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Narra Demon.

Mierda, justo cuando mis poderes están a mínimo un espíritu quiere lastimar a mi hermana.

-No te preocupes.-Ale apoya una mano en mi hombro.-Ellos saben defenderse.

-En estos momentos es cuando mas necesito de mis poderes, pero no le hice caso a ella y por eso estoy así, me da rabia saber que ella puede desaparecer y yo no puedo hacer nada.-Suspiro cansado.

De repente, me encontraba entre los brazos de Ale, ella me estaba abrazando, mientras que yo, estaba en shock.

-Veras que todo se va a solucionar.-Me sonríe, dándome animos.-Vamos a ver como esta.

Caminamos por los pasillos hasta llegar a la habitación donde se quedaba, abrí la puerta lentamente y encontré una escena poco agradable; mi hermana y el rubio durmiendo abrazados.

-Juro que lo mato.-Susurro para no despertarlos.

-Jeje, creo que mejor los dejamos dormir, es tarde, si quieres mañana lo matas.-Cierra la puerta.-Hasta mañana.

Siento sus suaves labios en mi mejilla, depositando un beso antes de separarse y caminar lentamente.

Una sensación agradable apareció en mi estómago, no puedo negarlo, desde el primer momento en que la vi sentí algo por ella, lo admito. Y ya no podía ocultarlo mas.

-Alejandra.-Ella se detiene y gira su vista hacia mi.-Mi turno.

Aparezco frente a ella, se sobresalta al verme, no le doy tiempo de pensar, la tomo de la cintura y la jalo hasta mi, besándola.

Ella estaba en shock, pero segundos después me siguió el beso, si no fuese por el maldito oxigeno que hizo que nos separáramos, juro que la hubiese besado el resto de la noche.

-¿Qué fue eso?

-Esta claro que fue un beso.-Digo irónico.

-Se lo que es un beso, pero no entiendo por qué...-Desvía la mirada.

Tomo su mentón y la obligo a mirarme a los ojos.

-Te lo diré solo una vez, no me hagas repetirlo, me gustas Alejandra, desde el primer momento en que te ví no deje de pensar en tí y a pesar de todo lo que esta pasando, tengo que confesarte que te quiero y espero que algún día seamos algo.-Veo como entre abre sus labios, queriendo decir algo, sin embargo, ninguna palabra salía de estos.

-Siendo sincera jamás pensé que llegaras a decirme esto.-Esas palabras dieron justo en mi corazón.-Creí que yo seria la que se confesaría, pero me ganaste jeje.

-¿Qué dices? ¿Quieres ser mi novia?-Ella no responde, me jala de mi chaqueta y nos besamos de nuevo.

-Supongo que eso respondió a tu pregunta ¿No?-Arqueo una ceja.

-Creo que aún no me a quedado claro.-Digo antes de tomarla de la cintura y chocar nuestros labios de nuevo.

**

Hace siglos que no sentía esta sensación, estar completo.

El amanecer llegaba, Ale comenzaba a despertar, al abrir los ojos y verme sonrió, seguíamos abrazados igual que anoche antes de que ella cayera en los brazos de Morfeo.

-Hola.-Me da un casto beso en los labios el cual yo profundizo.

-Veo que dormiste bien preciosa.-Susurro cerca de sus labios.

Unos pasos se escucharon cercas de la habitación, Brian entró a la habitación de Ale ignorando los comentarios de mi hermana para que tocara primero.

-¿Que vas a hacer de...?-Nos ve.-¡¡¿Que chingados a pasado aquí?!! ¡¡Ale dijiste que llegarías virgen al altar!!

Gracias por el dato Brian.

-¡¡IMBÉCIL NO PASÓ NADA, SOLO DORMIMOS JUNTOS!!-Grita con su hermoso rostro teñido de rojo carmesí.

-Flamas, te dije que no entra...-Al vernos se cubre los ojos y retrocede lentamente.-Yo no vi nada, yo no vi nada, mente sana...

-Ahora que recuerdo, ¿Qué hacías en la habitación de mi hermana?-Ahora son otros los que estabas ruborizados.

-Lo mismo que ustedes, solo dormimos juntos, no paso nada.-Dice Damarys aun con los ojos cubiertos.

-E..es cierto.-Tartamudeo Brian.-Miren que tarde es.... ¡¡ADIÓS!!

Y así fue como salio corriendo de la habitación, derribando a mi hermana de por medio.

-¡¡DE ESTA NO TE SALVAS FLAMITAS!!

Demons.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora