Compañeros

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¡Hoy era mi primer dia de clases!

No había podido dormir mucho debido a la emoción de comenzar esta mueva etapa en mi vida. Pero a pesar del poco tiempo que pude descansar, tuve un sueño donde recordaba el momento cuando me había mudado aquí.

Qué raro, por lo general yo no solia tener sueños debido a que tenia un sueño muy pesado.

Más importante, ahora tenia sueño... mucho sueño, sin embargo, mi hambre seguia igual o peor que siempre.

Levanté mi cuerpo con pesadez de mi pequeña cama, al parecer mi entusiasmo comenzaba a cobrar factura, pero el hambre podía más.

Y casi con un esfuerzo sobrehumano logre abrir la puerta de mi habitación, la cerré. Si Sabo o Ace lograban entrar a mi habitación, verían mi marivolloso desorden: ropa tirada en el escritorio (que se supone debia ser solo para estudiar o hacer tareas), cuadernos y libros en cualquier lugar menos en el estante, las sábanas de mi cama desparramadas en el piso, cáscaras y envolturas de comida de dias e incluso semanas atrás... creo que si nombrara todo lo que se encuentraba desordenado o la basura que hay, ni con los dedos de mis pies alcanzarían para enumeralos.

Llegué hasta el baño arrastrando los pies como si estos pesaran una tonelada. Me miré al espejo y con mucho esfuerzo logré ver mi babeado rostro, me acerqué al barril que se encontraba en una esquina de la ducha y tomé un poco de agua en mis manos para luego lavarme la cara.

¡Demonios! ¡Estaba fría!

Bueno, a lo menos pude quitarme el aspecto zombi que tenía, mi rostro lucía más despierto pero mi cuerpo aún se sintía como si hubiera trabajado todo un mes sin parar.

Me desvestí, quitándome el polo y el short que usaba como pijama, estabamos en verano asi que era normal que durmiera así, por la noches mi cuarto parecía un horno. Entré a la ducha, sintiendo de inmediato el frio piso de cerámica, abrí la ducha y el agua cayó.

¡Listo! Me sentía como nuevo. El agua fría por la mañanas ayuda bastante. Ya cambiado con mi nuevo uniforme, me dirigí hacia la cocina que a la vez también servia de comedor.

En ella se encontraba Sabo y Ace, el primero acababa de terminar de comer y se disponía lavar los servicios y el último... se había dormido mientras comia una tostada.

El abuelo habia dejado el desayuno listo antes de irse a trabajar y dejar una nota en el refrigerador con las instrucciones sobre las labores domésticas.

Retiré un poco mi asiento y me senté, comenzando a "comer" mi desayuno.

- Luffy, apúrate. Llegaremos tarde en el primer dia. -me regaño Sabo, mientras aún lavaba los servicios. -Tú tambien Ace.

Más no recibió respuesta.

-¿Ace? -preguntó, dejando de secar los platos para luego voltear y mirar a mi hermano.

Lo encontro dormido. Dejó de los servicios en la alacena y se acercó a Ace, tomándolo del chaleco.

-¡Ace, no es hora de dormirse! Si quieres te duermes cuando lleguemos a clases pero no ahora -dijo zarandeando un "poco" a mi hermano hasta que por fin despertó.

-¿Sabo? -por fin había despertado, yo solo seguía comiendo.

-¡¿Te olvidas que hoy es el primer dia?! -ante lo dicho por mi rubio hermano, Ace abrió sorprendio los ojos, parecía como si se les fuera a salir.

Algo pareció hacer click en la mente de Ace.

-¡Cierto! -y como pudo se comió todo e incluso tomó parte de mi desayuno.

Tan Cerca y Lejos a La VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora