Me despierta el movimiento de Nami, está sacando un montón de ropa de su armario. Tanta ropa y no sabe qué ponerse. Me muevo entre las sábanas y me estiro. Estoy muy cansada, ni siquiera tengo ganas de levantarme de mi cama. Está tan calentita...
- Midori, ya son las tres. Tendrás que levantarte algún día, ¿no? - pregunta Nami, mientras se pone una camiseta muy muy corta.
- Estoy cansada.
- A saber lo que hiciste anoche... - dice, y levanta una ceja.
- No hice nada.
- Ya... - suelta una risita pícara, y yo suspiro.
Huelo la sopa de Sanji desde aquí. Es mi plato favorito. ¿Por qué cocina tan bien? Después de unas vueltas más en la cama me visto y bajo a la cocina. Ya es tarde para comer, pero da igual. Supongo que habrá sobrado algo, si Luffy no se lo ha comido todo, claro.
Tengo el plato servido sobre la mesa, me siento y empiezo a comer más rápido que nunca. Mi estómago me lo agradece, tenía muchísima hambre.
- Midori-swaaaaaan.
Me pongo a su lado, y le ayudo a cortar las verduras. No soy nada buena, pero él no dice nada, ni siquiera cuando una parte de la zanahoria sale volando. Chopper entra en la cocina, y come un enorme algodón de azúcar.
- Sanji, ¿has visto a Zoro?
Entonces me acuerdo de lo que pasó anoche. Zoro se quedó totalmente después de...
- No, seguro que está dormido. Ese estúpido Marimo...
Me corto al cortar una patata. No es nada grave, pero Sanji empieza a gritar como un loco y Chopper se acerca a toda pastilla.
- No es nada, se pone una tirita y ya...
- ¡Hay que detener la hemorragia!
- ¿Qué hemorragia?
Al final acabo con un enorme dedo índice, rodeado de kilos de venda. Mi dedo parece una momia.
- ¿Puedes ir a despertar a Zoro? - pregunta Chopper.
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Por favor... Necesito ver sus cicatrices.
Salgo de la cocina y bajo a la habitación de Zoro. Respiro hondo varias veces antes de tocar la puerta. No hay respuesta, así que abro la puerta. Si no fuese por la pequeña ventanilla a la derecha, la habitación estaría totalmente a oscuras. Hay un pequeño bulto sobre la cama, y me acerco. Sus katanas están en la esquina, bien puestas, se nota que las cuida.
- Zoro... - susurro, pero no responde. Sigue respirando lentamente.
Me siento sobre la cama con cuidado, y aparto un poco la manta. No tiene camiseta. Le toco suavemente el hombro. ¿Se puede saber cómo puede seguir durmiendo? Lo muevo.
- ¡ZORO! - esta vez alzo un poco la voz.
Nada. Suspiro. Nunca antes he visto a una persona con un sueño tan profundo. Entonces se me ocurre algo. Corro a la cocina, y lleno un cubo de agua. Sanji me mira extrañado, pero luego sonríe.
- Se lo merece.
Cruzo con cuidado el pasillo, para que no se me caiga el agua, y vuelvo a entrar en la habitación de Zoro. Enciendo la luz, y oigo cómo él se queja.
- Buenos días.
Tiro el cubo de agua sobre él, pero se queda quieto. Ni siquiera mueve un músculo.
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La inútil del grupo [One Piece fanfic]
FanfictionUn grupo de piratas lleno de increíbles guerreros y guerreras, y luego estoy yo. Soy la inútil del grupo, ni siquiera podría acertar un puñetazo. ¿Podré algún día luchar?