Tan Cerca y Lejos a La Vez

Poco a poco.

Fuimos retomando nuestra cercanía poco a poco hasta que todo volvió a ser como antes.

Era como si nada hubiera pasado realmente.

Todo volvia a estar normal, bueno, tal vez no todo.

-Hermano, tu amigo ha venido -anunció alegre la no tan pequeña Lammy, habìa crecido en este tiempo.

-Ahora bajo -contesto él desde adentro.

¿Eh?

-Pasa, debes tener frio -dejándome entrar.

-¿Torao no se enfadará?

-No te preocupes, aunque mi hermano no lo diga públicamente, a él le agrada tu compañia.

¿De verdad?

-Lammy, Cora-san te llama -no me había dado cuenta en qué momento llegó.

-Claro, ya voy -retirándose pero antes de irse, me guiño el ojo mientras movía los labios diciendome "¿ves?"

-¿De qué conversaban mi hermana y tú?

-Nada en especial -dije restándole importancia.

-No entiendo de que podrían estar hablando tú y Lammy.

Tal vez no se dió cuenta, pero él no negó que yo fuera su amigo cuando Lammy anunció que había llegado como otras tantas veces solia hacerlo.

*

El año ya iba a terminar y yo enfermé faltando una semana para culminar las clases.

Yo quería ir, pero me habían prohibido ir al colegio ya que podría contagiar a alguien.

Torao se encargó de llevar mis cuadernos y trabajos que tenía pendientes.

Mis compañeros le habían dado cartas de parte ellos para mi, diciéndome que me recupere pronto.

Él venía a verme y en ningún momento se incomodó por si podría contagiarle. Me contaba lo que había pasado en esos dias que no había ido.

Pero lo que yo más valoraba era su compañia.

-¿Um? ¿qué pasa? -al parecer estaba contándome lo que nuestros compañeros había hecho en la playa, me hubiera gustado ir.

-Nada, es solo que... -me acerqué más a él y recargué mi cabeza en su hombro- ...me alegra que hayas venido.

-Solo porque estás enfermo no te diré nada.

-Claro.