Capítulo 1

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Despierto llena de sudor tras haber tenido una pesadilla sobre mis padres, mi cerebro ha recreado la muerte de mis padres, llevo muchos años despertándome así. Me levanto y me encuentro con un ayudante del Maestro.

- Tienes que lavarte, llevas así de sucia mil años, y no es agradable para los clientes. - dice, y me lanza una toalla y un cubo para llenarlo de agua - Rápido.

Salgo de ese horrible sitio y me lleva al balneario de la ciudad. Mucha gente me mira con pena, compasión, pero nadie hace nada. Nunca se han quejado, ni lo harán.

Me quito la ropa y entro en la gigante bañera. Todo mi cuerpo se relaja al instante, el agua está en una temperatura ideal. 

Evito mirar mi cuerpo. Está lleno de moratones y cicatrices que parece que van a permanecer ahí para siempre. Siguen en el mismo sitio, van a seguir aquí, en mi cuerpo. Por lo menos estoy sola en toda la bañera. Cojo el jabón y me lavo el pelo, y seguidamente el cuerpo, con los ojos cerrados. No me gusta mirarme.

He tardado más de lo que esperaba, así que corro al vestidor y me pongo ropa nueva que me han dejado. Una camisa blanca y unos pantalones cortos. Demasiado cortos. Parecen más bragas que pantalones. Claro, para que los clientes se diviertan más.

Mi pelo ha quedado increíblemente suave, ése champú hace maravillas, sin duda. Pero pronto volverá a estar sucio, al igual que todo mi cuerpo. El aliento de los borrachos piratas invade todo mi cuerpo, y el olor a tabaco hace que mi pelo huela horriblemente mal.

Suena mi Den Den Mushi, y lo miro fijamente. No quiero hablar con nadie en este momento, pero es lo que tengo que hacer, estoy obligada.

- ¿Hola? - pregunto.

- Hoy vas a tener muchos clientes, espero que te portes bien. Si no lo haces... te arrepentirás.

Y cuelga. Su voz es horrorosa, asquerosa, todos los adjetivos malos que existen están dirigidos a su voz. Él es un ser despreciable. 

Siento un horrible peso sobre mi espalda, me duele demasiado como para andar, y al llegar a la taberna, me siento sobre una silla rota. Entonces, entran al rededor de diez piratas gritando y bailando como locos. 

- ¡Sake y cerveza! - grita uno.

Les sirvo. Sólo queda un barril de sake, ¿qué hago yo ahora si viene alguien a por más? Mierda.

- ¿No nos acompañas? - pregunta otro, cuando estoy a punto de volver a sentarme.

- Vamos, ¡bebe un poco!

Justo cuando estoy a punto de unirme a ellos, entra un chico de pelo verde. No consigo verle bien el rostro, ya que tiene un pañuelo verde puesto en la cabeza. Otro pirata, pero éste tiene un aspecto diferente, no se porque. Tiene tres katanas, y parece peligroso. Se pone frente a la barra, y le atiendo.

- Dame todo el sake que tengas. - dice, y deja dinero sobre la barra.

- Sólo tengo un barril...

- Está bien.

¿Está bien? Nunca antes me han dicho eso. Por primera vez un pirata no se queja ni me trata con desprecio, pero por ahora. Estoy muy sorprendida. Dejo el barril a su lado y empieza a beber. Le miro.

- ¿Qué pasa? - pregunta, confundido.

- ¿No quiere nada más?

- ¿Qué voy a querer?

Esto es muy raro. Pido disculpas, y me mira raro. Parece que es nuevo por aquí. Tal vez su técnica sea primero portarse bien y luego...

- ¡Oye! ¡Ven aquí! - gritan otra vez, y me siento al lado de un pirata.

La inútil del grupo [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora