Pueblo Dolly [H.S]

21.

Una semana había pasado desde que Harry pensó correctamente, reflexionó y comprendió el daño que causaba a Bonnie.

Había cambiado su comportamiento, pero la otra situación no había cambiado mucho; aun que pasaba un poco más tiempo con Bonnie, no era el suficiente que merecía y aún seguía siendo casado.

No la obligaba a hacer algo que no quisiera. El contacto en mayoría se basaba en abrazos, besos cortos y algunos largos y lentos. Algo que causaba dolor en Harry, pues la inexperiencia de Bonnie le ponía un montón. También existían delicadas caricias.

Él estaba siendo como pretendía en un principio; delicado. Sin embargo se seguía sintiendo como un patán. Él tenía a una esposa. Y aun que no la amara, no se merecía eso. Mucho menos Bonnie.

Por eso planeaba detenerlo.

Cuando entra a su casa, —a la de su esposa—, cierra delicadamente la puerta y el silencio se interrumpe por el eco del sutil golpe.

Bueno, suponía que no estaba en casa, porque usualmente cuando llegaba a casa; ella se acercaba, daba un beso corto y después le ayudaba a quitar su saco.

Suspira y se tira en el sofá. Cierra los ojos y ladea su rostro a la izquierda. Entre abre sus ojos y encuentra el celular de su esposa. La curiosidad le invade y se estira un poco para tomarlo.

Como contraseña coloca la fecha de cumpleaños de la mujer, y el teléfono se desbloquea.

A penas entra a la aplicación de mensajes y el primer chat le recibe.

«Te espero»

A

bre el que por nombre lleva “Alan”, solo buscando una pista de donde ella podría estar en éstos momentos.

Pero realmente te extraño

También te extraño, pero no puedo hoy

Inventa una excusa y ven a mi casa, por lo menos dos horas, el tiempo que sea está bien para mi

No estoy segura...

Por favor, necesito tocarte y follarte duro esta noche

Tal vez Harry llegue más tarde

Siempre tenemos suerte

¿entonces?

¿vienes?

Estoy en veinte minutos, amor.

Los labios del rizado se entre abren y mira el teléfono, atónito.

No sentía furia, no tenía el derecho. Tampoco sentía traición, por supuesto. Ni mucho menos se sentía herido. Sentía sorpresa. Estaba en una especie de shock.

Toma su saco y se levanta, dejando el teléfono en algún lado del sofá. Sale de casa y sube a su auto, conduciendo hacia aquella colorida casa.

Necesitaba a Bonnie.

🌈

¡Esto ya casi terminaaaaa!
Quizá llegue hasta el capítulo 25, pero del 30 no pasa.

Tengo una pregunta, ¿leen alguna de mis otras historias?, si es así, ¿cuál?👀
Y sino, deberías ir a leer😏