- Adele, cuidate por favor... Te amo - se oyó un golpe fuerte y luego nada, la llamada se había cortado.
- ¡¡Simon!! ¡¡No no no, costestame!! - grité histérica.
- ¡¡¡mami despierta, mami mami!!! - desperté y vi a mi pequeño Angelo mirándome con miedo y preocupación, no lo dudé y lo abracé con todas mis fuerzas.
- Mami ¿estas bien? - dijo abrazandome también.
- Si mi cielo, sólo fue una pesadilla... - acaricié su hermoso cabello dorado.
- Si quieres puedo quedarme contigo para que el monstruo ya no te fastidie.
- Gracias tesoro, ven, acuestate a mi lado - le hice espacio y se acostó en mi regazo.
- Mami... - dijo de repente.
- Si cariño, ¿que sucede? - le di un beso en la cabeza.
- mmm Te quiero - me abrazó más.
- Oww mi bebé, mami te adora, eres todo para mi, ahora descansa cariño - sobe su pequeña espalda y poco a poco note como se fue quedando dormido y minutos después lo imité.
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- Amor, te extraño... - dije triste.
- Y yo a ti hermosa, pero ya mañana estaré allí, iremos en auto ya que tenemos que hacer escala, nos demoraremos un par de horas más pero puedo soportarlo porque se que te veré... - respondió Simon.
- Mmm pero, ¿es necesario que tu también vayas?
- Si Adele, si no fuera necesario te juro que ya estaría contigo, bueno ya tengo que colgar, me están llamando... Te amo, no lo olvides, te mando un beso...
- Esta bien, te estaré esperando, te tengo una sorpresa... Te amo Simon - colgué.
Mañana le diré que seremos papás, estoy preparando una sorpresa, Laura insistió en eso, no me pareció mala idea así que acepté, pondremos globos rosas y azules en la sala y en la pared del fondo un cartel que diga "te quiero papi", estoy tan emocionada, no sé cuál será su reacción pero algo me dice que se pondrá tan feliz como yo.
El día transcurrió sin novedad y todo iba quedando listo para la mañana siguiente.
- Si, ya estamos en camino hermosa, en pocas horas podré verte...
- Que alegría Simon, no sabes cómo deseo que estés ya aquí conmigo, además tengo una sorpresa para ti - dije feliz.
- ¿Ah si? ¿De que se trata? - preguntó intrigado.
- Si te lo digo ya no será sorpresa, además quiero decírtelo en persona.
- jajaja esta bien no insistire, pero tengo que admitir que muero por saber de qué se trata - escuché risas, al parecer estaban molestándolo, imaginaba su cara sonrojada y me causaba risa.
- ¿te están molestando cierto? - pregunté.
- Mmm si jajaja... Están envidiosos porque tengo a mi lado a la mujer más hermosa del universo - alzó la voz para que todos oyeran, eso me causó gracia y ternura.
- jajaja estas loco...
- Loco por ti... - fue allí cuando escuché algunos gritos de desesperación, algo estaba sucediendo, no entendía que, Simon no decía nada.
- ¿Simon están bien?, ¡contesta! - dije asustada y mi corazón empezó a latir muy rápido - ¡Simon habla! - escuche su voz a lo lejos preguntando si era cierto, no entendí ¿cierto? ¿De que está hablando? ¿Que sucede?.
- ¿Adele estas allí? - preguntó nervioso, lo note en su voz.
- Simon ¿que sucede?, ¿que fueron esos gritos?, ¿estan bien?...
- Adele, yo...
- Simon por favor no me asustes, ¿que esta pasando?
- Amor, recuerda que te amo, no me olvides, cuidate mucho por favor... Sonríe siempre, eres muy hermosa así...
- ¡¿Que?! ... Simon ¿que pasa? ¿Porque me dices eso?... - empecé a llorar...
- Adele, cuidate por favor ... Te amo - se oyó un golpe fuerte y luego nada, la llamada se había cortado.
- ¡¡Simon!! ¡¡No no no, costestame!! - grité histérica.
No sabía que hacer, llame otra vez pero sonaba apagado, tenía miedo, mucho miedo, algo malo había pasado, empecé a llorar desconsoladamente, llamé a la policía y les conté lo sucedido, dijeron que saldrían de inmediato, dije que los alcanzaría y salí de inmediato a casa de Laura, no quería ir sola, además no estaba en condiciones de manejar, estoy temblando y llorando sin cesar.
- ¡Ya va! - oí desde adentro, era Laura.
- ¡Adele! Que milagro que vienes a visitarme - dijo burlona, alce mi rostro y al verme note como cambio su expresión de inmediato - ¿Que pasó? ¿Estas bien? No me asustes...
- Es... Es Simon - seguí llorando - Laura tenemos que ir, vamos por favor...
- Espera, tranquilizate, ¿que le pasó a Simon?...
- No lo sé, estábamos hablando y de pronto me dijo cosas que no entendí, se despidió, te explico en el camino, vámonos ya por favor Laura ayudame - llore y caí al suelo.
- Adele tranquila, parate, vamos, te acompaño - me ayudó a ponerme de pié - ¡Daniel! - grito y a los segundos Daniel salió, al verme hizo un gesto de confusión y miró a Laura como preguntándole qué pasaba - enciende el auto, tenemos que irnos ahora...
- ¿De que hablas? - preguntó - ¿Adele estas bien?
- ¡No preguntes y sólo hazlo!
- Esta bien, pero ¿a donde vamos?
- Yo te indicaré el camino - dije - pero por favor vámonos ya..
