Demons.

4.

-Esta despertando.-Brian señala a Damarys que se removía.

Me levante de mi asiento, sabía lo que venia.

-Mi cabeza.-Se queja y luego abre los ojos de par en par.-¡¡DEMON SERÁS LA COMIDA DE MIS TIBURONES!!

-¿Tienes tiburones de mascota?-Pregunta Ale sombrada.

-Me impresionas.-Su comentario provoco un leve sonrojo en Damarys.

-¿En qué me quede? Así, Demon...-Mostró su mejor cara de psicópata.

-Admite que corrías peligro en ese lugar.-Me cruzo de brazos, ella intento reprochar pero la interrumpí.-Tu sola no podrías controlarlo, tu poder no es tan fuerte.

-Pero sabes que ese lugar es mi hogar, y nunca he salido de allí.-Se dejó caer en el sofá de nuevo.-Además, no se que pasará si paso mucho tiempo fuera del agua.

-Lo averiguaremos cuando pasen los días.-Sentencie.

Ella ya no respondió, sabía que que esto la entristecía bastante, pero no había otra opción, tenía que protegerla.

-Puedes quedarte si quieres, aquí sobran habitaciones.-Ella asiente.-Vamos.

Cuando las chicas se alejaron pude escuchar como Brian suspiraba y articulaba un 'Que linda"

-Te conviene no acercarte a ella, la quiero con una hermana y la protejo como tal.

-Solo dije que era linda.-Hace un puchero.

Infantil.

Caminé por los pasillos y me encontré con Ale.

-Gracias, por dejar que ella se quede.-Desvío la mirada.

-No hay problema.-Su rostro se vuelve mas serio.- ¿Tienes idea de lo que pasó?

Negué.

Sea lo que sea, se que traerá problemas.

-Sella mis poderes -Digo de repente.

-¿Eh?

-El tatuaje en mi muñeca, sella mis poderes.

-No tienes que contarme si no...-La interrumpo.

-Quiero que sepas quien soy.-Hago una pausa.-Yo soy el malo de los cuentos, intenté dañar a unas personas hace tiempo, ella quiso convercerme pero no la escuché, sabes como terminé.

-Puede que hayas sido el malo de la historia en el pasado, pero yo veo que no eres tan malo, frío tal vez, pero no malo.

Un calor poco familiar aparece en mis mejillas, me estaba sonrojando de nuevo.

-Tks, dudo que eso sea cierto, adiós.-Desaparecí.

No sé que mierda me pasa, cada vez que estoy cerca de ella una extraña sensación se aloja en mi estómago.

**

-Por favor por favor por favor por favor.-Saltaba de un lado a otro.

-Sabes cual es mi respuesta.-Me limité a decir.

-Ya son 2 semanas que no toco el mar, necesito ir.-Hace un puchero.

-Hola hola.-Dice Brian entrando a la mansión.-H.. hola Damarys.

-¡¡Por favor!!-Ignoró completamente al chico y comenzó a parpadear rápidamente.

Antes de que llegara a volver a responder un portal se abrió y dos yetis pusieron a Brian y Damarys en un saco.

-¡¡AAAAHHHHH, ME SECUESTRAN UNOS OSOS RAROS!!-Creo que no hizo falta saber quien había gritado.-¡¡¿Y POR QUE MIERDAS ME TOCO COMPARTIR SACO CON FLAMITA?!!

Si, así le decía a Brian.

Los yetis se devolvieron por el portal, sabia perfectamente a donde los llevaban. Ale, quien estaba en la cocina, al escuchar los gritos salió con una daga en mano.

-¡¡¿Que pasa?!!

-Se los llevaron, hay que ir al polo.-La sujeto de la cintura y nos teletransporto al polo norte.

Para no levantar sospechas, aparecimos entre los pasillos que menos transitan los yetis, hize señas a Ale para que no hablara y sigilosamente caminamos hasta el centro.

Había un saco, el cual se movia mucho y del cual se escuchaban gritos de susto, pero no eran de mi hermana...