Epilogo

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¿Quién dijo que tener hijos es fácil?

-Julían quedate quieto.-Decía sin éxito.

El pequeño tenía 3 años, había heredado mis poderes, su cabello era negro igual que el mío, era mi replica en miniatura.

-Julían, obedece a tu papa.-Ale traía en brazos a Lía, la hija de mi hermana y Brian.

Aun recuerdo como casi lo mato cuando me entere sobre su embarazo, ese día terminó con un ojo morado.

-Sin duda es tu hijo.-Comenta Damarys negando.

Julían se cruzo de brazos y Frunció el ceño, de nuevo intentando usar sus poderes.

-¡¡Lo logre!!-Festejo al ver la sombra en forma de un perro.

-Ese es mi bebe.-Ale revuelve su cabello mientras el aparta la mirada sonrojado.

-Tks, no soy pequeño.

-Si, idéntico a su padre.-Brian hace una mueca.

Lía comenzó a llorar, Damarys la tomó en brazos y comenzó a arrullarla.

De repente me doy cuenta que Ale reía por lo bajo.

-¿En qué piensas?

-Recuerdo cuando nació Lía y Brian se desmayó al verla por primera vez.

Aun recuerdo eso.

-No soporto ver la sangre, es eso.-Dice un Brian totalmente rojo.

Siglos se soledad, hasta que por fin la encontré, la encontré a ella, a Ale, a la mujer de mis sueños, a la madre de mi hijo.

-Estas muy callado.-Comenta Mi ahora esposa.

-Solo estaba pensando.-Sonrío de lado.

-¿En qué?

-En lo mucho que te amo.-Digo antes de juntar nuestros labios.

-¡¡Que asco!!

-Tranquilo, no pensarás lo mismo cuando te guste una chica.

-Eso no va a pasar.

-Eso solo el destino lo sabe.

El destino, aquel destino que me volvió inmortal, que hizo que conociera a mi esposa, que cambiara... El destino que me dio...

Una segunda oportunidad.

Fin

Demons.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora