8. Sombra

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Narra Damarys.

Me sumergí en lo más profundo del mar, encontrando un par de delfines que comenzaron a nadar a mi alrededor.

Mis risas cesaron cuando un gran coral explotó cercas de donde estaba, asustando a la mayoría de los delfines.

-¿Que rayos...?-Una bola de fuego aparece en mi campo de vista.

Intento esquivarla pero llega a darme en mi aleta y grito, como nunca antes lo había echo.

Ardía, ardía mucho, no podía nadar así.

-Por favor, ayúdame.-Un pequeño delfín se acerca a mi y me recargo sobre el.-Llévame a la superficie​ por favor, ahí esta mi hermana.

El pequeñín comenzó a nadar lo mas rápido de podía con mi peso, mi aleta ardía cada vez mas, parecía una eternidad hasta que llegamos a la superficie y unos brazos me atraparon.

-A...yu...da...-Y todo se volvió negro.

**

-... Y eso fue lo que pasó.-Termino de contar.

Todo el mundo estaba callado.

-Lo vez Demon, no fue Brian.-Dice Ale dejándome confundida.

-¿Flamitas no fue qué?-Pregunté curiosa.

-Olvídalo.-Demon rueda los ojos.

-No es por molestar ni nada pero, ¿Alguien sabe como curar esto?-Señalo la quemadura de mi aleta.

Tímidamente Brian levantó la mano.

-C..c.. creo que p.. puedo hacer algo.-Se acerca lentamente y se arrodilla frente a la bañera.

De su mano derecha comenzó a crearse una flama de color azul, me sobresalté asustada, realmente no he tenido buenos encuentros con el fuego, flamitas acercó la llama a mi aleta pero yo detengo su brazo.

-No te quemara, lo juro.-Me miró directo a los ojos intentando tranquilizarme.

-Mas te vale.-Escuche la voz de mi hermano.

Su mano llega por fin a mi herida, cerré mis ojos al sentir una sensación de calor, pero no dolía. Al abrirlos de nuevo, mi aleta estaba curada.

-¡¡Funciono, gracias!!-Lo abracé por impulso y al separarnos el estaba más rojo que una manzana.

Mire a Demon, quien tenía una sonrisa de lado.

-Bien echo rubio.-Flamitas rueda los ojos por el apodo.

-Demon... Tu tatuaje.-Señalé su muñeca, el tatuaje había desaparecido casi por completo.

El observo su muñeca asombrado, hizo un movimiento con sus manos y apareció una sombra parecida a Flamitas, este se sobresaltó al ver a su versión gótica frente a el.

-¿Ese soy yo? ¿Como puedo tener la nariz tan grande...-Golpee la palma de mi mano en la frente, igual que Ale y Demon.

-¡¡Bu!!-Dijo la sombra asustando a Brian haciendo que este gritara como niña.

Ya ni yo grito así.

Cree una manta de agua que cubrió la boca de flamitas, y así por fin pudimos callarlo.

-Interesante.-Decía Demon viendo su mano.

-Aahh...-Bostezo.-Creo que dormiré un poco.

Cambie de nuevo a mi forma humana y me encamine a mi habitación sin decir nada.

-¿Oye no vas a comer?-Abro un ojo y veo a Flamas.

Me siento en mi cama y restriego mis ojos.

-No tengo hambre, aún...-Manipulo el agua que había en un vaso y formo dos figuras.-¿Te puedo preguntar algo?

-Claro.-Frunce el ceño confundido.

-¿Crees en el amor?.-Pregunto de repente.

El abre los ojos como plato y se sonroja, asiente desviando la mirada.

-No entiendo a los humanos en ese aspecto.-Hago que las dos figuras de agua se tomen de las manos.-Juran amor a otro de ellos, pero al pasar los años se olvidan de eso, incluso llegan a dudar lo que alguna vez vivieron.

-El amor es algo que no se puede describir.-Me mira a los ojos.-No puedes dejar de mirarla a los ojos, y cada vez que se sonroja te dan ganar de tomarla de las mejillas y besarla, quieres protegerla con tu vida...

Volví mi vista a las figuras que había creado, formando la escena que algún día me gustaría vivir, la figura del chico comenzó a hacerle cosquillas a la chica, se miraron mutuamente a los ojos y se fueron acercando hasta besarse.

-¿Los espíritus puedes llegar a amar?

-Si, y ese amor dura toda la eternidad.-Sonríe.

Me acerco curiosa.

-¿Te has enamorado?-El asiente.-¿De quién?

-De una chica.-Dice en tono burlón.

Inflo mis mejillas mientras me cruzo de brazos, haciendo un puchero.

-Dime por favor.-Ruego.

-Está por allá.-Vuelvo mi vista hacia donde indicada.

-Pero ahí no hay na...-Dejé de hablar cuando Brian me tomó del mentón y unió nuestros labios.

-Es por que la chica que me gusta está frente a mi.-Dice al separarnos.

No podía decir ni hacer nada, solo mirarlo.

Demons.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora