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Jin amaba cada tiempo que pasaba con el peli-verde, poco a poco descubrió aspectos de el, cómo que no le gustaba el dulce, odiaba las películas románticas, no era tan malo como aparentaba, sólo estaba en una dura soledad la mayoría del tiempo, pero Jin se encargaría de quitarla, de hacerlo feliz y descubrir mas de esa parte de Namjoon que se había perdido con su felicidad.

Sabia que Nam era un chico malo, rebelde, pero también era listo, gracioso, protector, honesto, cruel, sonriente, irónico y vengativo, a pesar de que no todos sus factores eran buenos, empezaba a querer cada uno de ellos, se sorprendió a si mismo cuanto le quería al peli-verde.

Se quedo observándolo, tratando de memorizar cada detalle, cada facción, cada imperfección que le hacían perfecto, hasta su cabello verde le encantaba, no entendía como llegó a quererlo en tan poco tiempo, pero ahora lo disfrutaría y lo que pasara después que pasara.

-¿Que tanto me ves?-Pregunto Nam.

Otra ocasión en la que Jin no respondía, simplemente se acercó a Nam y le beso, pero no de forma brusca y necesitada, no, de una forma completamente diferente, lenta, cariñosa, delicada, que transmitiera los sentimientos descubiertos hace apenas unas horas.

Nam le beso de la misma forma, no entendia bien que sentía pero le agradaba, le agradaba las sensaciones que le causaba Jin, la felicidad que tenia al estar con el, la sensación de lleno que le daba cuando el mayor se quedaba con el, la soledad esfumandose...

El menor mantuvo sus manos a sus costados, solo disfrutando de los labios de Jin, que seguian en un lento y cariñoso beso, ambos con miles de sentimientos tratando de ser transmitidos.

Ninguno de los dos sabia bien a donde llevaría esto, esa relación tan complicada y difícil de sobrellevar, pero juntos sabían que nada podía hacerlos parar, juntos podían lo que sea y con quien fuera.

...

Jimin despertó con un poco de dolor de cabeza y la luz de la ventana que daba a su cara no ayudaba mucho, poco a poco se levantó, maldiciendo mientras se sentaba el la cama, tenía un dolor en medio del trasero horrible, sentía que en un mal movimiento se rasgaría todo.

Los recuerdos de la noche pasada comenzaron a asaltar su cabeza rápidamente, uno tras otro, como golpes, cada uno aumentando el dolor de cabeza que tenia.

Recordó todo, la confesión de Suga, su corazón roto, los besos, las caricias, como Suga le había penetrado, se sintió un idiota total.

¿Como había dejado que pasara? Tenia el corazón roto y buscó refugio en alguien mas, además de que Suga no se merecía eso, no a un idiota que tenía a otro hombre en su mente.

Tomo rápidamente su ropa, poniéndosela sin hacer el menor ruido, quería salir de ahí lo mas rápido posible y sin ver a Suga sería mejor aun.

Ya vestido bajo las escaleras de puntitas, escucho unos ruidos, provenientes de la cocina, camino de puntas lo mas rápido que sus pies le permitían hacia la salida, tomo el pomo de la puerta, lo giro lentamente.

-¿A donde vas?-Pregunto una voz a sus espalda.

Dio un respingón, le había espantado, volteo lentamente, encontrándose con la mirada serena de Suga y su boca seria en una linea recta.

-¿Que?-Ni el mismo sabia que responder o decir..

-Yo hice la pregunta primero-Ladeó la cabeza-Así que responde.

-Lo siento Suga-Dio media vuelta-pero lo que paso ayer, no tuvo que suceder-Abrió la puerta-en serio lo siento.

Escapó del lugar, no quería verle la cara a Suga y sí, sabia que había huido como todo un cobarde, pero no pudo haber hecho otra cosa, tenia que dejarle, aquel chico merecía algo mejor que el, que un chico estúpido de cabellos naranjas que se acostó con el por despecho, por olvidar a alguien mas.

I'm a Good Boy↭NAMJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora