-¿Enserio?- dice mi hermano, mirándome con los ojos como platos.
-Si...- contesto. Al final he decidido contarle lo de Peter, más que nada porque se ha esforzado en sonsacármelo.
-Cuando lo pille hablaré con él. Estoy harto de que juegue así contigo.- ahora su cara de sorprendido se ha transformado en enfado.
-No.- me apresuro a decir, por mucho que me cree estas rayadas en mi cabeza no podría dejar que le hicieran daño, y menos mi hermano, por lo que le pudiera pasar a él también.- Ya hablaré yo con él, esto es cosa mía.-
Me mira dudoso, pero sabe perfectamente que me saldré con la mía.
-Está bien. Pero a la próxima que te haga algo no podrás impedírmelo.-
Me levanto y le doy un beso en la mejilla.
-Gracias por preocuparte.- le doy su café y cojo otro y una aspirina para Eli, que aún no se ha levantado de la cama y, cuando lo haga, se despertará con resaca.- Voy a llevarle esto a la bella durmiente, a ver si no da mucha guerra hoy.-
Cuando me dirijo hacia la escalera, mi hermano me detiene y coje las cosas.
-Déjalo, ya se lo llevo yo si quieres.-
-Que va, no hace falta Lau.-
-Insisto, por favor.- entonces ya entiendo lo que pasa...
-Tú.- le señalo y le sonrío. Me mira extrañado.- ¿Tu que tienes con mi amiga? ¿Eh?- levanto una ceja y pongo sonrisa pícara. Por su cara creo que ya etiende por donde voy.
-¿Yo? ¿Con Eli? ¿Enserio? Pfff... por favor, Issabella. Sabes perfectamente que no hay nada entre Eli y yo... ¿Qué tonterias se te pasan por la cabeza?- ¿vosotros os lo tragais? Yo tampoco. Mi hermano es perfecto en todo, menos en mentir, siempre se le ha dado mal, no como a mi, la oveja negra de la familia, "y a mucha honra." Pero como no quiero ponerle nervioso, le dejo que vaya en busca de su damisela.
-De acuerdo, ve.- le dedico una sonrisa y me voy a sentarme en el sofá.
Cuando estoy yo, tan agusto, bebiéndome mi café, alguien decide enviarme un mensaje.
Un número desconocido. Vamos a ver que quiere.
****: Hola, ¿eres Issabella?
Intento, antes de contestar, ver su foto de perfil, pero no tiene. De hecho tampoco tiene estado, ni Últ. Conexión.
Issi: Hola, sí, ¿quién eres?
El señor o señora desconocido dejo de contestar, yo me puse a comer y a hacer un poco de siesta. Lauren hizo lo mismo, y Eli se quedó todo el día en la cama.
Cuando me desperté, fui abajo a ordenar un poco.Entonces, llaman a mi puerta. Me dirijo hacia ella y cuando abro, veo a Marc con un ramo de flores.
-Perdón por lo de ayer. Estuve mal, espero no haberte dado una mala impresión.-Dice, con una sonrisa nerviosa en la cara. No puede ser... ¿y ahora que hago yo? ¿como se reacciona a esto? ¿por qué este chico es tan rico?- estas... son para ti.- mira las flores y me las da.- no sabía cuáles eran tus favoritas, así que he cogido una de cada.- Dios... Issi, contesta ya. Ya.
-Muchas gracias Marc, son preciosas.- por fin, ¿y ahora que? - ¿Quieres pasar?- muy bien.
-Bueno... yo preferiría ir a dar una vuelta si no te importa, hace un buen día y conozco una heladería aquí cerca espectacular.-
¿Helado? ¿Un chico tan dulce? ¿Flores? Hemos retrocedido un siglo, y me gusta.
-Claro, pero no voy a ir así. Pasa y espera en el salón mientras me cambio.-
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Hundida
Vampire-No pienses que me creo algo de lo que dices, para ti esto siempre ha sido un juego.- le dije, quitandome de su agarre. -¿Para que querría jugar a un juego en el que se que voy a perder?- me respondió el, posando sus grandes y hermosos ojos, un poco...