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Atormentado... Toda la noche  huyendo de sus pensamientos. Intentando sin conseguir nada. Las palabras... el acertijo, esa noche todo le habia impedido dormir. En que se había metido. Es tan grave lo que piensa hacer aquel sujeto. Tantas precauciones sólo para espiar a una chica. Quería saber porque. Tenía tantas preguntas y sin embargo no había quien le diera respuestas. Es el comienzo. Se dijo. Es peligroso. Pero apenas comienza.
La noche anterior fue de nubes grises. Al parecer lo que vendrá será una tormenta. Si no es que un huracán.
"Cerca estoy pero lejos llego"  resuena en la cabeza de Alan. Pequeños fragmentos de aquella adivinanza le picaban en la cabeza justo donde nace la curiosidad cuando de pronto, un vibrar lo sobresalto.
"Buenos días mi amigo, ¿como despertaron las partes de tu mente muntherum? Tengo ganas de saber algunas cosas sobre Katy el día de hoy, sólo para corroborar informacion. Se que tendrán una cena "especial" y en serio necesito que le hagas las siguientes preguntas:
¿ Estudiaste la universidad?
Si, no y porque.
¿Que carrera?
¿Saliste con honores?
¿Cual es tu coeficiente intelectual?
Eso es todo.
El texto concluyó.
'¿Como sabes que tengo una cita con Katy esta noche?" -Cuestionó el peli-lacio desde un mensaje.
"No dudes de mis marionetas" -Contestó casi enseguida. La conversación termino. Alan tenía sueño. Pero tambien un trabajo. Debe tener todo listo para la noche. Debe tener fuerzas. Debe... debe... descifrar ese maldito enigma.

Desperté más temprano de lo común, seis y media de la mañana ya estaba más que lista para salir a trotar. Charlie sale a las 9, así que por mientras desayune algo. Luego de la barrita de cereales tomé asiento en el sillón de mi madre y lo acaricié con cariño, como si aquel fuera la persona a la que más amé en la vida. Supe que no era así, solté con rapidez el sillón antes de echarme a llorar. Pero ya no quiero hacerlo. Terminaré seca.
Mi celular sonó, una notificación en Facebook había llegado. Chequee y observe que tenía una solicitud de amistad. ¿Quien sería? ¿Como supo mi usuario? En seguida fui directo y lo que vi, me dejo sorprendida. "Albert Chobsky" ¿Como se atreve a enviarme una solicitud de amistad ese tipo?
Claro que al instante la rechacé. Se veía tan estúpido en su foto de perfil. Mostrando su abdomen torrneado, su cara perfecta y su mata de rizos chocolate. Estaba sonriendo, pero yo sabía que esa era una sonrisa falsa. Estuve con el muchos años, yo conozco su verdadera sonrisa.
Lo siento, pero me dañó, ha e mucho tiempo, pero la cicatriz aún no desaparece.
Enojada, apague el teléfono y lo deje al lado mío, encendí la televisión, no había nada interesante así que lo dejé Disney channel y por obra de no se que, quede undida en un sueño profundo.

Desperté, somnolienta. Veía borroso. Vi la hora en mi celular, todo bien, hasta que mi cerebro proceso la informacion.
¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! Son las ocho con cincuenta y tres. Me levantes de mi cómoda posición en el sofá para levantarme en medio segundo, en seguida fui a lavarme la cara,el agua fría hizo que soltara un quejido pero me quitó muy rápido lo adormilada. Acto seguido corrí hacia mi habitación, mi cabello era un desastre, se enredó por todas partes. Me pasé el peine unas tres veces, e hice unas coletas a los lados para parecer más adorable. Me puse una banda elástica blanca y salí con rapidez olvidándome del cronómetro.
Me puse a calentar músculos en la mitad de mi jardín, la parte suave simplemente hace más fácil hacerlo. Al menos para mi. Decidí que me quedaría ahí hasta que Charlie apareciera por esa acera trotando o corriendo. Da lo mismo. Yo sólo quiero ver su rostro lindo, sus piernas que se ven tersas y fuertes. Suspire mientras observaba para ver si el chico venía. Nada. No me alarmé y sólo seguí calentando cuando vi algo que me extrañó. Un muchacho, de alrededor de veinte, se posó en la puerta de Alan con una bolsa naranja con el logo de Nike impreso. Eso no me pareció raro. Lo que si fue raro, fue que para mi es extraño. El muchacho traía puesta una camiseta polo negra con lo que parecía ser una runa. Quizá no lo era, pero influenciada por "Cazadores de Sombras" estoy segura de que si. La parte perturbadora es que yo conocía ese símbolo, de repente volvió a mi cabeza y no se por qué. Al verlo simplemente salió a flote esa extraña figura de un recuerdo lejano. O tal vez no era un recuerdo.
Me quedé estática observando aquella runa verde, pero no un verde lindo, sino uno fuego. Verde fuego. Suena tonto, pero así lo describo.
El chico tocó la puerta de Alan haciendo que este abriera en segundos. Estaba en boxers, con una térmica y despeinado. Se veía adorable. Aún recién salido de la cama sigue siendo el más hermoso de este lugar.
Al ver la bolsa, pude notar que Alan se sorprendió muchísimo y que adas tenía un vendaje en su mano. No sabía que amaba tanto las zapatillas deportivas.
Levantó la tapa sólo un poco para observar dentro, luego la cerró y alcancé a ver como este le estrechó  la mano con dureza. El otro de 22 se fue. No vi su aspecto pero se le veía escuálido. Salude a Alan amistosa, levantando mi mano y moviendola de lado a lado. Me fulminó con la mirada y dio un portazo para desaparecer dentro de su casa.
"Alguien amaneció de malas" dije para mi misma en voz alta. Seguí calentando el cuerpo, cuando Charlie pasó frente a mi casa trotando.
-Katy... Hola... ¿Trotas conmigo? -Dijo el con dulzura, moviendo sus pies arriba y abajo para que su cuerpo no se enfriar.
-Claro.- Contesté con entusiasmo. -Para eso me preparaba.- Los dos salimos de ahí, yo estaba feliz, Charlie estaba sonriente. Una combinación muy genial. Debo decir, que el hombre a lado mío es bastante atractivo, su cabello teñido de rubio, su barbilla cuadrada, su cuerpo sexy, es alguien que yo considero precioso. Además se le ve tranquilo, coherente y necesitado de amor. No pienso ser prejuiciosa, así que primero lo conoceré lo más que pueda...o ocurrirá lo mismo que con Alan.
Charlie trotaba con seriedad, su rostro estaba inexpresivo, sus labios formaba una línea recta. Pensaba en algo. Eso no lo hacía feliz. Al menos es lo que aparentaba. De la nada sacó una sonrisa dulce y sincera que no intérprete. Sus pensamientos le dieron felicidad, quizá. Me miro de reojo y con su voz calida me preguntó:

Inside DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora