-Jade-:
Su casa me pareció de repente más cálida de lo que recordaba. Las gotas de lluvia golpeaban los vidrios de las ventanas como si fueran a romperse, estremeciéndome con sus leves truenos y con sus repentinas corrientes de aire frío. Y era de esperarse. Ambos estábamos empapados.
-¿Podrías acompañarme sin hacer una rabieta? –arqueó la ceja, extendiéndome su mano. Me ruboricé. Me acerqué sin dudar y tomé su mano, la cual inmediatamente sostuvo la mía, y aprisionó mis dedos entre los suyos, deslizándolos con suavidad.
Abrió la puerta de su habitación y la empujó con su hombro, apretujando mi mano con fuerza y haciendo que el corazón me latiera incontroladamente. Me acerqué a su cuerpo, rozando así nuestros brazos y apretujando su mano con más fuerza aún, aunque me parecía imposible. Quería iniciar un juego tonto para ver su bonita sonrisa de nuevo y olvidar todo lo ocurrido. Qué estúpida era.
Soltó mi mano y se paró frente a mí, mirándome a los ojos.
-Quítate la ropa –ordenó. En un segundo, palidecí hasta creer que la sangre se había evaporado de mi cuerpo, mis labios se secaron inmediatamente, y mi corazón se detuvo. Ante mi reacción, él soltó una risita.
-El miedo es para cobardes –se rió.
-Calla –rodé los ojos, nerviosa.
-Bueno, si quieres permanecer mojada y tener que explicarle a tu madre…
Esbocé una sonrisa de alivio, y me quité la chaqueta empapada de agua, y la tiré al suelo. Niall me dedicó una mirada de aprobación. Con vergüenza, me subí la camisa hasta la mitad del abdomen, pero no pude seguir, y tragué saliva, haciendo una mueca.
-Esto… no es bueno –ruborizada, desvié la mirada hacia la ventana, que reflejaba luz grisácea directamente hacia mis ojos. Él sacudió su pelo húmedo y se cruzó de brazos, con una sonrisa burlona dibujada en su rostro. Y así, achinando sus ojos de la risa, y enseñando los dientes de su boca, me daba cuenta de que sí seguía siendo un ser humano, y no alguna especie de ángel. Lo miré con el rabillo del ojo, sintiendo, e incluso intuyendo, que mi sangre tenía alguna especie de complot contra mí, y que ahora mismo me estaba jugando otra mala pasada al alojarse justo en mis mejillas.
-Ya te he visto desnuda –rodó los ojos con picardía -. ¿Por qué habrías de tener vergüenza? –rió. Tragué saliva, luchando contra mi garganta y apretujando mis manos en dos fuertes puños.
-Una chica necesita privacidad –protesté -. Y, además, ¿qué esperas con observarme mientras me quito la ropa?
“¿Excitarte?” me reí en mi interior.
Se acercó a mí lentamente, paralizándome el corazón, y me ayudó a cerrar los ojos cuando deslizó sus dedos por mi mejilla, acariciándome. Suspiré violentamente mientras cogía su muñeca con ambas manos, apretando los párpados. Él tenía ese… “poder” de hacerme caer en menos de cinco segundos.
-Sólo asegúrate de no ponerte la camisa al revés –soltó muy cerca de mi boca, para luego apartarse de sopetón, cerrando la puerta detrás de sí, mientras se reía. Maldito manipulador.
En mis manos estaba su camisa apretujada contra mi abdomen, y entonces comprendí que si relajaba mis manos, quizá pudiese ponérmela. El problema era, que no me había dejado nada más. Gruñí y lancé una mirada de odio hacia la puerta, mientras maldecía a Niall, enviándolo al infierno. Si quería verme desnuda, o por lo menos una gran parte de eso, pues bien, “voy a jugar contigo, Horan”, sonreí malévolamente.
Me despojé de mis prendas lentamente, haciendo un gran esfuerzo en deslizarlas por mis brazos húmedos y luego tirarlas al suelo con fuerza. Una vez quedé sólo en ropa interior, me deslicé la camisa seca y suave por mi cuerpo, cubriéndome hasta los muslos. Estornudé en mis manos y me miré en el espejo que estaba pegado a la pared. Fruncí el seño, evaluando mi apariencia de mi cabeza hasta los pies; me parecía a un Panda mojado… y medio muerto. Hice una mueca, arrugando la nariz.
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Strange - (Niall Horan FanFiction) TERMINADA
FanfictionTRAILER A LA DERECHA--------------> Nunca creí que podría haber una persona destinada para mi, quiero decir, cuantas posibilidades hay de que encuentres a tu alma gemela sabiendo que hay más de 5 millones de personas en el mundo. Pero pasó, la encon...