Cap 5 - ''Lo único que sabía desde ayer es que todo cambió''

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Me encontraba en mi cama debajo de las sábanas envuelta como una croqueta. Un débil rayo de sol entraba por las entrecerradas persianas de mi ventana. No tenía ni idea que día era o si estaba oscureciendo o amaneciendo. Mi cuerpo estaba en la tierra pero mi mente estaba en el limbo. Hice varios movimientos hasta encontrar una posición cómoda. No sé cuantos días me había pasado en mi habitación, encerrada desde que volví de aquella casa. De todas formas no podía salir y la verdad tampoco quería. 

Mi madre como lo suponía me había castigado, no recuerdo cuanto tiempo pero supuse que serían unos cuantos días ya que realmente estaba preocupada y enfadada. Y como no se me pudo ocurrir una mejor excusa le dije que había estado en casa de Hailey. Eso no la convenció nada de nada y pues este era el resultado. Aparte de estar traumatizada también castigada, mi vida no podía ir a mejor. 

La oscuridad de la habitación me recordó a aquella casa donde había estado secuestrada. Unos escalofríos invadieron mi cuerpo recordando lo que había pasado. La razón por la que había estado todo este tiempo en la cama durmiendo era porque sabía que si estaba despierta todos esos recuerdos volverían a mi cabeza. Pero supongo que no sirvió de mucho debido a que tuve pesadillas, donde acababa…muerta. 

Me hice una bola en la cama, apretujando una almohada entre mis brazos y cerrando los ojos con fuerza, obligándome a dormir. Escuché una risita espectral, como si atravesara el cristal de las ventanas y me envolviera en ese sonido. Era… su risa. 
No sabía si estaba loca o no. Lo único que sabía desde ayer es que todo cambió.


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El cielo estaba oscuro, como si una manta gris lo cubriera. Me dirigí hacía la puerta de mi instituto el cual me parecía más lúgubre que nunca, al igual que todo. Parecía que todo se había puesto de acuerdo con mi estado de ánimo. El viento soplaba helándome la cara, bajé las mangas de mi jersey hasta cubrir mis manos evitando que se vieran los pequeños cortes en mis muñecas a causa de las esposas, todavía sentía un ardor al rozármelas.
Alce la vista para buscar a Hailey pero ella ya me había encontrado antes y se dirigía hacia mí como alma que lleva el diablo. A primeras horas de la mañana y ya tenía que empezar otro interrogatorio, como si no hubiera tenido suficiente con el de mi madre. Pero nadie podría salvarme de ella.

- Jade, casi me matas del susto. ¿Dónde demonios estabas? – me presionó, histérica. Sentí la mirada punzante de Niall en mis hombros, viniendo de algún lugar. No podía abrir la boca. Iba a morir, iba a morir. Mierda.

- Buenos días Hailey – sonreí irónica – yo bien ¿y tú? – pregunte sarcásticamente.

- No estoy para juegos Jade, te lo digo enserio me tenías muy preocupada. Solo fui a ver el jaleo que se había armado en la tienda y cuando volví no estabas - Tragué saliva, mientras ella arqueaba sus cejas en señal de presión.

-Me perdí –mascullé, intimidada.

-¡Joder! ¿Enserio crees que yo me lo creí? ¿Eh? Cuéntamelo, Jade, no soy estúpida.

-Hablo enserio. Estuve buscándote pero la gente se amontono y no me dejaron pasar. Así que decidí salir a fuera … y luego llegué a una carretera. Tuve que pasar la noche por ahí.
Me evaluó con la mirada, asimilándolo. Se lo estaba creyendo.

-Te juro que casi me matas de un susto –admitió, cruzándose de brazos. Su expresión de pronto se volvió calmada y despreocupada, con las cejas aún fruncidas por la angustia y los dedos tensos.

-Lo siento –casi susurre, en un intento desesperado por no soltar toda la verdad. Era mala mintiendo. Pero los intensos ojos cristalinos me miraban desde dentro de mi cabeza, haciéndome cerrar la boca. Niall me observaba a través de todos los objetos con atención, con las manos en su regazo, con una pistola en ellas, o cualquier arma mortal con la que pudiera amenazarme. ¿Era normal tener ese tipo de traumas? Mis ojos se humedecían poco a poco. Hailey me observaba atenta, con el seño fruncido, sin imaginarse siquiera lo que me estaba ocurriendo.
Esboce mi mejor sonrisa engañando a Hailey y a mi misma de que nada había sucedido y que todo iba a estar bien. Cruzaba los dedos.

Nos dirigíamos a la clase de Física por el pasillo lleno de adolescentes hablando, gritando o simplemente haciendo el idiota. Una mirada se poso en mí, esos ojos verdes que no veía hace días. Jason, era nuevo en el instituto. Había llegado hace un mes y habíamos congeniado muy bien. Era divertido, buena persona y muy guapo la verdad. Cuando él y Hailey se ponían a contar chistes me quedaba sin voz debido a las carcajadas que soltaba hasta dolerme la barriga aunque los chistes eran bastante malos. Jason había despertado en mí ciertos sentimientos pero todavía no tenía muy claro si eran de amistad o…de algo más, estaba confundida. Lo único que sabía ahora era que le había echado mucho de menos.

