Sexto Miércoles.

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Y hasta ese día llegó el romance fugaz con mi musa, mi pequeña ninfa con rulos y nariz perfecta. Porque yo no era ni de lejos el hombre que ella quería que fuera, porque vio las notas, porque no era ella. Porque me gustaban mis notas y no iba a deshacerme de ellas. Porque a sus celos no le gustaban. Y así salió la chica que me inmortalizó mil veces con su cámara de mi vida regalándome las mejores semanas que nunca pude haber pasado con una mujer para que los guarde en mis recuerdos y piense en aquellos días en los que aún intentaba convencerme a mi mismo de mi inexistente heterosexualidad. A la única chica que logró enamorarme durante algunos días, hoy que sepa que la echo de menos, que era una amiga genial y una novia increíble. Espero que esté con alguien que pueda darle lo mejor.

[Lamento que esto sea tan sentimental actual, escribiéndolo me sentí como si estuviera de nuevo escribiendo Poetry Boy.]

Lenguas Muertas. [Cake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora