Tan Cerca y Lejos a La Vez

Una salida de amigos.

Ace y Sabo salieron temprano hoy, dijieron que lo más probable es que volverian tarde.

Estaba aburrido.

Tal vez podría conversar con Torao.

Pero al parecer, ambos pensamos lo mismo.

- - - - -

Torao: Mugiwara-ya.

Tú: Hola Torao!! :D

Torao: ¿Estarás ocupado hoy?

Tú: No, por qué?

Torao: Hay un libro que quiero comprar, iba a ir con Lammy pero al parecer ella ya había planeado salir con sus amigas.

Tú: Quieres que te acompañe?

Torao: Umm... Si.

Tú: Claro! Hoy estoy desocupado. A que hora nos vemos?

Torao: ¿Te parece bien a las 3?

Tú: Esta bien :) Nos encontramos en el paradero.

Torao: Nos vemos.

Tú: Ok! n_n

- - - - -

-¿Vas a salir? -me preguntó mi abuelo.

-Si, voy a salir con Torao -contesté feliz, seria la primera vez que saldríamos juntos.

-¿El chico que suele venir?

-Ese mismo.

-¿Hoy día? ¿A dónde irán? -tomando un poco más de café, recién estaba desayunando.

-Si, iremos a una libreria. Va a comprar un libro, quiere que lo acompañe -cuando dije eso, mi abuelo escupió el café.

-¿Tú? ¿En una libreria... comprando libros? -preguntó bastante sorprendido- Pensé que te aburrias solo de poner un pie en ella.

-Si, es cierto. Pero con Torao es diferente -afirmé sonriente.

-No sé que pensar de esto.

-Solo dime si tengo tu permiso.

-Esta bien, haz lo que quieras, pero regresa antes de anochecer.

*

Ya eran las 3.

Salí de mi casa llevando conmigo mi querido sombrero de paja.

Él estaba ahí, sentado en la banca, esperámdome. La ropa que él vestía siempre le quedaba bastante bien, hoy llevaba también llevaba su gorro polar blanco con motas negras.

La librería estaba cerrada, hoy era domingo, no había atención.

-¿Qué hacemos ahora?

-Otro día vendré a comprarlo -ldijo restandole importancia-  ¿Te parece si caminamos por el malecón?

-¡Claro! -dije emocionado- recuerdo que mi abuelo solia llevarme a pasear ahí también cuando era pequeño.

-Entonces, vamos antes de que se haga tarde.

¡Qué emoción! Este será nuestra primera salida de amigos.

Luego de pasear por el malecón, fuimos al muelle.

Habian muchas personas, la mayoría de ellos estaban en pareja y algunos de ellos eran familias.

Sin embargo, algo me llamó la atención. Era un señor que anunciaba algo.

-Aproveche amigo, amiga. Hoy dia el paseo en bote esta a solo $5. Y como hoy es un dia especial, habrá una oferta. Si te llamas "Valentin" o "Valentina", el paseo será completamente gratis, solo debe presentar su DNI para comprobarlo. ¡Venga y diviertase!

¿Un paseo en bote?

¡Sonaba divertido!

-¿Quieres ir? -preguntó Torao, creo que la expresión de mi cara era muy obvia.

-¡Si! Pero, yo no traje dinero -cierto, no pensé que lo necesitariamos.

-No importa, traje un poco más por si acaso.

-¡Eres genial Torao~! -lo abrazé, para luego agarrarlo de la mano y llevarlo conmigo donde aquel señor.

*

El paseo fue muy divertido, por donde el bote había pasado pude ver focas, una de ellas le salpicó agua en la cara a Torao, fue muy gracioso, aunque después a mi también me salpicó.

Terminamos el paseo en bote y fuimos a la heladeria frente a la plaza principal.

Luego fuimos a un lugar alto, muy cercano al muelle, tenia un maravillosa vista.

Entonces recordé que tenia algo pendiente que hacer si me encontraba en un lugar asi.

Puse mis manos como alrededor de mi boca como formando un altavoz y grité:

-¡Kaizuki oni ore wa naru!

Listo, me sentía bien luego de haberlo dicho.

-¿Qué fue eso?

-Nada, solo dije: "¡Yo seré el próximo rey de los piratas!"

-¿Por qué?

-Es que siempre quize hacerlo, sentía curiosidad. Y vaya, se siente bien hacerlo. ¿Por qué no lo intentas Torao? Te ayudará a deshacerte del estrés y que estes menos amargado.

-¡No estoy estresado! -hacer enojarlo era algo divertido.

-Aunque... ahora que lo pienso, tú no puedes decir eso, porque si los piratas existiesen, definitivamente, yo sería el rey de los piratas, tú podrías ser mi aliado.

-Estoy empezando a creer que tanto mirar One Piece te está afectando lo poco de cerebro que te queda-dijo en un tono sarcástico.

-Shishishi tal vez si. O tal vez es por otra razón.

Él me miró, preguntándome con la mirada a qué me refería.

-Nada -miré al cielo- ya está empezando a oscurecer. Debemos irnos.

-Si, vamos.