle la casa a Adele - dijo tomandome de la mano.
- Claro, vayan, les prepararé algo de comer, deben estar cansados - Anna se veía tan entusiasmada.
- Gracias - le dije y me fui con Simon.

Simon me mostró la casa y hubo algo que llamó mi atención, era una habitación, la única que Simon no me mostró, no pude evitar sentir curiosidad.

- ¿Que hay aqui? - pregunte señalando la puerta.
- ¿Ahi? Nada, cosas viejas sin importancia - dijo con nerviosismo por lo que eso sonó como una excusa para no mostrarme lo que había allí.
- Oye, si no me quieres mostrar no hay problema - dije al ver su cambio de expresión.
- Bueno, mejor vamos al patio - me llevo casi corriendo, parecía un niño que mostraba un juguete nuevo, eso me causó ternura.

Salimos y nos sentamos a admirar aquel bello paisaje.

- Simon.. - era Anna quien lo llamaba - vengan aquí muchachos, el abuelo ya volvió y la comida esta lista.
- ¿Vamos? - me dijo Simon levantándose y estirando su mano para ayudarme.
- Muy amable - le dije y tome su mano.

Entramos y un hombre con el cabello blanco nos esperaba sonriente sentado en el comedor, al vernos se paro abrazó a Simon con mucho afecto, yo solo sonreí ante el acto.

-¿ No me vas a presentar a esta hermosa señorita? - le dijo a Simon separándose de él.
- Claro, abuelo ella es Adele una amiga y se quedará con nosotros un par de días - dijo entusiasmado - Adele, él es mi abuelo Pedro.
- Mucho gusto señor y gracias por permitir que me quede en su casa - era un hombre encantador y se parecía mucho a Simon.
- No tienes que agradecer mi niña, será un placer tenerte con nosotros - me abrazo de lado y me invitó a sentarme para almorzar.

Simon se sentó a mi lado y Anna junto a Pedro, se les ve tan lindos, que por un momento llegué a imaginarme así con Simon, no se que me está pasando. Pasanos una agradable tarde, ellos me contaron las aventuras de Simon cuando era pequeño, él solo se reía sonrojado por lo que había echo en su infancia. El tiempo se fue volando y ya era de noche, nos despedimos y Simón me llevo a la que sería mi recamara.

- Llegamos, esta es - dijo abriendo la puerta - pasa, mi habitación es la de al frente, si me necesitas sólo ven a buscarme.
- Gracias Simon, la he pasado increíble, tus abuelos son muy agradables - dije y lo abracé.
- No tienes que agradecer hermosa - me dio un beso en la frente - descansa, mañana daremos un paseo - me soltó y se dirigió hacia la puerta para salir.
- Simon! - dije y el se detuvo - en serio muchas gracias - le dedique una sonrisa.
- Descansa hermosa - buenas noches - salió solté un suspiro.

Busque en las cosas que traje y me puse mi pijama, entre en la cama y poco a poco que se completamente dormida.

*Narra Simon*

La dejé descansar, se veía cansada, toda la tarde mis abuelos le contaron mis anécdotas cuando era niño, aquellos días en los que era feliz junto a mis padres. ¿Porqué mamá?¿porqué te fuiste cuando más te necesitaba? No sabes cómo te extraño.
Me di un baño y me fui a dormir, mañana tengo que hacer que Adele se divierta y olvide a ese infeliz que se atrevió a dañarla. Se le ve tan hermosa cuando sonríe que soy capaz de volverme un completo payaso con tal de verla feliz, la amo, no hay duda alguna, me tiene cautivado.


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Hola, aquí el capítulo 9 espero que les guste y gracias por sus comentarios, en serio lo aprecio mucho. No olviden votar y seguir comentando. ;)

Gracias por leer :3

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