Capítulo 54

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Gerard: Me casaré con ella...

Chaz: Bien, hazlo hermano y verás toda la sórdida vida de tu esposa expuesta en un tribunal, un juicio Caroline, donde tendrás que probar que tu retoño es de Way y solo así podrá usar ese apellido

 Gerard: ¿Por qué me haces esto?

Chaz: Por que la zorra que esta a tu lado te esta engañando.

Su cabeza estaba echa un verdadero lío, tantos pensamientos encontrados, tantos sentimientos revueltos, nunca había peleado de esta forma con ninguno de su familia y ahora... ¿Y si era su bebe? ¿Debía protegerlo? ¿Qué hacer? No podía dejar que Caroline pasara malos ratos... estaba embarazada... de su hijo, su deber era protegerla... si, eso era... jalo la puerta con mas fuerza de la necesaria y salió al pasillo furioso por todo, dispuesto a matar, necesitaba explotar... gritar hasta que no le quedara voz, salió y no pudo respirar, todo se congelo, todo... su corazón se detuvo y la sangre en sus venas se heló, conocía ese largo cabello chocolate, que desaparecía tras la puerta de la escalera... los pies se le quedaron clavados al piso y se estaba ahogando, obligo a sus pies para moverse y salió corriendo pero al abrir la puerta no vio nada... como un loco llamo al ascensor por que así era mas rápido llegar a la primera planta y se subió a este olvidándose de su remolque, recorrió toda la recepción del edificio pero ella no estaba por ningún lado, ella no estaba... ella había desaparecido tras esa puerta llevándose su alma, Caroline lo tomo del brazo y tiro de el asía la salida y sus pies avanzaron autómatas, salió del edificio como un zombi, camino por la cera con esa chica haciendo planes para el futuro y el solo podía repetir en su cabeza como desaparecía esa melena tras la puerta de las escaleras.

(Adiós Gerard)

Por culpa de su huida tendría que esperar a que Camille saliera del cuarto para ir por sus cosas, estaba sentada en un marco de ventana mirando los jardines cuando recibió el mensaje de Gerard, bien tenia algo que hacer, espero hasta que los pasillos estuvieron desocupados para ir al área de los dormitorios, con una horquilla volvió a abrir la puerta del cuarto de Gerard, entro y tomo una maleta pequeña del armario, busco en los cajones y saco tres juegos de ropa completos, eso debía bastarle por que no cabía nada mas en esa maleta pero aun asi tomo otra chaqueta, sabia que el adoraba su chaqueta de cuero negra por lo que se la llevaría. Recogió su bolsa y salió rápidamente de la academia, antes que alguien la viera, debía comprarse un coche, por que estuvo más de una hora intentando coger un taxi, ya no importaba porque estaba en el edificio, por alguna razón tenia mas esperanzas que nunca, casi estaba segura que todo era una mentira de la tipa esa, si debía ser una mentira, ella no había echo nada malo para que la castigaran asi, y si contaba con los pro y los contras eran mas los pro, dejarían que los chicos se encargaran y ella cuidaría de Gerard ese tiempo, eso los uniría mas... si, debían pasar este tiempo juntos y asi sabrían si había futuro en ellos... ¿Por qué la puerta del departamento estaba abierta? Se apresuro por temor de lo que pudiera encontrar pero las voces la detuvieron en la entrada... mas bien lo que decían esas voces... y quien las decía... las manos se le iban helando conforme escuchaba... "Deja de insultarla... esta bien, vámonos Caroline nada tenemos que hacer aquí... si la echas a ella me echas a mi. Chaz por favor solo déjalo... no necesito la maldita prueba okey. Me casare con ella, me casare con ella, ME CASARE CON ELLA, no necesito la maldita prueba" No podía escuchar mas, no podía seguir hay parada haciendo el ridículo, no podía... su alma estaba rota, no se podía tener tanto dolor, con la poca fuerza que le quedaba giro y corrió, corrió a las escaleras, pero en vez de escapar del edificio subió a la azotea, las azoteas siempre estaban vacías, y ella necesitaba soledad... tropezó y callo al piso, pero no tuvo fuerzas para levantarse, no tuvo fuerzas para nada, solo se acurruco y dejo que las lagrimas salieran, se sentía tan idio*ta, tan crédula, tan joven, era la bruta mas grande del planeta, eso le pasaba por creer en el, por creer que el la quería... dios es Gerard, Gerard Playboy Way el mujeriego mas grande del planeta, el solo... oh dios el jugó con ella, el se estaba riendo de ella pero ya no podía seguir con su tonta broma por que iba a ser padre, le vio la cara, todas las dudas... todas sus reticencias eran ciertas, el bastardo jugo con ella ¿Por qué dudo? ¿Por qué lo dejo atravesar sus barreras? Era una boba... oh dios no soportaría verlo... no soportaría ver su cara con esa maldita sonrisa de arrogancia, no podría sobrevivir si el le destapaba el juego como seguramente haría. Después de horas de llorar en esa azotea se levanto y bajo por las escaleras, tenia la maleta en la mano, seria lo mas madura que podía, tenia que ser adulta, debía ser fría, no le dejaría nunca ver el daño que le causo, miro la maleta y supo lo que debía hacer... camino hasta la puerta oscura, toco el timbre y espero, cuando Chaz abrió ella le estiro la maleta...

Acéptalo, eres mía (Gerard Way y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora