Séptimo Miércoles.

236 38 1
                                    

Sabía que ese día no tenían latín. Lo sabía a la perfección, pero aún así apareció una nota en mi mesa.

"Amantes, amentes. Lamento que te hayan castigado."

Amantes, dementes.  

Leí la nota una y otra vez, amando como su letra había remarcado las dos primeras palabras con fuerza, dejándolas más negras y vistosas que las demás. Y de nuevo cada vez que encontraba una nota daba un rápido vistazo a mi clase, porque sabía que estaba allí. Le pregunté a Kayssa quién de todos los alumnos era Connor y descubrí que era un chico alto, tenía el cabello rapado pero se había dejado una especie de flequillo que estaba teñido de naranja y estaba jugueteando con los lápices de colores y los bolígrafos que tenía, amontonándolos como si formase una torre, y parecía un crío de dos años, totalmente concentrado en aquello, esforzándose por no prestar atención alguna a lo que decía la profesora. Saqué la lista para comprobar el otro nombre, pues sabía que sólo quedaban dos personas. 

-Amor, ¿Quién es Calum Hood?

-¿Calum... Hood? -La mirada de mi mejor amiga se paseó por la clase despacio, con cierta confusión en ella hasta que su rostro cambió totalmente.- ¡Ah! ¡Debe ser el chico asiático! 

-No es asiático, es demasiado moreno. -Interrumpió Ashton. Kayssa negó con la cabeza, dejando escapar una risa y él sólo la miró algo mal, fingiendo que estaba ofendido, y prosiguió.- Él no suele hablar con nadie. Hoy parece que no está. 

Los tres buscamos al chico por la clase, pero al parecer no lo vieron, por lo que di por sentado que no era él, y no tenía ni la más mínima idea de cuánto me equivocaba.

Lenguas Muertas. [Cake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora