****: Somos almas guiadas por un destino que no nos pertenece, somos almas perdidas en el fondo del océano, somos almas rodeadas de energía y sentimientos que nos hacen vivir intensamente. Pero, cuando no tienes alma, no sientes nada, no sientes ni siquiera el vacío de tu cuerpo, ese por el que ya no corre la sangre. Hasta que aparece algo que te hace recordar como es sentir, aún que sea dolor. Y es algo extrañamente mágico.
Es viernes. Desde el día en que Peter me besó que no le he vuelto a ver, directamente no ha aparecido por el Instituto... ¿Será por lo que pasó entre nosotros? ¿Estará avergonzado?
No lo se, pero hoy lo averiguaré.Me encuentro en el lugar que me citó Josh, acabando de leer el último texto que me ha enviado este "desconocido", sí, aún desconocido porque no contesta a ninguna de las preguntas que le hago, sólo envía estos extraños poemas... y ¿por qué no le he bloqueado? No se... me gusta leerlo, la verdad es que, quien sea que escribe esto, tiene talento.
Cuando me doy cuenta, aparece un Mustang rojo, y de el baja Josh, vestido con un pantalón negro y una chaqueta roja como el coche, y su pelo castaño peinado con un tupé como siempre.
Desde que llegué a este pueblo, aún no he visto a un chico que no sea guapo o esté genial, y como no, Josh no era una excepción, al igual que todos los Blake.
-Hola, ¿me acompañas?- me da dos besos y señala el coche, yo asiento y nos dirigimos hacia el. La verdad es que me alegro de que sea Josh, y no otro cualquiera... aún que, pensandolo bien, Josh es alguien cualquiera.
Nos ponemos el cinturón y arranca. Después de unos 10 minutos sin hablar, Josh enciende la radio, pero casi no se escucha nada, ya que estamos llendo por un caminal de una montaña, "¿Por qué? No lo se." Me estoy empezando a poner nerviosa, hace ya un rato que sólo veo árboles.
-¿A donde vamos? ¿Falta mucho?- y otra vez, parezco un cachorrillo asustado. Tengo que ensayar mi tono intimidador.
Josh sonríe de lado.
-Vamos a mi casa, bueno, a un sitio cerca de ella.- hace una pausa para girar hacia la derecha.- Y tranquila, ya estamos.- entonces para el coche, bajamos y cuando miro hacía el final del camino, veo un lago, un lago enorme, cristalino y anaranjado por el atardecer, rodeado de hierba y árboles altos de un verde muy bonito. Es un paisaje precioso.
-Pero... ¿por qué me has traído aquí?- pregunto, aún que sea todo muy bonito tengo que estar alerta. Tengo el número de Marc marcado en Emergencias, por si acaso.
-Bueno... hay varios motivos.- dice, fijando su mirada en mi.- El primero es porque si Peter me viera contigo me mataría. El segundo por que necesitaba un lugar apartado donde nadie pudiera interrumpir nuestra conversación.- entonces, hace una pausa y mira hacia el lago.- Y el tercero creo que está bastante claro, ¿no te parece hermoso el lugar?
-Si... Pero... ¿de que quieres hablar?-
-De muchas cosas. Si quieres puedes tomar asiento, no hay sillas, pero este suelo es cómodo.- tomamos asiento y el se saca del bolsillo un paquete de cigarrillos, del cual saca dos, uno se lo pone en la boca y el otro me lo ofrece.
-No gracias, no fumo, y tu tampoco deberias... ¿sabes que eso mata?- detesto el tabaco. Josh vuelve a sonreír de lado, como si le hiciera risa lo que acabara de decir.
-De algo hay que morir en esta vida.- guarda el cigarrillo y se enchufa el de su boca.- Issi... ¿puedo llamarte así?- asiento.- Bueno... se que todo esto te parecerá raro, pero veo que estas empezando a entrar en la vida de Peter y... si entras en la suya, en la nuesta tambien, por lo tanto tienes que saber algunas cosas al respecto que no son nada fáciles de entender.- hace una pausa para calar.- Peter, como ya te habrás dado cuenta... es un chico raro, pero no en el sentido friki, si no... más...-

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Hundida
Vampir-No pienses que me creo algo de lo que dices, para ti esto siempre ha sido un juego.- le dije, quitandome de su agarre. -¿Para que querría jugar a un juego en el que se que voy a perder?- me respondió el, posando sus grandes y hermosos ojos, un poco...