Capítulo 6

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Todos los días entrenaba muy duro con Zoro, y todavía nos faltaba mucho para llegar a la isla. Por las tardes, si tengo tiempo libre suelo entrenar sola, y aún más. Aunque él no lo sabe. Cada día aumenta el dolor de mis brazos y mis piernas, ya que entreno demasiado en tan poco tiempo.

- ¿Midori? - pregunta Zoro, haciéndome volver a la tierra - ¿Estás bien?

- Sí, ¿por qué?

- Te he estado explicando el santoryu y no me has oído nada.

- Ah, es sólo que... estoy cansada. No he dormido bien. - miento.

- Aunque no lo creas, te conozco muy bien, dime qué pasa. - dice, con la voz muy relajada.

Me siento sobre el suelo, y Zoro guarda las katanas. 

- Estás avanzando mucho y rápido, tanto que estoy muy sorprendido.

- Soy muy fuerte, ¿recuerdas? - intento sonreír, pero me sale una mueca, estoy muy cansada.

Me mira y me abraza. Al principio me pilla por sorpresa, pero no tardo en abrazarle con fuerza. Mucha fuerza, lo máximo que puedo.

- No tienes que esforzarte tanto, es demasiado. Te he visto entrenar a solas.

- Lo siento... 

- Recuerda que no tenemos prisa para entrenar.

Se separa de mi, y pone sus manos sobre mi hombro. No puedo ni mirarle a los ojos.

- Sólo quería ser un poco más fuerte... sois mucho mejores que yo, y...

- Midori, llevamos años luchando. - me recuerda, pero aún así no puedo calmarme - Lo último que quiero es verte sufrir por esta tontería.

- Pero, no es una tontería para mí. Quiero estar a la altura. Me siento como si no estuvieses orgulloso de mí... 

Apoya su frente contra la mía, y me mira fijamente. Siento mi corazón sobre mi pecho, late tan fuerte que me extrañaría que él no lo sintiese. Le miro, y sonríe.

- ¿Cómo se te pueden ocurrir esas estupideces? - pregunta.

- Yo, pensé que...

Se acerca lentamente hacia mí, y me besa. Siento sus labios hacer presión sobre los míos. Se separa al instante, y me sorprendo al pensar que quiero más.

- Espero que eso te haya aclarado las cosas. - dice, y entra en la cocina.

Me quedo de piedra, sentada sobre el suelo del barco. ¿Qué acaba de pasar? Mi corazón sigue latiendo a mil por hora. No me lo puedo creer.

- Midori, ¿no vas a desayunar? - pregunta Nami, cuando sale de nuestra habitación. Me mira. - ¿Pasa algo?

- ¿Eh? No, nada, ahora voy.

Entro en la cocina, y cuando Zoro me mira de repente me entra un calor enorme. Me quito el jersey, y respiro hondo.

- Buenos días. - digo, y Sanji me sirve una taza de té.

- ¿Estás bien? - pregunta, y pone su mano sobre mi frente - Estás roja como un tomate.

- ¿Fiebre? - pregunta Nami.

Miro al suelo, avergonzada. No quiero hablar de nada en este mismo momento. Mi cerebro todavía sigue en el cielo. ¿Qué me está pasando? Sólo ha sido un... beso.

- Ojalá volviese a ser jovén... aunque ya estoy muerto. - dice Brook, y ríe.

Bebo el té, y me quemo los labios. Grito del dolor, y todos me miran estupefactos. Sanji me trae hielo, y me lo pongo sobre los labios. Puedo oír cómo Zoro ríe muy bajito, y le miro. Él me mira, y aparto la mirada al segundo. Hoy no he empezado muy bien el día. Noto el corazón latir sobre mis labios. Todavía siento cómo quema.

La inútil del grupo [One Piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora