¿Cuál secreto?- Dime- dije.
- Solo tengo poco tiempo para decírtelo. Solo recuerda que te amo- dijo Iris. Me sonrojé
¿Porque me dice que me ama? ¿Qué pasa?
- Dilo.
- Yo nací en Liverpool. Yo conocía la felicidad. Mamá quedó embarazada de mí a los quince años, papá apenas se enteró que mamá estaba embarazada, la dejó sola con un hijo en el vientre. Mamá era un drogadicta, ella a veces se le olvidaba de darme de comer, ella me encerraba en mi habitación por días- tragó en seco, algunas lágrimas ya brotaban de sus ojos-. Un día, mientras estaba encerrada, alguien tocó el timbre. Mamá y esa persona tuvieron un intercambio de palabras y mamá me sacó de mi habitación. La persona con la que mamá habló era un viejo de unos sesenta años, decrépito y arrugado. El señor me tomó la mano, me obligó a subir a un auto y me llevó a Manchester. Antes de salir, vi a mamá con una bolsa de azúcar. Mamá me había cambiado por esa "azúcar". Yo sólo tenía tres años-. Iris alzó sus ojos hacia mi-. ¿Sabes lo que en verdad era la "azúcar", ¿no, Serena?
Asentí. Claro que sí sabía, era cocaína.
- Bueno. El señor y yo llegamos una casa vieja y fea en Manchester. Apenas llegamos, me encerró en el sótano. El señor me cuidó por dos años, bueno, me mantuvo viva con pequeñas raciones de comida seca y dolor de no volver a ver a mi mamá. Un día, la puerta del sótano se abrió y salió un hombre, tenía al menos unos treinta años, pensé que me iba a salvar... Pero no fue así... Él abusó de mi... Después otro hombre me abusó y después otro y después otro. Me violaron, Serena.- Iris empezó a llorar.
Me violaron, Serena. Me violaron, Serena. Me violaron, Serena. Esas palabras saltaban en las paredes de mi cerebro y hacía que mis ojos soltaran lágrimas.
La violaron. Ella también empezó a llorar. Ya se su secreto más grande.
- Me abusaban miles de hombres. Me acosté con miles de hombres y nunca supe el nombre de ninguno. Tantos días sin comer, tantas noches sin dormir, tantas veces sin vivir. Pronto se acabaron mis sueños de niña, se acabó mi alegría, solo conocía el dolor y la agonía ya que la vivía cada día. Los hombres me daban drogas para que olvidara todo y pensara que ellos me criaron. Lo único que olvidé fue mi verdadero nombre. Ellos me empezaron a decir "Iris" y así se quedó ese nombre, y lo peor es que cada vez que se acostaban conmigo ponían la canción de The Goo Goo Dolls, Iris. Mi apellido si lo recuerdo, mi apellido si es Redd. Cuando cumplí diecisiete años escapé, me fui, no volví a ese sótano. Me escapé a Bristol. Allí me gané la vida como modelo, por eso modelé tan bien en lo de la tienda de la mamá de Azul. Después tuve la oportunidad de ir a Londres a vivir y fui. No fui a la escuela. Después de lo que esos hombres me hicieron odie a todos los hombres, me volví lesbiana y me quería matar porque sufrí mucho. Mi primera novia se llamaba Hailey. Era hermosa, pero era una perra, me engañó. A mis veintidós fui a un supermercado y te conocí. Eres muy bonita, Serena.
Me sonrojé, pero el sonrojo se fue enseguida ya que recordé la historia que recién me contó Iris.
- Los obligué a todos a guardar mi número con diferente nombre ya que tenía miedo de que alguno de los hombres me encontrara. También, siempre llego sucia, llorando y sudada a las fiestas ya que bueno... Uno de los hombres me encontró, me tengo que acostar con él cuando él quiera para que no le diga a los demás. O te lastime.
- Espera, ¿qué?
¿Iris me está protegiendo?
- Si, uno de los hombres me encontró y me dijo que si no quería que te hiciera daño o que le dijera a los demás me tengo que acostar con él. Él viene cuando él quiera,pero antes él me manda mensajes que dicen que viene en camino que me ponga mi mejor lencería.- Iris lloró-. Él viene en camino. Serena, te tienes que ir.
- No, Iris. No te dejaré sola.- Ella iba decir algo más, pero se oyó un golpe de la puerta de un auto y el timbre sonó.
- Mierda, ya llegó- dijo Iris-. Serena, escóndete en el baño y no salgas hasta que yo te diga.
- No. ¡No te dejaré sola!
- Serena, hazlo por mí.
No alcancé a decir nada ya que Iris me metió en el baño.
- Serena, si no vuelvo, recuerda que siempre te he amado- dijo Iris antes de bajar las escaleras. Empecé a llorar.
¿Porque me lo escondió? Bueno, para que no me hicieran daño, claro.
- ¡No me voy a acostar contigo nunca más, sal de mi casa!- gritó Iris desde abajo. Yo salí del baño, bajé las escaleras y me escondí detrás de un sillón. Vi todo lo que pasó:
- ¡¿Como que no?!- gritó el hombre y sacó una pistola cargada.
- No me hagas daño.- Iris empezó a llorar.
- Acuéstate conmigo.
- ¡Nunca! ¡Yo amo a una chica! ¡Jamás le haría esto!
¿Iris está hablando de mi?
Le hombre le apuntó. Iris cerró los ojos.
De repente, salí de detrás del sillón y golpee al hombre con un florero de plástico, la pistola voló y cayó en la cocina, empezamos a pelear, él me rompió el labio, él hombre estaba ganando, si me seguía golpeando me desmayaría. De repente, una bala atravesó el pecho del hombre y el hombre cayó al suelo. Iris estaba en frente de mí y tenía una pistola, Iris mató al hombre. Nos miramos con recelo.
Nos acercamos y nos besamos. Ya no había ningún recelo entre nosotras, sentí mis labios contra los suyos, sus labios eran cálidos y suaves. Lágrimas corrían por sus ojos, yo las limpié mientras todavía nos besábamos. Sus labios se llenaban de la sangre de los míos. No se separamos por la falta de aire, nos abrazamos. Sentí sus brazos rodeándome.
La emoción del momento era mucha que no me di cuenta que el hombre, con su último aliento de vida, tomó la pistola y me señaló para dispararme. Iris se dio cuenta y me salvó: se puso enfrente mío y ella recibió el impacto de la bala en su pecho. El hombre murió.
Iris cayó a suelo y yo la sostuve. No le dije que iba a estar bien porque no lo estaría.
- Iris, mírame, tranquila. Te quiero mucho. Concéntrate en mi, mírame, no mires nada más- dije llorando, mis lágrimas mojaban el rostro de Iris. Las pestañas de Iris se empezaron a mojar. El suéter de rayas blancas y negras de Iris se empezó a manchar de sangre. Iris me salvó.
¿Quién diría que la chica que escondió mi falda unas horas más temprano es la chica que ahora está muriendo entre mis brazos?
Besé las manos de Iris y su cara.
Iris hizo una señal para que me acercara y me susurró en su último aliento de vida:
- Al fin estoy libre de el millón de hombres.
Iris murió entre mis brazos.
***
***
With all the love, Alaska.
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Irena
RomanceSerena Wood ha sentido que su vida es una gran bola de problemas desde que su padre fue a comprar cigarrillos y nunca volvió. Su madre cayó en depresión, Serena faltaba mucho a la escuela, Serena tuvo que vender cepillos de dientes en el centro de l...