El trayecto hasta la zona de abordaje fue muy incómodo, demasiado. Desde el momento en el que Harry se bajó de la camioneta negra su rostro volvió a ser inexpresivo, todo rastro de diversión por lo sucedido minutos atrás, fue eliminado. Y si a esto le sumamos que yo estoy más nervioso que novia a punto de pisar el altar para contraer matrimonio. Anoto mentalmente que debo leer los libros que obtuve en la biblioteca para lograr "controlar" mis emociones. Es algo que sé no va a funcionar, pero como dijo el médico; nada pierdo con intentar.
Cuando llegamos al lugar encontramos a Mark charlando y riendo con el piloto, al notar nuestra presencia nos hace señas para que nos acerquemos un poco más a ellos.
—Renato, el es mi hijo Harry.— Dice Mark como padre orgulloso.
—Mucho gusto muchacho, Mark me ha hablado maravillas de ti.— Saluda el hombre regordete y de baja estatura, mientras le palmea el hombro al rizado.
—Mucho gusto, Renato.— El ojiverde extiende su mano hacia el piloto con un aire elegante y educado. Vaya.
—Y este muchachito ¿quién es? Creo que vienes con muchas ganas de dormir como para no sacarte la pijama.— Renato intenta hacer un chiste sobre mi vestimenta y a mi no me causa ninguna gracia.
Principalmente porque me estoy congelando por el frío que hace.
—El es Louis.— interviene Mark antes de que yo diga cualquier cosa. — Como sea, vamos tarde.— Dice restando importancia a mi presentación.
No dijo que soy su hijo pero si presentó al odioso de Barry como tal. No me molesta que lo considere su hijo, pero me duele que no me considere o reconozca a mi como su verdadero hijo.
Puedo sentir como un nudo se instala en mi garganta y mis ojos comienzan a picar. Pero no voy a llorar porque a mi sólo me tiene que importar el amor de mi mamá.
Hoy juro que nunca voy a llorar por un hombre, nunca.
Nos dirigen hasta las escaleras de embarcación, el primero en entrar es Mark seguido de Harry y por último yo. Entro un poco cohibido observando todo a mi alrededor, nunca había estado dentro de un avión y los que he visto en las películas son tan diferentes a este.
En la parte delantera hay dos asientos enormes, uno compartido en dos y el otro es simplemente gigante. Lo imagino como una posible y cómoda cama hasta que el trasero de Mark cae en el. Harry suelta una risa al notar mi decepción y me señala el puesto de la ventana a mi, en el asiento compartido. Sin embargo más atrás puedo ver muchos asientos disponibles y como mis ganas de viajar seis horas al lado de Harry son nulas, considero la opción de irme hasta el fondo del avión.
—Ni lo pienses. Esos asientos ya están ocupados. — Dijo mientras me miraba el cabello, si, el cabello. El hombre mide casi dos metros, en comparación a él yo soy una pulga. Y mis malditos nervios no me permiten levantar la cabeza y mirarlo a los ojos.
Le hago caso y me siento donde me indicó momentos atrás. Para mi mala suerte sobre cada asiento hay ventanillas del aire acondicionado por lo que no pasa mucho tiempo para que yo comience a tiritar. Por lo que veo este será un largo vuelo.
Luego de unos minutos en los que yo casi muero del frío y Harry al parecer se queda dormido, comienzan a entrar varias personas, muchas personas en realidad.
Primero entra una señora a la cual le calculo unos cincuenta años, acompañada de un chico moreno. Estos se sientan en la primera fila de asientos "normales". Luego entran tres hombres más de unos treinta años cada uno y también toman asiento.
Por último suben al avión dos chicas, una rubia alta de ojos verdes que me dedica una sonrisa al darse cuenta que la observo más de la cuenta. Y una morena de cabello rizado que me ignora olímpicamente.

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ángel [l.s]
FanfictionLouis Tomlinson 16 años, diagnosticado por el doctor de confianza de su mamá con un un conjunto de fobias y trastornos de los cuales al pasar el tiempo y con ayuda de una persona muy especial irá entendiendo el por qué de sus actitudes que no le per...