Capítulo 09.

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HE VUELTO, PERRAS.

Zayn y Harry decidieron salir a caminar un rato.

Bueno, en teoría, lo que decidieron fue escaparse de la cena navideña. Pensaron que en realidad no era una cena muy importante y que podrían compensarlo asistiendo con una gran sonrisa a la cena de año nuevo.

Qué rápido pasaba el tiempo. Ninguno de los dos se dio cuenta de qué fecha era. No supieron cómo fue que los días se les fueron volando. ¿La magia de Bradford, tal vez? ¿La magia de la navidad?

Harry no puede evitar pensar en que dejó a Niall solo junto con su familia, Liam y los insoportables Tomlinson. Quería imaginar que todo estaría bien durante su ausencia, Niall es un buen chico y mientras estuviera con Liam nadie se atrevería a lastimarlo o a molestarlo. Pero no se fiaba de su abuelo ni de sus... Tíos.

Oh Dios, ¿los insoportables Tomlinson eran sus tíos? Sus... sus, ¿tiastros? Siendo hijos de Joseph, ellos vendrían siendo como sus tíos, pero sin el apellido de su abuelo. Nunca se había detenido a pensar en eso. Qué fuerte.

Se imaginaba llamando "tíos" a Ernest y Doris. Casi se echó a reír si no fuera por que la idea le resultaba desagradable.

Para dejar de pensar en eso, giró su rostro hacia su derecha; hacia Zayn. El moreno caminaba con parsimonia, con sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta negra de lana y su gorro puesto. Tenía la vista al frente. Parecía la persona más relajada y cool del mundo.

Esta vez Harry soltó una suave risa y eso llamó la atención de Zayn.

—¿Ocurre algo gracioso? —preguntó el mayor.

Harry negó, todavía con una sonrisa en los labios, y se formuló rápidamente una respuesta en su cabeza.

—Cuando era pequeño, recuerdo que eras el niño más inseguro de todo Bradford. Y mírate ahora. Eres como un Narciso.

Zayn soltó una carcajada limpia.

—Qué mentira más grande.

Harry enarcó una ceja y miró a Zayn con superioridad.

—¿Crees que no he escuchado cómo te dices a ti mismo lo hermoso y, cito; «la perfecta definición de belleza y sensualidad» que eres? —Harry atacó, juguetonamente.

Y era verdad, a veces la voz de Zayn interrumpía el hermoso y valioso tiempo de sueño de Harry. Pero Harry se quedaba callado porque era verdaderamente entretenido escuchar a Zayn creyéndose el Rey del mundo.

—Por favor, estás delirando. El frío te ha hecho perder el sano juicio.

—¡No me llames loco en mis narices! —chilló Harry, cruzándose de brazos.

—Pues no me llames Narciso. Soy capaz de apreciar la belleza ajena también, ¿sabes?

—Mh...

Harry recordó la suave presencia que sintió el primer día que llegó a Bradford. Se había quedado dormido en la habitación de Zayn, pero se mantuvo alerta por si alguna de las hermanas Malik volvía a entrar queriendo tomarle fotos. Aún dormido, escuchó el sonido de la puerta y de ropa rozar, junto con un suave olor masculino. Sintió que alguien lo observaba. Quiso abrir los ojos para ver de quién se trataba, pero no hizo falta porque luego de un rato Zayn lo despertó de manera brusca.

A tu ritmo || Zarry StylikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora