Día fuera de lo común

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Narra Anne

Hoy no quería ir a la escuela, que aburrido, todo menos eso, sin contar que a Cristopher le iba a dar "clases" odio todo que tenga que ver con escuela, ¿y voy a enseñar? JÁ.

Veré si mi madre me deja quedarme hoy.

Voy bajando las escaleras y me encuentro con mi hermano menor, digamos que no le tengo el mejor de todo los cariños.

Encuentro a mamá en la cocina.

-Mamá.
-Dime querida.- Dijo volteándose hacia mi.
-No quiero ir a la escuela, además llegaré tarde.- Dije, apuntando hacia la hora del reloj.
-Solo por hoy, no pienso malcriarte.
-Gracias.
Diciéndole eso, me retiro y me dirijo hacia mi habitación.

Genial, todo el día en casa, sin ningún idiota cerca.

~8:47~ 

No tengo sueño, ¿qué hago? iré al patio trasero.

Llegando, me senté y respiré profundamente, un día sin escuela es realmente maravilloso, quién lo diría.

Vi mi bicicleta, toda llena de polvo y una que otra maleza, no andaba en bicicleta hace mucho.

-Mamá, saldré un momento.
"No llegues tarde" fue lo único que logré escuchar.

La brisa por mi lacia cabellera, mientras mis ojos entrecerrados intentaban ver algo en el camino, todo era sumamente relajante, mis manos, aferradas a los mangos, mientras mis piernas se movían sin parar me daban una sensación de adrenalina. Encuentro un pequeño canal, cerca de la zona donde vivía, ahí, me gano, mientras aprecio la vista que me dejaba.

Gracias a mi cerebro, me traje unos panes, ya me estaba dando hambre. Estaría así cada día de este año, sin adultos, sin idiotas que te molestan por cada cosa.

¿Quién creería que estoy aquí y no allá? No sonó muy lógico eso, asco.

No está en mis planes de hoy volver temprano, pasaría la noche acá, pero no me dan las ganas suficientes. 

Después de estar bastante descansada y ya satisfecha, decidí seguir mi viaje.

Olvidé sólo un detalle, ¿donde mierdas voy a cagar? Ósea, no puedo hacerlo en el canal, no, no puedo, que vergüenza, realmente desagradable.

No quedaba de otra que volver, hasta que, suena mi teléfono, ¿quién me llamaría?

-¿Qué quiere?.- Pregunté molesta.
-Ah, ¿Anne?.
Era Constanza, ¿cuando me dejará tranquila?.- Qué quieres.- Nuevamente pregunté.
-¿Por qué no viniste?.
Como la odio, es demasiado intrusa esa niñata.
-No tengo porque contarte.- Finalicé y corté.

No voy a dejar que me arruine el día, aunque, ya me lo estoy arruinando sola, hace frío, tengo deseo de ir al baño, sin contar que me quedan como 45 minutos para llegar a casa, ¿algún día en donde no sufra? Creo que nunca.

Llegando a la zona central de la ciudad, veo mi escuela, estaban en libre, logré visualizar a Constanza, hablando con unas tipas de ahí.

Aceleré un poco, sin darme cuenta que crucé en rojo, casi me atropellan, para decirlo de alguna manera. 

Llegué al fin a mi casa, apresuradamente fui al baño. 

Terminando "eso" llegué a mi habitación, me puse mi ropa para dormir, eran las 3:20, pero de todas formas, no tenía deseo de seguir afuera.

Como no dormí, me empezó a caer el sueño, hasta...

-¿QUÉ?.- Pregunté molesta.
-Hija, hay alguien afuera, preguntando por ti.
!Como odio que hagan eso¡ 
-Voy de inmediato.

Salí, y me di cuenta que era Cristopher, estaban recién saliendo de la escuela por lo que veo.

-¿Qué haces acá?.- Pregunté tímida. 

-Quería venir a verte, no te vi hoy, pensé que te había pasado algo.
Inmediatamente me di cuenta que se había ruborizado, "asco" creo.
-Espera, bajo en un momento. 
Me arreglé y me dirigí a él.

Estuvimos en la plaza donde esos matones me golpearon, asqueroso recuerdo, malditos.

-¿Pasa algo?
-¿Eh? ¿Por qué?
-Te ves, rara, supongo.

La primera persona que me pregunta esto y yo no me "enfado" raro.

Fue una tarde bastante bonita, no diré mucho detalle.

Nos dieron las 6:30, no exactas pero cerca. Cristopher, se tuvo que ir, me dejó afuera de mi casa y se fue.

Llegué nuevamente a mi habitación, me recosté y sin darme cuenta, ya me había quedado dormida, ilógico, asco.

Luchando con la soledadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora