Narra Kami
- Estos pantalones, geniales, el cuerpo ajustado no me queda nada mal, ¿eh? – comenté riendo y guiñándole un ojo al espejo de cuerpo completo que tenía delante de mí. – Mmm... esta Camiseta tampoco está mal, pero prefiero otra... - revolví mi cajón de prendas y encontré una camiseta larga hasta la mitad de mi muslo y con un escote redondo. Era color negro así es que esa noche iría de negro completo. Busqué unas botas planas para poder bailar sin que me dolieran los pies y luego salí de mi habitación con mi bolsito con un par de euros y mi celular, no necesitaba nada más, que yo supiese.
- ¡Aleluya hermana! – gritó mi gemela con... ¿desesperación? Ni que necesitara tanto esa fiesta – y tú Tom, cierra la boca que de a poco te quedas sin saliva. ¿Vamos? – miré a Tom y comencé a reírme. Quizás saldría bien lo que pensaba, Tom = celos, genial.
- Vamos – afirmé a la vez junto a Bill. Sonreí y partimos a la fiesta en el auto de Tom.
- Llegamos – anunció el chico ese, el conductor. Nos bajamos con una sonrisa enorme en nuestras caras, lo único que queríamos era una fiesta, había pasado tanto tiempo desde que habíamos ido a una... que las extrañaba (un día).
- Relájate, ¡Ni que fuese una droga hermana! -Exclamó con diversión mi gemela.
- Es que hace mucho tiempo no venía a una – miré el suelo con tristeza fingida.
- Mentirosa, anoche fuimos y hace cuatro días atrás también fuimos a una por la entrega de prem... - se cayó ya que tapé su boca, no podía revelar el por qué.
- ¿entrega de qué? -Preguntó con curiosidad Tom.
- De... De... - intenté decir, pero no se me ocurría nada
- De premios del colegio de nuestro primo – inventó mi hermana rápidamente. Ya me estaba muriendo con tanto pensar... ¡Uf! Odiaba pensar tanto, sólo era cosa de actuar, pero en ese momento me había quedado pegada con una laguna en mi mente. Todo era blanco, solo existía la palabra "de".
-Idiota- Me dije a mi misma.- ¿su primo?, ¿Qué primo? - Inquirió el otro de los gemelos.
- Uno que nunca vemos, lo encontramos el domingo y nos dijo que le entregarían ese premio así es que... nada, fuimos y como teníamos que festejar, fuimos de fiesta – siguió con la mentira.
- ¡Ah!, ¡Verdad!, ¡Se me había olvidado!, que tonta soy a veces – todos me miraron con cara de circunstancia – bueno, siempre, ¿felices? – reímos los cuatro. – Ya entremos que quiero bailar – moví mis delgadas caderas en forma de lombriz hacia los lados y Ly rodó los ojos.
- Entremos-Nos dijo a todos la mandona de mi gemelita.
Así avanzamos entre todos y los gemelos mostraron sus identificaciones, al segundo los dejaron entrar, pero en el momento en que mi hermana y yo debíamos cruzar esa barrera, los guardias nos detuvieron
- ¿A dónde creen que van? – preguntó uno alto, rudo y con voz muuuuy grave que daba miedo.
- C-con ellos – indicó mi hermana a los gemelos con el dedo índice.
- No pueden pasar-Repuso el más feo de todos, tenía la nariz demasiado grande y ganchuda en un rostro surcado por lo que parecían entre arrugas y cicatrices, daba muy mala pinta, además estaba calvo y era muy alto, bueno, cualquiera era más alta que nosotras.
- ¿Pero queeeé? ¿Cómo qué no?- Exclamé casi como una niña pequeña.
- No pueden, ustedes no pueden entrar sin identificación o sin estar en la lista-Volvió a hablar el más feo de todo.
ESTÁS LEYENDO
Sweet or Devil Twins?
FanfictionLas mentiras solo atraen más mentiras, eso bien lo sabían las gemelas Leah y Kamila Schwarz. Años ocultando un secreto para que la mayor de ellas no perdiera a su mejor amigo. Kim Bone, una superestrella de las listas musicales alemanas y enemiga...