Max
Llevo una semana sin ir al instituto, no es que me importe mucho, pero tengo que cuidar a Lía, luego de mi pequeño viaje al pasado no estoy muy seguro de lo que haré.
"Max, por favor ven ayudame a correr unas cosas"- grita Lía desde adentro, y voy a ayudarla, luego de lo que pasó, me contó que la trataron de robar, nada de que preocuparse según ella pero quería que eso se lo dijera a su tobillo roto, a su ojo morado y los cortes en el cuerpo. Sabía que yo no debo expresar nada delante de ella pero al fin y al cabo ella era mi madre, y tenía que ayudarla, me maldije por ser débil y fui a ayudarla. No hemos vuelto a tocar el tema, nada de los golpes, nada de las drogas y nada del pasado.
"Hay voy, Lía"- no hemos hablado tampoco de porque me quedo con ella y no voy a clase, ella no sabe que volví a la casa y no quiero que se entere.
La veo como si estuviera de vuelta, lleva su trenza de color negro a un lado, sus camisetas holgadas y su color a vuelto a la normalidad, ya no tiene esos ojos inyectados con sangre y ni manchas marrones en su cara. Parece como si fuera mi hermana, literalmente, parece más joven y sus ojos grises brillan más, no sé si a estado tomando un nuevo tranquilizante para estar así o algo por el estilo pero lo único que se es que se le ve bien y así quiero que se mantenga.
"Jala aquí y ahora ayudame aqui" -como dije antes, nos habíamos mudado y ahora estamos en plena decoración de la casa, llevamos cosas para la basura, algunas cosas los guardamos, cosas así.
Ella a estado mejor, pero creo que yo me estoy volviendo un zombie, la pequeña conversación entre Lena y yo antes de que me valla no ayudó, lo último que quería era cargar con algo mas, así como la obra.Lena en sus ojos me dijo que me veía horrible, vi tristeza y me sentí culpable, es muy rápido en decir esto, pero... creo que la extraño, quisiera meterme en más problemas con ella y reírnos en sus caras sobre eso, tomar un batido o ir a jugar wii, tengo que admitirlo y sus ojos azul tormenta me atraparon, en sierto punto es confuso, llevo conociéndola sólo algunos días, no le he visto en una semana y la quiero volver a ver.
En este mundo se pueden querer muchas cosas, pero estas cosas jamás estarán a nuestro alcance -pienso.
Ósea, soy Max Lehner... Y con eso dije todo, no necesitas cualquier otra cosa para saber qué tengo un cartel en la frente que dice:
Aleja te si no quieres que te caiga un piano encima.
Ella no pensó eso, dejo que todos hablarán y no le importó, ella me "acogió" de la mejor manera que he experimentado en todos estos años (dejando atrás el hecho de que la primera vez que nos vimos, nos fuimos de pinta), es lo mejor que a hecho alguien por mi."Max, regresa a la realidad, hijo"- dijo Lía riendo, me lanzo un calcetín en la cara - "ayudame, tenemos que ir a hacer la compra, luego tengo que ir el hospital a ver cuando son mis turnos de noche"
Yo a lo único que me limitaba era a asentir con la cabeza. Me daba alegría que ella estuviera con ese ánimo, pero yo me estaba muriendo de cansancio, quería irme a mi cama, arropar me hasta el cuello con mi frazada del hombre araña ,quedarme ahí y dormir hasta que la muerte nos separe, pero eso no sucedió.
...
Me llevo (arrastro) hasta el supermercado, y yo fui el chico del carrito, unas chicas que estaban ahí se rieron de mi, yo estaba avergonzado, sabía que estaba bien acompañar a Lía, pero me estaba muriendo de vergüenza, si ya era vergonzoso salir con tu madre a algún lado, acompañarla a ella en la sección de higiene lo era aún más.
Luego de la compra, y de la vergüenza, salimos (con la poca dignidad que me quedaba) y nos dirigimos al hospital. ¿Alguna vez te haz preguntado cómo huele el hospital? En mi opinión huele a desesperación, preocupación, bacterias, medicamentos y un toque de menta, eso le dije a Lía a lo que ella sólo rió y dijo que no hablara tontería y media, a ella le gustaba el olor del hospital y que no se tardarían mucho...
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Un Mundo Solos
Romance¿Quien eres? Digo, de verdad. No eres tu estatura o tú peso. No eres tu edad. Mucho menos eres tu género o el lugar en donde naciste. Eres tu libro favorito. Eres la canción favorita atrapada en tu cabeza y lo que desayunas los domingos. Eres mil co...