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-Bueno, ¿Y? Dime, ¿cual es la tuya? -Le pregunté en tono desafiante, queria saber cual era su pasión, para así poder ejecutar una venganza y reirme de cualquier cosa que dijera. Me molestó lo que observó de la mia. Además no ser especial para el es muy importante, porque ¿A quien más quiero impresionar? Es la única persona que quiero impresionar. Si no soy diferente de las demás para el ¿que soy? Quiero ser quien dejé una marca en Alan, quien le de una vista distinta del mundo, alguien que se diferencíe por romper las reglas de lo normal. Aspiro a ser quien Alan identifique por distinta, no para que me mezcle en la carpeta de las normales junto a sus demás amigas. No pienso estar ahí ni aunque de eso dependa mi vida. Nunca. Jamás.
-¿Mi que? -Dijo desentendido.
-No me hagas repetirte la pregunta que me hiciste tu.
-Pues podrías hacerlo, no lo recuerdo.-Parecía ser sincero, aunque sus ojos mostrarán lo contrario. Tenía en ese instante una mirada burlona pero seductora, de las que normalmente no puedo resistir, esos ojos provocaban en mi algo muy distinto a lo que sentía antes por Albert, no se compara en nada a lo que me llegó a pasar con el, esto es diferente, no solamente me hace sentir deseos incómodos y morbosos, si no un sentimiento demasiado puro hacia el. Estaba obsesionada por Alan, pero creo que eso esta cambiando. Algo más esta sucediendo dentro de mi corazón. Siendo hipnotizada por sus ojos avellana le lancé una vez más la pregunta para darle el gusto de escucharlo de mi propia boca.
-¿Cual es tu pasión? -Repetí sin ganas volteando los ojos con gesto molesto.
-Ah, ok, bueno, pues interesantemente mi pasión es nada.- Contestó complacido de su respuesta.
No me esperaba eso, no podía burlarme de "Nada" por que sería estúpido, por que no tendría de que hacerlo.
-¿Nada? -Pregunté en tono incrédulo.
-Si, nada.
-Pero ¿Por que? ¿No tienes algo que Ames tanto que no lo puedes dejar, o simplemente no puedes vivir sin ello?
-No.
-Y podrías decirme la razon?
-Am, No.
Solté una pequeña carcajada. El me siguió el juego y también río, yo pensaba que era broma, pero en cuanto calló y se puso serio me Di cuenta de que no había acertado.
-¿Por que no? -Dije como un niño pequeño en un supermercado cuando su madre le dice que no le comprará lo que quiere.
-Sencillo, no quiero que te enteres de la razón.
-Que malo. -Dije sonriente, no podía estar malhumorada, su insistente rechazo a decirme me Divierte.
-Lo sé, soy un villano. -Dijo mientras se acomodada bien en su silla.
-Un villano muy cruel. Vamos, en serio dime.- Hable en tono chillante y puse un puchero para que Alan se compadeciera de mi.
-No Katy, no. No voy a caer con eso de "Dime" pegado a una cara tierna con un puchero. No
-Esto es estúpido Alan. Quiero saber por que no puedes contarme. Que es tan malo que no lo puedes compartir, o ¿es ridículo? Si lo es prometo no burlarme. Pero creo que no tienes suficiente confianza en mi. -Mi expresión cambio de tierna a una mucho mas dura.
-Tenerte confianza? Katy te conozco hace unas horas, para mi aún eres la chica tímida que se mudó hace un año y medio al vecindario, es imposible encontrar la confianza en alguien tan pronto, así como el amor hacia otra persona. No me conoces, yo no te conozco, se supone que para esto es la cena, para conocernos, entonces así saber el uno del otro, compartir entre los dos.-También su expresión había cambiado, el se puso rígido y frío, inexpresivo. Tenía razón, hay aspectos que no conocía de el, el lado que recién me había mostrado no me gustó, eso le da la razón, pero me hirió cuando hablo de el amor. Me identificó. Ya me tiene clasificada, genial. "La chica que se mudó al vecindario hace un año y medio" exactamente lo que no quería que pasara, nueva mente lo volví a arruinar. Me imaginé mirando hacia el cielo pidiendo que la tierra me tragara o desapareciera, o muriera, algo para salir del shock en el que había quedado sumida en menos de 30 segundos. Me quedé rígida, viendo directamente hacia la cena casi completa, no habíamos degustado el plato por estar en la charla. Bueno no me lo comí ni lo comeré, se me quitó el hambre. En un acto rápido me levante de la mesa sin observar a Alan. Salí de ahí hacia el baño de damas y el ni siquiera me detiene o pregunta nada. Más pérdido no podía estar ya el objetivo de hacer que Alan guste de mi, eso ya quedó atrás, me repito mientras camino al baño, entré en el, Me metí en un privado y rompí en llanto. Dos veces la misma noche, por el mismo sujeto. Vaya, un récord. Sentada en la taza del retrete lloraba por lo que sucedió hace unos minutos, el maquillaje se me estaba corriendo, no traía mi bolso, lo dejé en compañía de Alan. Mierda. Pensé en voz alta tratando de controlar mis gemidos. Con papel higiénico limpie el rastro de mi llanto. Lagrimas negras por el. Literalmente, el rimel se salió por completo de mis pestañas. Era una chica con mejillas negras y mojadas. No se lo merecía, el no tiene el poder. Deje de pensar en aquello cuando me Di cuenta que si lo tiene. Yo gustó de el, yo lloro por el, me emocionó por el. Dios, el chico me tiene en la Palma de su mano. Soy como su cerdo para el matadero. Me va a hacer encariñarme con el para luego matarme de un golpe en cuanto me llame "mejor amiga". Como duelen esas palabras cuando provienen de esa persona. Ya un poco más relajada decidí salir, regresar a la mesa y tener dignidad. No dejaré que me controle más. "Desde este momento en adelante no me controlará mas". Me dije para mi misma en voz alta antes de salir a mirarme en el espejo, abrí la puerta del privado no esperando encontrarme con alguna figura, menos con una ancha, delgada y fornida. Para ser exacta no esperaba toparme en ese lugar con Alan.
-Oh por Dios. -Grite y di un respingo cuando vi frente a mi privado a Alan cruzado de brazos.- ¿Que estas haciendo tu aqui?
-No lo vez, sacarte del baño.
-¿como supiste que no quería venir al baño de verdad?¿Que tal que yo si hubiese venido a cagar o eso?
Sacó una pequeña risilla dejando ver detrás de una preciosa sonrisa, unos dientes perfectos y blanquisimos.
-Vamos Katy, te lo eh dicho ya, tu cara refleja tu estado, no es difícil saber si vienes aquí a llorar o a...- Hizo una pausa ligera para poder decir lo siguiente. Parecía que no tenía palabras para describirlo.- Descargarte.
Los dos reímos ligeramente.
La situación al principio parecía que pintaria para ser incómoda, pero nada de eso. Volvíamos a las bromas naturales entre chico y chica, Alan y Katy. Eso realmente era lo que necesitaba en ese preciso momento. Una broma, risa, distracción. Olvidar. Regresamos a eso que creamos desde esta mañana. Y eso me hacía muy feliz.

Inside DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora