“Nadie común sabe lo que a diez horas en auto les espera en la carretera fuera de la ciudad.
Nadie común sabe esas cosas retorcidas que pasan alrededor.
Nadie común sabe dónde están esas diez niñas que desaparecen cada dos años.
Las personas retorcidas lo saben todo; incluso la ubicación del Pueblo Dolly.”
(...)
Miro la puerta fijamente.
¿él vendrá?.
Siempre se presenta dos veces por año, y éste año no se a presentado, y estamos en el mes de diciembre. Me ha dicho que tiene un trabajo muy cansado, y todo el tiempo está viajando y en su empresa.
Me agrada cuando viene. Es mi única visita y cuando viene nos sentamos a platicar, o solamente nos recostamos y hablamos hasta que yo quedo dormida.
Ha venido desde que he cumplido los 15, y es el único chico que ha entrado a mi pequeña casa.
Abro la puerta, y salgo de la casa. Camino por las pequeñas calles y entonces veo a una chica de tal vez doce años, un pequeño crucifico de madera está colgando de su cuello y cae en su pecho.
Sé qué significa eso; pureza y prohibido. -Aun que todas nosotras somos llamadas puras-, ellas lo son aún más. Ya que nunca han cruzado palabras con algún chico, y ellas no tienen visitas. La cruz es para que aquellos hombres y chicos sepan diferenciar y respetar a aquellas que aún no tienen la suficiente edad para alguna visita, aquellas chicas prohibidas.
Miro a mi pecho, extrañando esa pequeña Cruz.
La chica me observa y me sonríe, yo correspondo y sigo mi camino.
Puedo diferenciar a Violeta, pero muerdo mi labio al verla con un chico. Así que doy media vuelta y camino a casa nuevamente, pero me desvío y voy a otra dirección.
Voy a la cafetería donde seguramente mamá Olivia debe estar. Entro al lugar empujando la puerta y veo mi alrededor. Hay pocas personas, así que camino y voy a donde mamá.
—Hola, pequeña. ¿Qué sucede?—pregunta mientras seca sus manos con un pedazo de tela.
—Nada, solamente no tenía qué hacer, y vine a visitar a mi mamá.—Contesto mientras le sonrío.
Ella corresponde. El cariño de ella hacia mí me sorprende. Siempre ha sido más dura y fría con las demás chicas, pero conmigo no. Conmigo es cálida y delicada.
—Genial. Entonces, ¿ya ha venido el chico?—niego en respuesta. Y pongo mis brazos sobre la barra, mientras apoyo mi rostro en mis manos.
La campanilla de la puerta suena, informando la llegada de una persona. La ignoro, y observo a mamá Olivia tensa.
—¿podrías ir a la cocina y traerme algunas... Eh... Patatas?—pregunta sin quitar la mirada de la persona que por el sonido de sus pasos, sé que se aproxima.
—¿patatas?—pregunto y ella afirma con su cabeza.
Me levanto de la silla con un salto, y entonces la persona que entró se coloca a mi lado, pero yo la ignoro y me voy a la pequeña bodega de la cocina.
Cuando las tomo en un puño y las voy a poner en la sartén, entra mamá Olivia. Y se ve preocupada.
—Quiero que salgas de aquí. Por la puerta de ahí. Ve a casa y no salgas—Su orden me confunde, pero aún así obedezco y me voy.
Salgo por la puerta trasera del lugar.
Me siento nerviosa mientras camino, mamá Olivia logró asustarme con sus palabras.
Suspiro y veo mi casa. Pero alguien está tocando la puerta, así que trotando, me acerco.

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Pueblo Dolly [H.S]
FanfictionNo existía lugar más extraño y tan fascinante como ese. Para ellos era un sueño. Para ellas, una pesadilla. No saben que arruinan sus vidas, la inocencia y la pureza abundan en aquellas mujeres jóvenes. Te invito a éste extraño lugar; te invito a...