- Hola desaparecida, ¿Dónde te habías metido? – me abrazo envolviéndome en sus fuertes brazos y respirando su agradable aroma, tenía que agacharse debido a que era una enana. En sus brazos sentía protección y volví a recordar el fin de semana anterior. Escalofríos salían de mi cuerpo y Jason lo noto. 

- Simplemente soy muy torpe, dejémoslo ahí – esboce una sonrisa y él solo asintió. Supongo que sabía que no iba hablar del tema y prefirió hacerme caso.

- Esta bien, pero el fin de semana que viene no te puedes perder, habrá una fiesta en ‘’Hard Rock’’ tienes que venir o me veré obligado a secuestrarte – él no tenía ni idea de lo que había vivido ¿secuestrarme? Todo lo que oía o veía me recordaba a él, a Niall. Ahora si estaba segura de que tenía un trauma.

- Estoy castigada, no por el resto de mi vida pero si por bastante tiempo – gruñí. En verdad quería ir a esa fiesta, nunca iba a ninguna y por una vez que quería no podía, ley de vida. Pero supongo que esa noche me quedaría encerrada en mi habitación mirando al techo ya que mi madre me había escondido el portátil, esa era mi vida, una auténtica mierda.

- Vaya mierda – bufo. Lo mismo digo, pensé – tranquila, planearemos algo y te aseguro que vendrás a la fiesta, confía en mí – esbozo una gran sonrisa, Jason era tan encantador. Parecía un osito al que podrías estar todo el día dándole besos y abrazos. Su felicidad que lo rodeaba era contagiosa, igual era por eso que me gustaba estar cerca de él. 
Mis cabeza volvió a la tierra cuando el imbécil de turno llamado Matt entro en nuestra conversación.

- Jade, tienes que ir a la fiesta o moriré – dijo imitando la voz de Jason pero más agudo para que se enteraran de su burla. Matt era un gilipollas creído que iba por ahí metiéndose con la gente simplemente por creerse mejor que los demás. Todas estaban locas por él…hasta yo lo estuve y me arrepiento de ello. La diferencia entre yo y el resto era que le había dado plantón al saber qué clase de persona era, desde entonces tenía una especie de obsesión conmigo, no porque le gustara ni mucho menos, si no porque fui yo quién lo dejo tirado.

La cara de Jason se volvió roja echa furia como si soltara fuego, entonces en un milisegundo Jason me aparto de su camino y se abalanzó sobre Matt quien cayó al suelo recibiendo un golpe en la cabeza debido al choque. Ambos se enviaban puñetazos por todo el cuerpo.

-¡Chicos, basta, parad joder! – grité con todas mis fuerzas, No se detuvieron.

-¡Saquen a esa chica de ahí! –gritó alguien. Por supuesto, les estaba arruinando la función.

-¡No, déjenla! ¡Lo hace más interesante! –replicó otro riendo, desde atrás. Rodé los ojos, ignorándolos a ambos. Matt estaba hecho una bestia, mientras que Jason parecía un vampiro sediento de sangre.

Eran dos allegados míos, uno no demasiado pero lo que menos me perdonaba era que se estuvieran peleando por mí. Hailey intervino tras haber logrado abrirse paso entre la gente a base de puñetazos y empujones; vino corriendo hacia nosotros y se subió encima de Matt, apretándole el cuello, para controlarlo. Jalé a Jason por la chaqueta y lo agarré de las dos manos. Sin embargo, Matt tiro a Alison al suelo y Jason me soltó las manos, entonces ambos chicos se lanzaron uno contra el otro. Alison los observó con rabia.

-Mierda –la escuché decir. Todos gritaban, reían, y escuchaba a algunos apostar. Jodidos putos, los podría matar a todos si pudiera. Hailey y yo nos levantamos del suelo, tiré la mochila y cogí a Jason por detrás, quien respiraba agitadamente.

-¡Suéltame, joder! –gruñó guturalmente. Me estremecí, nunca lo había visto tan furioso. Alison jaló a Matt por la camisa. Entonces, vi todos los rostros de los estudiantes palidecer, y poco a poco dar algunos pasos hacia atrás, mientras que otros se dispersaban. ¿El director? ¿El alcalde? ¿Quién era? Entonces, unos brazos me empujaron hacia atrás, logrando que me golpeara la espalda con el asfalto rígido. Caí amortiguando mi peso con mis brazos. Hailey lo observó en shock, sus piernas me parecían conocidas.

-¡La señorita ha pedido que paren, par de gilipollas! –gritó una voz grave y conocida, en tono de burla. Era como un juego para él. Hailey se echó hacia atrás. Ambos muchachos voltearon con ira en sus rostros. 

-Vete a la mierda, imbécil –gruñó Matt, mientras su pecho se hundía y se levantaba con furia. Casi escuchaba los dientes de Jason rechinar. Niall rió.

-No sabes con quién hablas, ¿verdad, bastardo? –arqueó una ceja - Siento interrumpir en su pelea de niños, pero nadie se salva cuando mi chica está de por medio.

¿What? ¿Mi chica? Matt y Jason llevaron su mirada hacia mí. Entonces me pregunté. ¿Qué-coño-hace-Niall-Horan-aquí? 

Strange - (Niall Horan FanFiction) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora