A tu ritmo || Zarry Stylik

Capítulo 05.

Al día siguiente Harry despertó en una cama vacía, pero igual de tibia como la recordaba. No hizo un gran escándalo por lo sucedido y se sorprendió por no estar entrando en pánico.

Cuando se encerró en el baño para darse una ducha, la idea de seguir como si nada hubiera pasado fue lo suficientemente buena y madura como para llevarla a cabo.

En cuanto estuvo vestido y perfumado tomó su celular, sus audífonos y bajó a comer con la familia. No era tan tarde, pero conociendo a los Malik, era seguro que ya se había perdido el desayuno.

-¡Harry, cielo! Ven, estábamos por salir a comer a un restaurante que nos recomendó Trisha -su madre habló con entusiasmo.

Últimamente Harry había notado que su madre estaba más alegre. Desde la separación que había atravesado hace unos meses con el padre del rizado, su madre no paraba de lucir decaída y atrapada. No importa lo que Harry o Gemma hicieran para tratar de distraerla, era como verla viva, pero sin vida en realidad. Era triste. Nunca se esperaron una separación por parte de ellos, fue como despertar y saber que el mundo ya había llegado a su fin.

Con un vistazo a su celular, se dio cuenta de que ya era un poco tarde y no sabía si Niall ya había llegado a Bradford, porque con lo poco que logró conocer al maniaco Liam, era totalmente capaz de haber traído a Niall durante la noche o en las pocas horas que transcurrieron de la mañana a la tarde.
Estaba a punto de poner un pero cuando de repente Zayn habló, cargando a Safaa en brazos.

-Vamos, Harry. Liam nos alcanzará en un rato -dijo, con una especie de mirada que parecía cómplice. Harry lo entendió de inmediato.

-Oh -se permitió parecer sorprendido por una fracción de segundo y después volvió su rostro neutro, asintiendo-. Claro, entonces vamos.

Usaron el auto de Anne puesto que el espacio es conveniente e ignoró el gesto confundido de su madre después de la pequeña charla con Zayn. Se sentó en medio de Waliyha y su primo, quien para su suerte ya había soltado a Safaa y permanecía callado.

Sólo hasta que el auto se puso en marcha se permitió preguntarse si debían hablar sobre lo que había pasado anoche. De sólo recordarlo podía sentir nuevamente el aliento de Zayn chocando contra su cuello, su brazo alrededor de su cintura y las palabras que habían sido más balbuceadas que pronunciadas. Se sintió sonrojar y se dio cuenta de que inconscientemente se había encogido en su lugar.

El rizado gruñó internamente y, antes de poder ponerse los audífonos, Waliyha comenzó a hablar.

-¿Cuál es tu comida favorita, Harry?

El rizado de encogió de hombros.

-Cualquier comida es buena, no creo tener preferencia por algún platillo en especial. Eso sí, te acepto todo menos los mariscos.

A su lado izquierdo, Zayn soltó una suave risa que, si bien pudo pasar desapercibida para los demás, no fue así para Harry.

-¿Qué es tan gracioso? -se atrevió a preguntar.

Vaya, ¿quizá dormir con Zayn le había dado más valor o algo así? ¿Tal vez era como una especie de magia o brujería?

-Olvídalo, Harry. Es- yo recordé un chiste que Liam me texteó esta mañana.

-Y hablando de Liam -la tía Trisha se giró en su asiento para poder ver a la parte trasera, acomodando un mechón de su perfecto cabello detrás de su oreja-. ¿Qué hará él en Navidad? ¿Tiene planes con sus padres?

-Para nada -Zayn negó-. Sus padres se irán a un crucero y ya sabes lo mal que Liam se pone en alta mar. Así que Liam se va a quedar en casa.

De reojo, Harry se dio cuenta de la mueca reprobatoria en la cara de Zayn. Se sintió mal por Liam. Nunca, en sus diecinueve años de vida, Harry había pasado una Navidad solo. Cada año, su madre y su hermana se unían a la celebración que todo su barrio organizaba; bebían ponche, comían pavo, pasta, ensalada y todo era tan diferente cada año. Su madre siempre aportaba algo y, como era una colonia privada y pequeña en donde Harry vivía, se permitían realizar un intercambio de regalos que, casi siempre, terminaba siendo un sueño hecho realidad.